Una boda y un censo. Una batalla donde los Samnitas lo pierden casi todo. Ah, y las guerras samnitas llegan a su fin. Por fin!
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Transcripción Parcial
Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 48 — Trescientos mil.
Cuando Lucio Eugenio, Espurio Atio, y Tacio llegaron a ver las colinas de Roma en la distancia, los ánimos de los tres — ahora los tres siendo veteranos de la Batalla de Sentino, se elevó a la altura de la colinas de Roma.
Y cuando los tres hombres volvieron a casa, sus mujeres, niños, y esclavos — todos le salieron al encuentro.
El DOMUS de Lucio Eugenio ahora abarcaba dos casas adyacentes, un corral para cuero y otras materias primas, y el taller, al otro lade de la calle.
Mas, un pequeño jardín detrás de la segunda de las casas, una propiedad que Lucio había comprado al final de la Segunda Guerra Samnita, de un Patricio empobrecido.
Mas de cincuenta esclavos vivían y trabajaban en el taller de armas, y una docena más, estaban a cargo de los quehaceres cotidianos de la gran familia de Lucio Eugenio.
Y una vez que el viejo Lucio se acomodó en su silla favorita, su esposa Laurentia, le dijo de manera casual:
— “En cinco días debemos ir al campo de Marte, esposo. Los pregoneros andan poniendo anuncios por todo el vecindario.”
Lucio suspiró.
Otro censo.
A nadie le gustaban los censos.
Las tablas de los censores, llamadas Tabulae Censoriae en Latin, eran tablas donde censores tomaban notas de todos los ciudadanos de Roma, desde los Ecuestres y los Senadores, hasta la ultima y mas baja de aquellas cinco clases sociales, tal como el rey Etrusco Servio Tullio lo había organizado.
Patricios y Plebeyos, todo el mundo debía asistir.
“Traeremos a Julia, al igual que a Espurio,” respondió el viejo.
— “Y qué de la prometida de Espurio?”
Lucio pensó por un momento.
— “No, aun no hemos hecho todos los arreglos necesarios. Que vaya con los Furnios, y con su padre. Los censores respetarán eso.”
Los Furnios, o — mejor dicho, la gens de los Furnios, era una familia de origen plebeyo, y una familia muy antigua en los anales de la historia de Roma.
Y de acuerdo a Dionisio de Halicarnaso, un tal Cayo Furnio llegó a ser un Tribuno Plebeyo, allá en el año 445 AC, y eso era algo que Lucio Eugenio respetaba.
En unas semanas, Espurio Atio, el hijo menor de Cesón, tomaría por esposa a una de las hijas de la familia de los Furnios.
Un bien negocio!
Bueno, mis queridos oyentes.
Como pueden ver, hoy tenemos dos temas principales.
Un censo, y una boda.
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