Episodio 70 – Atilio Régulo y Lutacio Cátulo

Los primeros encuentros navales entre las dos potencias del Mediterráneo Occidental: Cartago y Roma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 70 – Atilio Régulo y Lutacio Cátulo.

260 AC — año de los Cónsules Cneo Cornelio Escipión Asina, y Cayo Duilio.

Ciudad de Siracusa, sureste de Sicilia.

El crujido de la puerta indicaba dos cosas.

Que la puerta misma era pesadísima, y que, lo que sea que estaba del otro lado de esa puerta, no era una sala amplia.

Mas bien un pasillo — largo, húmedo, y oscuro.

— “Por aquí,” exclamó el guardia. Su rostro — de rasgos claramente numidios, lucía en la luz de la antorcha.

El muchacho miró a su tío, y después de dudar un segundo, ambos comenzaron a seguir al hombre, a través de un laberinto de pasillos. La antorcha del guardia, empapada en azufre y cal, era la única luz, hasta que llegaron a otra puerta.

De ahí, salieron a una callejuela que daba al muelle de granos, de la ciudad. Por un momento — luz inundó a los tres.

Frente a los ojos del muchacho, y a menos de diez pasos, el vientre de un barco estaba pegado al muelle, hamacándose con las olas.

— “Suban,” les dijo el guardia. “El barco zarpa apenas el viento de vuelta.”

Ambos subieron, y un hombre les indicó donde sentarse, y permanecer quietos, hasta que el barco salga del puerto fortificado.

Y así — por primera vez, desde que se escaparon del barco de Manio Máximo Valerio Corvino, el muchacho se sintió relajado. Su tío lo abrazó.

— “Dos días más, Himilcar! Dos días mas,” le dijo, calmándolo.

Sus vidas en Tusculum, la huida de Italia, y el abordaje a las naves de invasion romana — todo estaba en el pasado ahora.

Volverían a Cartago, donde gente no se distinguía en clases sociales, como en Roma, y la vida tendría sentido otra vez. Ya nadie se les reiría en la cara por ser mitad romanos, mitad púnicos, y nadie les negaría empleo por el hecho de que no adoraban a los dioses de Roma.

Sus antepasados, hijos y nietos de Himilco y Marcia — aquellos que se habían quedado en Africa, los recibirían con brazos abiertos, y pronto — muy pronto, se olvidarían de las miserias en Tusculum.

En cuanto al barco donde se escondieron, ese barco — llamado “El Ganso de Mercurio” — aunque se veía como una nave de carga de trigo, era un barco que — secretamente, se dedicaba a trasladar gente de Italia hacia Cartago.

Así es — “El Ganso de Mercurio” era una nave espía.

Zarparía al anochecer, aparentando seguir las rutas tradicionales hacia la peninsula italiana.

Luego, en el medio de la noche, la nave daría una vuelta en alta mar.

Rumbo a Cartago.

Bueno. Ahora empezamos con nuestro episodio propiamente dicho. Las vidas de Atilio Régulo y Lutacio Cátulo.

Pero…

Primero la fe de erratas, y una pequeña promesa que hice durante nuestro Episodio pasado.

Entonces. Tengo aquí, dos errores que he cometido en nuestros últimos dos episodios, 68 y 69.

UNO — En nuestro Episodio 68 — La Batalla de Mesina, yo dije que cuando un tal Manio Otacilio Craso se paró en el medio del Senado de Roma para hablar, él no tenía ni manera de saber que 221 años mas tarde, Julio César sería asesinado en ese mismo lugar.

Bueno — el error de esta oración es que Julio Cesar, si bien fue asesinado en el Senado, el edificio del Senado no era ese mismo edificio.

Y eso es algo que Antonio — por medio de iVoox, me dió a saber.

Leo sus palabras literalmente.

Realmente, Julio César no fue asesinado en la sede tradicional del senado, o sea la Curia Hostilia, pues se hallaba en reconstrucción, por orden del mismo César, después de haber ardido, en los incidentes ocurridos durante el funeral de Publio Clodio, un aliado de César.

Más tarde, esa nueva sede sería conocida como Curia Julia. Julio César fue asesinado en la Curia de Pompeyo, un edificio adyacente al teatro del mismo nombre, y que estaba siendo utilizada como sede del senado, de manera provisional, mientras duraran la obras en la sede original.

Entonces. Ya oísteis.

César fue asesinado en la Curia Pompeya, no, en la Curia Hostilia.

Hablaremos más de eso en nuestro futuro Episodio 184 — Vida y Muerte de Julio César.

Gracias, Antonio, por su aporte. Esto fue un error de mi parte, por el hecho de que no sabía del incendio ocurrido durante los incidentes de ese funeral.

BUENO, Y AHORA — ERROR NUMERO DOS — En nuestro ultimo Episodio yo leí una larga lista de gente a la cual quería agradecer, y leí uno de esos nombres mal.

Mas que leer mal el nombre en sí, confundí la localidad de nuestro oyente Pedro Márquez, quien nos escucha de Venezuela, con su apellido.

Así es — yo había dicho “Pedro Márquez San Antonio,” desde la localidad de “Los Altos, en Venezuela.”

En realidad, es “Pedro Márquez,” de “San Antonio de los Altos,” que queda a unos — según Pedro mismo, 20 minutos de Caracas.

Bueno — errores corregidos, y una vez mas — gracias, Pedro Márquez, y gracias, Antonio!

Fe de erratas cerrada!

Ahora, a nuestra pequeña promesa, que quedó en el aire, por falta de tiempo.

La lista de batallas de la Primera Guerra Púnica, en orden cronológico.

UNO — La Batalla de Mesina — nuestro Episodio 68.

DOS — La Batalla — y asedio — y saqueo, de la ciudad de Agrigento. Eso lo vimos en nuestro Episodio pasado.

TRES — El primer sitio de la ciudad — en realidad, un pueblo, más que una ciudad — de Mitístrato. 261 AC.

Como una nota de al lado, muchas fuentes bibliográficas ignoran este sitio, pero nosotros no vamos a hacer eso. Mitístrato era una localidad dentro de la esfera cartaginense, en las montañas centrales de la isla. Ese asedio teníamos que haberlo dado en nuestro Episodio pasado, pero no hicimos eso — otra vez, por falta de tiempo.

Lo hacemos hoy, dentro de unos 15 o 20 minutos.

CUATRO — La Batalla de las Islas Lípari. 160 AC. Eso lo vemos hoy!

CINCO — La Batalla de Milas. 160 AC. Tambien — hoy!

SEIS — El encuentro campal de Termini, en la costa norte de Sicilia. 259 AC. Tambien vemos eso hoy, y con eso vamos a cerrar nuestro cuento de hoy .

SIETE — El segundo asedio de Mitístrato. 258 AC. A pesar de que hay muy poca información de ese evento, sabemos que la gente de ese pueblo — todos — terminaron siendo vendidos como esclavos.

OCHO — La Batalla de Sulci. 258 AC.  Nuestro Episodio siguiente.

NUEVE — La Batalla de Tíndaris. 257 AC. Para nuestro próximo Episodio.

DIEZ — La super-famosa Batalla del Cabo Ecnomo. 256 AC. Tema principal del Episodio que viene.

ONCE — El asedio de Aspis. 256 AC. Primer encuentro en suelo africano. Hablamos de eso un poquito hoy, pero solo por el hecho de que Atilio Régulo estaba al mando de las tropas romanas en ese encuentro.

DOCE — La Batalla de Adís. Tambien 256 AC. Y tambien tiene que ver con el tema de Atilio Régulo.

TRECE — La Batalla de Bagradas, tambien conocida como la Batalla de Túnez. 255 AC. Una lección para los romanos. Eso lo veremos en detalle en nuestro Episodio 72 — El Imperio Contraataca.

CATORCE — La Batalla de Palermo. 251 AC. Eso lo veremos en nuestro Episodio 73 — Sicilia, Córcega, y Cerdeña.

QUINCE — El sitio de Lilibea. 250 AC. Eso lo veremos en nuestro Episodio 74 — El Primer Pontífice Plebeyo. Durante esa etapa, interés popular de lo que sucedía en Sicilia, cayó a un nivel bajo récord.

DIECISEIS — La Batalla de Drépano. 249 AC. Obviamente, tenemos un Episodio especialmente para eso.

DIECISIETE — El sitio de Drépano, que duró entre los años 249 y 241 AC. Eso lo vamos a cubrir entre nuestros episodios 76 y 77, mientras prestamos atención a otros dos eventos mundiales. El nacimiento del Imperio parto, y la asunción al trono de su reino, de la persona que más tarde, se convertirá en el Primer Emperador de China.

DIECIOCHO — El fin de la Primera Guerra Púnica, con los siguientes cuatro eventos. La Batalla del Monte Ercte, las dos Batallas del Monte Eryx, y finalmente — la Batalla de las Islas Égadas. Eso ocurre en el año 241 AC, y lo vamos a ver en nuestro Episodio 79 — Roma 1 – Cartago 0.

[…]

Episodio 68 – La Batalla de Mesina

El primer enfrentamiento directo entre Cartago y Roma. El primer movimiento militar de Roma, fuera de Italia propiamente dicha. El primer sabor de sangre, para demasiados jóvenes romanos.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Sanya, en el Sur de China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 68 – La Batalla de Mesina.

Estamos en el año 265 antes de Cristo.

Aquí comienzan las Guerras Púnicas.

Y nuestro cuento — hoy, va a comenzar entre dos lugares, muy cercanos entre sí, y muy peligrosos para todos aquellos navegantes, que se aproximaban al estrecho entre Italia y Sicilia.

De un lado se encontraba el monstruo llamado Escilla — deletreo eso rapidito — E — S — C — I latina — L — L — A, y del otro lado se encontraba la hermosa (pero malvada) ninfa de Caribdis, quien según la mitología griega, tragaba por lo menos 30 olas por día, y luego las vomitaba a la costa, creando un remolino imposible de cruzar.

Deletreo eso rapidito, tambien. C — A — R — I latina — B — D — I latina otra vez — S. Caribdis.

Y esa noche, un bote se deslizaba por las aguas — entre Caribdis y Escilla.

Los seis hombres a bordo — (tres de ellos griegos, y los otros tres de Mesina misma), trataban de mantenerse justo en el medio entre los dos monstruos, porque el estrecho realmente no era ancho.

Un tiro de flecha podía alcanzar de una orilla a la otra, y cualquier bote que se acercaba demasiado a uno de los lados, era tragado sin merced alguna, o por la hermosa Caribdis, o por la feísima Escilla.

Caribdis era hija del dios Poseidón mismo, y fue creada cuando Poseidón — un día, decidió tener una aventura amorosa con la diosa Gea, diosa de la tierra misma.

Caribdis fue transformada en una ninfa malvada por el dios Zeus, quien la colocó del lado opuesto de Escilla, por haber creado una inundación de proporciones catastróficas.

Desde entonces, Caribdis — prisionera en ese lugar, se dedicaba a tragar olas, y a vomitarlas a la costa de Mesina, junto con todo aquello que se encontraba en esas olas.

Por su lado, Escilla tambien fue una hermosa ninfa con cola de pez, cuando era joven. Y según la Odisea de Homero, un pescador llamado Glauco se enamoró de Escilla, el día que la vió.

Se enamoró tan fuerte, que la siguió por todos lados, tratando de conquistarla. Y en sus desventuras, un día una poción mágica le fue dada a ese pescador, con la promesa que si Escilla se bañaba en agua conteniendo esa poción, los deseos carnales de Glauco se convertirían en realidad.

Ni dos por tres — Glauco vertió la poción donde Escilla se bañaba habitualmente, pero — en vez de enamorarse de Glauco, Escilla se convirtió en un monstruo con seis cabezas de perro.

Bueno, para hacer esta historia mas breve, a la mañana siguiente, el bote de los seis marineros fue encontrado totalmente destruido, en la costa de Sicilia, a metros de Mesina.

De los seis hombres, nadie jamas los volvió a ver, y por muchos meses, los habitantes de Mesina miraban hacia la costa al anochecer.

Quizás, en una de sus típicas vomitadas, Caribdis devolvería los restos de alguno de esos desdichados.

Lo que nadie sabía, era que los seis hombres fueron enviados secretamente, para reconocer el terreno entre la piedra de Caribdis, y la llanura frente a Mesina misma.

Fueron enviados por un Senador romano, llamado Manio Otacilio Craso.

De este Manio Otacilio Craso, mucho mas en unos minutos.

Pero por ahora, quiero que sepan que él era la mano derecha de Apio Claudio Cáudex, quien a su vez, era el hombre mas importante — en este momento, de la poderosa familia de los Claudios.

Bueno.

Una breve pausa, aquí, para explicar un poco, un par de cositas, al margen del tema.

Si bien la publicación de este Episodio se verá al aire cuando mis vacaciones ya hayan terminado — y ya va a ser Septiembre, he escrito los primeros cuatro episodios de la Primera Guerra Púnica, lejos de Pekín, y lejos de la contaminación de la capital china.

Sin micrófono a mano, y con semanas de pasarme descansando, y nadando, y tomando sol, con mi familia, lo único que realmente podía hacer, era relajarme, y escribir.

Y comer piñas.

Por ejemplo — ensalada de frutas con piñas.

Pan de piñas por las mañanas, untado con manteca de piñas, o con mermelada de piñas.

Almuerzo, era algo así como carne asada con piñas, puré de piñas, jamón o mortadella con trocitos de piñas, arroz y pollo con piñas super picantes, seguidos por helado de piña, o una sopa caliente de piñas, que adentro tenían — bueno — cubitos de … piñas!

Enfin.

Todo lo demás tendría que esperar — incluyendo mi conexión con Facebook y Twitter.

Así que cuando escuchen eso, sepan que ya estoy de regreso en Pekín, después de pasarla bien en la isla de Hainan, en una ciudad llamada SanYa.

La ciudad de las piñas!

[…]

 

Episodio 65 – Estado de la Unión – 268 AC

El mundo alrededor de Roma, años antes de la llegada del imperio parto, el primer emperador de China, y de las inminentes guerras púnicas.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 65 — Estado de la Unión – 268 AC.

Estamos en nuestro quinto Episodio de El Estado de la Unión, y estamos a punto de zambullirnos en las aguas de las Guerras Púnicas.

Eso significa que esta vez vamos a ver mucho mas del tema de Cartago, la gente que vivía allí, la gente que gobernaba con Cartago, y cuales eran las mayores diferencias entre Cartago y Roma.

Y primero que nada, una pregunta — por qué esas guerras se llaman Púnicas?

Por qué no se llaman las guerras de Cartago, o las guerras cartaginenses?

No sería más lógico?

Al final y al cabo, hemos tenido las Guerras Samnitas, las Guerras Pírricas, y las Guerras Latinas.

Y obviamente, las Guerras Samnitas eran contra los Samnitas.

Las Guerras Pírricas eran contra Pirro, y en un futuro — las Guerras Macedónicas serán contra Macedonia, y las Guerras Celtíberas serán contra los Celtas de Iberia.

Miren que lógico está eso!

Entonces, de dónde proviene la palabra Púnico o Púnica?

La respuesta a eso, y mucho más, entonces, cuando nuestra águila llegue a Cartago.

Y esta vez, en nuestro vuelo alrededor del mundo de Roma, tambien tenemos que ver con mucha más amplitud dos regiones, a saber.

Partia y China.

Partia porque estamos muy cerca de presenciar el nacimiento del Imperio Parto, y China porque estamos muy cerca de presenciar la llegada al trono, del tal conocido Primer Emperador de China.

Ambos eventos son tan importantes en sí mismos, que nuestro futuro Episodio 76 se llamará “Nace el Imperio Parto,” y nuestro futuro Episodio 77 se llamará “El Primer Emperador de China.”

Obviamente, esos dos episodios no serán dedicados exclusivamente a eso, sino que tendrán ese tema incluido en el resto de todos los acontecimientos del año en cuestión.

Al fin y al cabo, nosotros vamos a estar metidos en el medio de la Primera Guerra Púnica, y vamos a estar super ocupados dando vueltas a la isla de Sicilia, como si fuera una calesita.

Ya.

Entonces — estamos en el año 268 AC, y nuestra águila irá desde Roma misma, primero hacia el norte (hasta los Alpes), y luego dará una enorme vuelta al Mar Mediterráneo, en el sentido del reloj.

Después de eso, vamos a escuchar — muy rápidamente, la lista de futuros episodios, desde este Episodio 65, hasta el Episodio 250, que nos va a encontrar en el año 68 después de Cristo.

Así es — al final de este Episodio veremos la lista entera del plan del podcast, Episodio por Episodio, con el nombre del Episodio, y una palabrita o dos, acerca de ese Episodio, si es que hace falta.

Y como esta vez no tenemos el segmento de la Palabra en Latin, podemos comenzar ya!

Qué les parece?

Roma

Roma, como ya era de costumbre, se estaba recuperando de otra peste.

Dos años más tarde, es decir, en el 266, Roma verá otra peste, una peste mucho más aguda, y otra vez, será por el tema del agua, los desagües, y — por supuesto, el plomo.

Los romanos, como buenos ingenieros, y como gente muy práctica, sabían que Roma no podía sobrevivir con el agua del Acueducto Appio solamente, y cuatro años antes, se pusieron a construir un Acueducto mas grande.

En este año — el 268, ese acueducto por fin estaba listo, y los romanos tuvieron una cantidad de cosas por primera vez.

Por primera vez, agua entraba a la ciudad de Roma, montada encima de columnas y arcos, porque esa agua tenía un nivel más alto que el Acueducto Apio.

Por primera vez, las partes más altas de la ciudad, se vieron abastecidas con agua corriente.

Por primera vez, el agua provenía de montañas — no de las afueras o cercanías de Roma, sino de una distancia de nada menos que 64 kilómetros.

Así es — el segundo acueducto romano traía agua desde los montes mas allá del Lacio, de una distancia que antes, la gente no se podía ni imaginar.

Y por primera vez, el Senado no tuvo que ni discutir el tema del financiamiento de esa obra, porque lo que los romanos obtuvieron después de vencer a Pirro, era más que suficiente para la construcción de esa obra tremenda.

Y digo tremenda, porque ese acueducto traía mas que el doble del Acueducto Apio, y con una fuerza de tracción siete veces mayor.

Eso se debía a la altitud de la fuente misma, ubicada a 850 metros sobre el nivel del mar. La fuente en sí, era un lago, llamado el Lago del valle del Anio.

Habrá otro acueducto mas, en el futuro, que traerá agua de ese mismo lago, pero 250 años van a pasar antes de que eso suceda.

Hoy por hoy, los romanos lo llamaban el Acueducto del Anio.

Más tarde — en unos dos siglos y medio, lo llamarán, el Acueducto del Anio Viejo, para distinguirlo del Acueducto del Anio Nuevo.

Y van a pasar otros setenta años hasta que Roma obtenga su tercer acueducto, así que este evento era uno de los mayores eventos de este año.

Y como para compararlo al acueducto Apio, veamos un par de datos.

Largo del Acueducto Apio — 16 kilómetros.

Largo del Anio — 64 kilómetros.

Inclinación del Acueducto Apio — 0,06%

Inclinación del Anio — 0,36%

Eso significa, que por cada kilómetro, el agua caía unos 36 centímetros.

Altura en la fuente del Acueducto Apio — 30 metros… Casi nada!

Altura en la fuente del Anio — 850 metros.

Metros cúbicos por día del Acueducto Apio — 73 mil.

Metros cúbicos por día del Anio — 176 mil.

Bueno.

Y con todo eso, todavía tuvieron, un brote de peste, dos años más tarde.

[…]

Episodio 63 – A dónde fueres, haz lo que vieres

Roma. Amo y señor de casi toda Italia. Los Juegos Capitolinos. La muerte de Pirro en Argos.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 63 — A donde fueres, haz lo que vieres.

Después de la lucha, el joven Publio Lucio — el mayor de todos los nietos de Publio Emilio Eugenio, volvió a casa tarde.

Los huesos le dolían como si él hubiese estado en la lucha, y Publio abrió el portón con cuidado, tratando de no despertar a su padre.

Pasó por el patio central de la casa, y se fue derechito a la habitación de su abuelo.

Abuelo Publio estaba recostado en la cama, pero despierto. Su silla de ruedas estaba al lado de la cama, y una pequeña lampara de aceite iluminaba la habitación.

— “Abuelo,” exclamó el joven.

El viejo sonreía, y le señaló al joven de no hacer ruido, con un dedo cruzando los labios.

— “No despiertes a tu padre!”

Publio Lucio sonrió tambien. Entre abuelo y nieto, eran como cómplices en las desventuras del joven. Y como patriarca de la familia, el viejo muchas veces apoyaba y defendía las travesuras de su nieto.

— “Cómo te fue con los juegos?” preguntó el viejo.

— “Bien,” respondió el joven, en voz baja. “Un espectáculo! Tal como lo dijo, abuelo. Por Júpiter! El mamertino le ganó al sabino. Le rompió huesos, como si fuesen ramas secas.”

Y mientras el nieto le contaba los eventos del día a su abuelo que ya no podía caminar, el padre del joven apareció por el marco dela puerta.

— “Otra vez tarde? Y otra vez, despertando a tu abuelo?”

El joven, que estaba sentado en la cama, al lado del viejo, se dió vuelta en un susto. Estaba a punto de pararse de un salto, pero el viejo lo agarró de una muñeca.

— “Publio,” gritó el viejo. “Tu hijo no me despertó! Estábamos hablando de la final!”

— “Pero padre! Eso no es excusa de volver a casa, a esta hora,” respondió Publio — el padre, indicando la lámpara de aceite.

El padre estaba furioso. Cada que que el viejo lo defendía — frente al nieto mismo, el padre perdía autoridad sobre su propio hijo.

Pero, la verdad era que los romanos vivían en una sociedad patriarcal, y mientras el viejo estuviese vivo, las leyes las dictaba él, y no el padre.

— “Ah… Por Mercurio! Tranquilízate, hijo,” dijo el viejo, tratando de calmar la situación. “Mañana es la final! Y — si hubiese podido, yo tambien hubiese ido a ver esa pelea!”

Publio — el padre, suspiró.

Resignado.

Y dentro suyo, Publio — el nieto — tambien suspiró con alivio. Su padre no le podía hacer nada, mientras abuelo estuviese ahí.

Y además… 

Eran los Juegos Capitolinos.

Publio — abuelo, padre, e hijo — mandaron a un esclavo, a traer mas vino. Mañana era la final del Pancracio, y la producción de 13,000 escudos no se iban a retrasar, por un día o dos.

Luego, tambien mandaron buscar a tres esclavas, traer uvas, jamón, y a tocar el arpa, mientras los tres debatían quien iba a ganar mañana.

En realidad, todo el mundo en Roma, se volvía un poco loco, durante los Juegos Capitolinos.

Y este año era un tanto especial, porque una camada de atletas nuevos en las varias disciplinas de los juegos, prometían espectáculos, drama, tensión, y la venta de mucho vino, por toda Roma.

Así que — de los Juegos Capitolinos vamos a hablar un poco mas — en unos minutos.

Ahora, a nuestro tema principal de hoy.

Estamos en el año 273 AC.

Los Cónsules electos el este año, son dos Cayos, de dos familias opuestas.

Cayo Fabio Dorsón Luscino, y Cayo Claudio Canina.

Mientras uno de los Cayos era de los Fabios, el otro era de los Claudios.

Así es.

Con solo escuchar los nombres, ya pueden saber a qué familia pertenecían, y por ende — a qué tribus representaban.

A medida que el tiempo avance, vamos a hablar mas de eso, porque esa parte de la política en Roma nos da un entendimiento mucho mejor, en un tiempo cuando todo el mundo piensa — WOW! Qué lío! Cónsules cambiaban cada año! Como uno puede aprenderse la historia de la república romana?

Pero van a ver, que si lo miran desde el punto de vista de las tribus romanas, todo se hace mas fácil.

Y ademas, la historia de Roma se convierte en un verdadero Cuento de Roma.

Mas interesante.

Mas lógico.

Mas Cuento.

Bueno.

Durante nuestro Episodio pasado, vimos la primera parte del resto de la vida de Pirro de Epiro.

Hoy veremos el resto.

Luego veremos el tema de los Juegos Capitolinos, con mas detalle, y después de eso, vamos a hablar de los eventos del año 273 AC, que en realidad no fueron pocos, a pesar de que no hubo guerras declaradas.

Esos eventos los dividí en tres partes, a saber:

UNO — La visita de otra embajada de Egipto. Y — por supuesto, el año proximo tendremos la visita recíproca de Roma a Alejandría, tal como sucedió antes.

DOS — La muerte del viejo Apio Claudio, el Ciego.

Y TRES — Pirro de Epiro llama a su hijo, al cual había dejado en Tarento con una pequeña guarnición militar, a que vuelva a Grecia, y que le ayude en sus campañas militares.

Obviamente, eso nos va a llevar a la próxima muerte de Pirro.

Bueno.

[…]

 

Episodio 60 – Alianza con Cartago

Roma y Cartago firman tratados. Pirro se pasea por Sicilia, y finalmente falla en la conquista de una ciudad llamada Lilibeo. Luego, regresa a Italia.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 60 — Alianza con Cartago.

Hoy vamos ver — mas en detalle, los tratados entre Roma y Cartago, en los tiempos de las guerras Pírricas.

Durante nuestro Episodio pasado vimos como Pirro termina conquistando las ciudades de Tauromenio, Catana, y muchos otros poblados entre esas localidades y Siracusa.

Y luego vemos como los cartaginenses, a pesar de tener superioridad numérica, deciden retirarse de Siracusa y abandonar el asedio a esa ciudad.

Pirro se había convertido en una máquina

que arrasaba con todo lo que se le enfrentaba,

y quizás,

eso fue la causa del error de juicio

mas grande que Pirro cometió,

en toda su vida.

Hoy, vamos a ver eso.

Tras ocupar Siracusa, Pirro se fue a Leontini.

Ocupó Leontini sin lucha alguna.

Después se dirigió a Agrigento, que en ese entonces se llamaba Akragas.

Ahí encontró con Sóstrato, nuevamente.

Sóstrato — en una ceremonia bastante elaborada, le regaló una treintena de villas y pueblos a Pirro, como territorio personal del nuevo rey de Sicilia.

Ahí, Pirro obtuvo 8,000 infantes más, y unas 800 unidades de caballería.

De ahí, salió para el oeste.

Y apenas salió, otra noticia buena…

Resulta que los ciudadanos de una localidad llamada Enna habían degollado a la totalidad de la guarnición cartaginesa, y esperaban a Pirro, para aliarse oficialmente con él.

Con los refuerzos conseguidos, el ejercito de Pirro ahora tenía mas de 30,000 soldados de infantería, 2,500 de caballería, y sus casi 30 elefantes. Dos elefantes, habían nacido en Sicilia misma, y eso era un evento que nadie en Sicilia, jamás había visto, antes.

Bueno.

Después, lugares como Selinus, Segesta, y otras ciudades seguían cayendo bajo el dominio de Pirro.

Los mercenarios de Cartago, ya sabiendo del desastre que los elefantes podían causar, seguían retirándose, a medida que Pirro avanzaba.

Pero a medida que venían retirándose, la gente local de los pueblos por los que pasaban, los venían persiguiendo y matando.

Las bajas púnicas eran numerosas, a pesar de que — por meses, no hubo batallas campales.

Bueno.

Antes de ver el error garrafal de Pirro de Epiro — algo que realmente pudo haber cambiado la historia de Roma entera, y quizás la historia del mundo, vayamos rápidamente a nuestro segmento de la Palabra de la Semana, en Latin.

[…]

 

Episodio 59 – El Sitio de Siracusa

Pirro de Epiro abandona Italia. Y por tres años, todos los frentes de batalla, lo siguen a Sicilia. Pirro libera Siracusa.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 59 — El Sitio de Siracusa.

El viento, tan omnipresente en Tarento, desapareció — y Pirro sentía el calor y la presión del aire, a pesar de que ya era de noche.

Reclinado en una hamaca, Pirro pensaba en Sicilia, y todo lo que sucedió en estos últimos dos meses.

La desastrosa victoria en Ásculo.

La pérdida de tres de sus mejores amigos, en esa misma batalla. Sobre todo, porque esos amigos tambien eran tres de los mejores oficiales que Pirro tenía.

En realidad, Pirro perdió mucho mas que tres de sus oficiales. Y reemplazarlos era imposible, porque su patria se encontraba en problemas con invasiones gálicas.

Así es — los Galos, otra vez.

Bajo el comando de un tal Breno, galos avanzaron desde Europa Central hacia Macedonia, Grecia, y Asia Menor.

Y no estoy hablando de aquel Breno que destruyó Roma, allá por el año 390 AC.

De este Breno — vamos a hablar en unos minutos.

Y mientras Pirro navegaba por el mar de su vida en su mente, una muchacha que estaba a su lado, comenzó a acariciarlo, quizás recordándole que ya era muy de noche, y que a la mañana siguiente, había mucho que hacer.

Pero Pirro no tenía ganas de dormir.

O de devolverle la atención prestada, a esa muchacha. 

Al final y al cabo, Lanassa era tanto mejor. Y tanto mas hermosa.

A pesar de que Lanassa odiaba a Pirro por mantener un estilo de vida que hoy conocemos como poligamía, Pirro siempre pensó que Lanassa — hija de Agatocles de Siracusa, era la mejor de sus esposas.

A pesar de su carácter explosivo.

A pesar de que se fue a dormir con el enemigo de Pirro, años mas tarde.

A pesar de que tambien se llevó consigo su dote, el día que se fue. La isla de Corcira.

Lanassa abandonó a Pirro, diciendo que él le prestaba mas atención a sus mujeres de origen bárbaro, que a sus mujeres de raza refinada.

Así es.

Lanassa era mejor que Antígona de Egipto, la primera de sus esposas, quien — según historiadores, había muerto dando a luz.

Y Lanassa era mejor de Bircena de Iliria, quien le había dado al hijo, que ahora lo acompañaba en Italia. En realidad, Pirro nunca amó, o quiso a Bircena. Ella solo representaba una necesidad diplomática, con los fuertes Ilirios.

Al parecer, Lanassa, tenía un poder mágico sobre la mente de Pirro. En total, Pirro tuvo cinco.

Y — por supuesto, Lanassa era mucho mejor que esta muchacha de origen desconocido, sentada a su lado, y que no paraba de provocarlo con suspiros y caricias.

Golpes en la puerta arrancaron a Pirro de sus meditaciones.

[…]

Episodio 58 – Otra Victoria Pírrica

La segunda batalla entre Roma y Pirro de Epiro. Al final, en Ásculo, Pirro ganó. Pero fue una victoria tan costosa, que fue ahí que la famosa frase “una victoria pírrica” fue creada.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 58 — Otra Victoria Pírrica.

Estamos en el año 279 AC, y los Cónsules electos para ese año eran Publio Sulpicio Saverrión, y Publio Decio Mus.

Si — ese mismo Publio Decio Mus, que era el hijo de Publio Decio Mus, y tambien el nieto de Publio Decio Mus.

Y si — tanto su padre como su abuelo, perdieron la vida, en el ya conocido DEVOTIO — (sacrificio en Latín), en el medio de una batalla, y ambas veces, los romanos vencieron en esas batallas, después de esos sacrificios.

En cuanto a Publio Sulpicio Saverrión, sabemos que ya era un hombre de edad, y que sirvió como Cónsul en el año 304 AC, y que tambien fue nombrado Censor, en el año 300 AC, es decir — 21 años atrás.

Y por supuesto que tambien sabemos, que pertenecía a la gens de los Sulpicios, de los cuales tendremos varios descendientes en el futuro, especialmente en España.

Así es, varios de los descendientes — no directos, pero — pertenecientes a esa familia bastante amplia, serán mártires y santos, y hasta habrá uno con el don de curar gente, en el nombre de Jesus, y el Espíritu Santo.

No veo la hora de llegar a esa parte de nuestro cuento, pero — ahora estamos en Heraclea.

Y acabamos de perder en Heraclea.

La Batalla de Heraclea fue importante por dos razones.

Esta era la primera vez en la historia de la antigüedad, que una Falange de tipo griego, se enfrentaba a una legión romana.

La otra razón era que, por primera vez, los romanos se las tuvieron que ver con elefantes.

Ahora, volviendo al tema de la batalla misma, Levino — quien muchas veces tambien es llamado como Lavinio en fuentes históricas, no fue castigado por el Senado de Roma, por haber perdido en Heraclea.

Pero para no hacer un lío en este Episodio, y a través del podcast, yo voy a llamarlo Levino — en vez de Lavinio.

Entonces, Publio Valerio Levino, y ya.

Y en cuanto a la derrota que Publio Valerio Levino sufrió en el sur de Italia, Plutarco escribió que Fabricio Luscino — uno de los Cónsules romanos del año 282 AC, dijo que, en realidad, no fueron los griegos que le vencieron a los romanos, sino mas bien, fue Pirro, quien le venció a Levino.

Y si no se acuerdan bien de este Fabricio Luscino, no se preocupen, que en unos minutos mas, vamos a hablar mas de él.

Y aquí quiero notar que en este año, el año 279 AC, muchos de los participantes de los eventos mas importantes se equivocaron, en varias cosas.

Y cuando digo “equivocación,” estoy hablando de malentendidos, o mal juicio.

Veamos.

Voy a listar tres cosas, por ahora, y veremos si aparecen otras situaciones así — mas tarde, en este Episodio.

UNO — Cuando los romanos se fueron corriendo del campo de batalla, después de haber estado varias veces, muy cerca de vencerles a los griegos, y después de que los elefantes inclinaron la balanza en favor de Pirro, estos romanos estaban seguros que Pirro, y sus tropas, los iban a perseguir, hasta las puertas del inframundo mismo.

Así que los romanos corrían — a toda velocidad.

Pero no! Los romanos se equivocaron.

Nadie siguió a los romanos. Si bien los romanos perdieron muchos soldados — ya vimos las cifras durante nuestro episodio pasado, nadie mas murió, cuando se fueron corriendo hacia Apulia.

Y la razón de este error fue que, dos de los elefantes de Pirro, al ver a los romanos salir corriendo, se dieron vuelta, y comenzaron a hacer destrozos en las hileras de los guerreros griegos.

Vaya!

Y hasta que esos elefantes fueron calmados, ya era muy tarde, para empezar a perseguir a las tropas de Levino.

DOS — Pirro tenía esperanzas de que mas pueblos de Italia se le irían a unir, cuando él atacó Roma.

Por lógica, pueblos que estaban firmemente bajo el yugo de la república, tendrían que haberse rebelado en contra de Roma. Y se tendrían que haber unido a Pirro, en menos de lo que canta un gallo, como dicen en el campo.

Pero no! Pirro se equivocó.

[…]

Episodio 53 – La Torre de Alejandría

Nuestro homenaje a la Torre de Alejandría. Tambien vemos preparaciones entre Roma, Cartago, y otros eventos que se avecinan. Es la calma antes de la tormenta.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 53 — La Torre de Alejandría.

Saltemos por unos tres minutos al año 956 del Señor.

No el 956 antes de Cristo, sino después de Cristo.

En ese año, un tal llamado Sancho I de León fue proclamado rey de la región del mismo nombre — León.

Pero como Sancho era tan, tan gordo, la nobleza de León y Castilla decidió destronarlo dos años mas tarde, bajo el comando de un conde, llamado Fernán Gonzalez.

Lo que sucedió con Sancho después de eso, ya es parte de otra historia, y posiblemente de otro podcast, pero sí quiero añadir que Sancho buscaba ayuda de todo tipo por el tema de su gordura.

Y entre los que le ayudaban a Sancho, hasta tenemos al médico personal del califa de la ciudad de Córdoba, un médico llamado Ibn Saprut.

La razón por la que incluyo la asunción al trono de Sancho el I, es que ese mismo año — bueno, para ser más exacto, dos días mas tarde, un terremoto estremeció la cuenca entera del mar Mediterráneo.

Y si bien, ese temblor apenas se sintió en España, a unos 3500 kilómetros mas al este, ese mismo temblor le dió el primer golpe de gracia a una de la siete maravillas del mundo antiguo.

Así es — tres cuartos de la Torre de Alejandría, tambien llamada “el Faro de Alejandría” se derrumbaron sobre la isla en la que ese faro se encontraba por doce siglos.

Dos terremotos mas siguieron, y el terrible temblor del año 1323 fue cuando toda esperanza de reconstruir esa torre, fue abandonada.

Bien.

Hemos visto la muerte de una estructura física, antes de ver su nacimiento.

Ese es el poder de la historia.

Ahora, volvamos a nuestro año, el 285 AC.

Es un año de paz. Relativa paz.

Pero en realidad — es la calma antes de la tormenta.

Una delegación del reino Ptolomeo de Egipto acababa de obtener su audiencia con el Senado de Roma, y los resultados eran de lo mas positivos, para ambos lados — Romanos, y Ptolomeos.

Y no digo Egipcios, porque los egipcios — es decir, la gente oriunda que vivía en esa parte del mundo, no le era de verdadera importancia al reino de los Ptolomeos, mas allá de las cosechas, impuestos, y el mantenimiento anual de las inundaciones del Nilo.

Aparte de eso, los gobernantes helenísticos del Egipto no se andaban preguntando mucho de lo que realmente andaba pasando en Egipto.

Y tampoco tenían el tiempo de preocuparse de eso, porque en Alejandría, había mucho que hacer. La torre — la cual describiremos en detalles en unos minutos mas, estaba lista, y la librería de la misma ciudad ya estaba en los planes de la nobleza de esa ciudad.

A menos de cien años de ser fundada, por ya sabemos muy bien quien, Alejandría se va convertir en la ciudad mas grande del mundo, y mantendrá ese estatus hasta que Roma la pase, allá cuando lleguemos a los últimos años de la vida de Julio César.

Y sabemos muy bien, que no es fácil hacer que una ciudad se convierta en lo que bien podría llamarse CAPUT MUNDIcapital del mundo, si bien personalmente considero que Alejandría nunca llegó a ser una verdadera CAPUT MUNDI.

Así es — ese honor, personalmente solo le doy a Roma, y mas tarde, a Paris, Londres, y Nueva York.

Ni siquiera ciudades como Ur, o Babilonia, Menfis, Atenas, Pekín, Tokio, Moscú, Berlín, o hasta Washington, la capital de los EEUU, se merecen ese titulo.

Bueno, volvamos a la Torre de Alejandría.

Y antes de ver las características físicas de la torre misma, quiero decir muy brevemente que sí existen versiones que dicen que esa torre fue construida entre los años 285 y 247 AC, pero eso — mis queridos oyentes, se lo dejo a cada uno de vosotros.

Lo que verdaderamente importa aquí, es que la Torre existió — y aquí van sus características en una lista de 20 puntos:

1 — La Torre de Alejandría fue construida en una isla frente a la misma, donde cientos de barcos chocaban — y naufragaban, contra las rocas de la isla. La construcción de la torre medía entre 103 y 135 metros de altura.

2 — La Torre fue, por muchos siglos una de las estructuras hechas por humanos mas altas del mundo. Tambien fue — y sigue siendo, el arquetipo de todos los faros del mundo. Así es — ese faro es el plano principal de todos los faros del mundo.

3 — La base de la torre era un cuadrado de 30 metros de cada lado, sobre una isla de unos 100 metros de largo por unos 200 metros de ancho. Cuando la construcción se inició, solo unos náufragos vivían en la isla.

[…]

Episodio 52 – Estado de la Unión – 286 AC

Un gigantesco vuelo de águila alrededor del mundo de Roma, y más allá. También, un homenaje a Piteas, y a la futura Dinastía Qin, en China.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 52 — Estado de la Unión – 286 AC.

Hemos llegado a nuestro cuarto Episodio de “El Estado de la Unión,” y esta vez nos encontramos justo en el medio entre las guerras samnitas y las guerras pírricas.

Los Samnitas ya no nos molestarán en gran medida, y si bien Pirro tratará de hacer que mas pueblos de la península italiana se unan a su causa, en gran medida no lo va a conseguir.

Por otro lado, este es nuestro episodio 52, lo que — según un calendario, equivale a un año de trabajo acumulado.

Un año — 52 semanas.

Y creo que con eso, sale un poco a luz el por qué hice que cada 13 episodios he decidido hacer un episodio — digamos, de repaso.

Si, el numero 13 ha sido un tanto significativo en mi vida, y a veces, hasta digo, que el numero 13 es uno de mis números favoritos.

Pero en este podcast, el numero 13 equivale a un 25% de un año.

O sea, que cada 13 episodios, cuando tenemos un repaso, en realidad tenemos una estación por detrás. Verano. Invierno. Otoño. Primavera.

Y como un dato de futuro, aun nos quedan exactamente 34 episodios de “El Estado de la Unión” en este podcast, y trato de hacer que con el tiempo estos episodios se transformen en un valioso juego didáctico de aprendizaje.

Bueno — hablando de aprender, vamos a trabajar.

Primeramente vamos a ver qué está sucediendo en Roma.

Aquí vamos a incluir 4 partes, a saber:

UNO — Un poco de la vida cotidiana en Roma misma, tanto en la ciudad, como en un cuartel de un ejército romano cualquiera.

DOS — Vamos a leer una breve lista de las altitudes sobre el nivel del mar de cada una de las siete colinas de Roma.

TRES — Vamos a ver la relación entre Roma y tres culturas de ese tiempo.

UNO – Roma y Egipto.

DOS – Roma y Grecia.

Y TRES – China, ahora que estamos a solamente dos generaciones de la fundación de la dinastía Qin, un punto pivotal de la historia de ese país.

Y CUATRO — Veremos tres cosas un tanto extrañas que sucedían en ese tiempo en Roma.

Hombres perdiendo la cordura, y mujeres envenenado a sus maridos.

Luego, viene nuestro vuelo de águila.

Lógicamente, en nuestro ya conocido vuelo de águila, iremos en el sentido del reloj, por todo el mundo que pronto, será parte de Roma y los romanos.

El norte de Italia.

Iliria y Macedonia — como olvidarse de Macedonia esta vez, verdad?

Grecia y Tracia.

De ahí, seguiremos por el Oriente Cercano hasta llegar a ver cómo se ha dividido ese inmenso imperio que Alejandro Magno logró amasar en su breve vida, y que luego fue despedazado en cuatro partes.

Después de ahí — Egipto.

Luego — Cartago.

De ahí cruzamos el estrecho del Gibraltar, e iremos a la futura provincia romana llamada Hispania, donde solamente vamos a listar los pueblos que vivían en esa parte de Europa, ANTES de la llegada de los romanos.

Luego de eso, nuestro homenaje a Piteas, el famoso navegante griego que vivió la mayor parte de su vida en Massilia, en el sur de las Galias.

Y tal como les dije durante nuestro Episodio pasado, en nuestra tercera parte, listaremos todas las guerras de Roma, en orden cronológico, una por una, desde el comienzo hasta hoy — es decir, hasta el año 286 AC.

Ya.

Qué les parece?

[…]

Episodio 43 – La Vía Apia – Segunda Parte

La segunda parte de la Vía Apia. Con detalles como los romanos hallaban aguas subterráneas, y las herramientas que utilizaban.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 43 — La Vía Apia – Segunda Parte.

— “Un paso más a tu izquierda!”

El muchacho, a 23 pasos y medio del agrimensor, no oyó la orden, y por lo tanto, no se movió.

— “A la izquierda, te he dicho,” gritó el agrimensor.

El muchacho, ahora asustado, se movió a la izquierda. El pobre aprendiz no podía oír ni una sola palabra, con el viento del mar Tirreno, soplando en la dirección del viejo enojado.

— “Un solo paso, te dije,” volvió a gritar el topógrafo romano. “Que stulte, ese muchacho,” pensó el viejo.

Stulte era la palabra que los romanos usaban cuando estaban verdaderamente enfadados por la incapacidad o estupidez de algún aprendiz, o un estudiante un tanto “lento.”

Traducido al castellano, “stulte” equivale a algo así como “idiota.”

Cuando el muchacho se trató se poner en el lugar correcto, pisó una piedra y en un movimiento que solo duró un segundo, la groma, más alta que el muchacho mismo, se cayó de entre sus brazos, y se fue al piso.

El brazo de soporte de la groma se quebró, y hasta el mismo mástil, el centro del instrumento, con su punta de hierro aguda, se torció en la tierra hacia un lado.

La groma, así, ya no servía para nada.

Entre maestro y aprendiz, habían logrado poner dos gromas en su lugar, y faltaban dos más.

El cuadrado que formarían con las lineas de las gromas, serian el mas básico de los quehaceres de un aparejador romano.

Asi es.

Nada era mas simple que crear el plano para una ruta, o un campo militar romano, o — en este caso, un campo donde en menos de un mes, mil obreros — esclavos, libertos y artesanos libres, trabajarían sin parar.

Establecer un cuadrado de lineas perfectamente rectas, y con ángulos en 90 grados, con nada mas que herramientas como palas, cierras, martillos, cinceles, clavos, divisores, cuadrados, y un nivel que se parecía a un banquillo de cuatro a siete pies — un tanto rudimentario, llamado el chorobate, todo eso era el deber de un agrimensor romano.

Tornillos no se habían inventado aun en Roma.

Y tampoco había brújulas, o carretillas para llevar toneladas y toneladas de tierra y rocas de un lugar a otro.

Mientras en China antigua, la brújula fue inventada alrededor de este mismo tiempo; la carretilla fue dibujada en los edificios funerarios de un gobernante de la dinastía de los Han, en el año 118 AC.

Increíblemente, la carretilla común no aparece en Europa hasta el siglo diez, ya en la Edad Media.

Bueno — sí existen teorías de que en Constantinopla sí se usaba un forma de carretilla con una sola rueda alrededor del siglo tres de nuestra era, pero hasta el día de hoy, no existen pruebas de esto.

Pero, volviendo a nuestro muchacho y al agrimensor, el día de trabajo entero — y esa groma, con su base torcida, estaban completamente perdidos.

El muchacho que acababa de romper la groma era el nieto de Falvio, aquel Falvio que haba elegido vivir en Tusculum, después de haber visitado Roma por primera vez a la edad de quince años, en los tiempos cuando Lucio y Aeliana aun estaban vivos.

Ese nieto, llamado Hanno, fue llamado así, en honor a un tío suyo, pero el nombre siempre le causaba ser ridiculizado en la sociedad super-romanizada de Tusculum, porque era obviamente un nombre de origen fenicio.

El joven Hanno no quería estar en Italia, y mas de una vez, le pidió a su padre que fuesen a Cartago, donde su tío vivía.

Ese tío recientemente volvió de Italia a Cartago, y comenzó un negocio de excavación y producción de alquitrán — tambien conocido como brea egipcia, la cual, él vendía con mucho éxito, a todas las colonias a lo largo de la costa de Africa del Norte, y hasta en algunas de las colonias, en lo que hoy conocemos como España.

En la mente de Hanno, en Cartago, la vida valía la pena ser vivida.

Tal vez en Roma la vida era mejor, pero aquí en Tusculum, los días se mezclaban entre sí, en una aburrida secuencia de memorias — todas de color gris.

Y eso era verdad.

Al contrario de Roma, ciudades como Tusculum no florecían.

Menos trabajo, menos oportunidades, y menos gente vivía en Tusculum que cien años antes.

Lentamente, la ciudad caía en un manto de desuso, desinterés, y desdicha.

Ya no existían poderosos senadores como el viejo Anio, que pudiesen impresionar al Senado de Roma, y si no hubiese sido por los puestos de trabajo, que el censor Apio Claudio creó con la Vía Apia, la situación sería peor aun.

[…]