Episodio 85 — La Primera Guerra Ilírica

Teuta, la viuda de Agrón. La primera guerra ilírica. Y estamos a un año de la muerte del padre de Aníbal.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 85 — La Primera Guerra Ilírica.

Entre todas las cosas que Marco Tulio Cicerón escribió en su vida, quiero destacar una frase, sacada de su obra llamada Epistolae ad Familiares.

Preferiría la paz más inicua a la más justa de las guerras.

Esto, mis queridos oyentes, es como comienza el libro llamado Africanus, el Hijo del Cónsul, escrito por Santiago Posteguillo, autor de — entre otras obras — Legiones Malditas.

Es como quiero comenzar este episodio, hoy!

Como una nota de al lado, este libro, lo comencé a leer esta semana, y creo que vale su peso en plata. Veremos. Por recomendarme y prestarme el libro, gracias a uno de nuestros oyentes, quien — dicho sea de paso, comienza a formar parte del podcast, hoy mismo.

Bueno.

Cuando Marco el Alto se fue a comprar pan, el menor de sus nietos lo siguió desde una distancia, para poder ayudarle, si su abuelo se volvía a caer.

Así es — marco el Alto se había caído tres veces, este año, y a pesar de que caminaba derecho y sin la ayuda de un bastón, a cada paso, el pie derecho se iba un poco hacia la izquierda, justo antes de pisar.

Y así, sin quererlo, Marco se tropezaba en escalinatas, callejuelas con baldosas desiguales, y sobre todo, en los altos umbrales de negocios pequeños en el Aventino y la Subura.

Luego, Marco se encaminó a casa, y sin siquiera levantar la vista, le preguntó a su nieto.

—”Sigues sin confiar en mí, verdad?”

El joven se enderezó desde atrás de su escondite, y avanzó hacia su abuelo, sin responder.

—”Ya! Vamos a casa,” dijo Marco el Alto.

Resignado al destino, ambos se fueron caminando a casa — despacito.

—”Si Flavia me viese así, no le gustaría ni medio,” añadió el viejo.

El joven Marco protestó.

—”Y tampoco le gustaría que solo come pan y aceite de oliva, abuelo. Más que enfadarse, abuela Flavia no lo reconocería.”

Era cierto.

El viejo había perdido la mitad de su peso en dos años, y la casa — o lo que quedó de aquella casa, jamás fue reconstruída.

“Lo se, muchacho. Lo se,” dijo el viejo. “A ver si este año añadimos una habitación, así tu primo al menos tiene donde vivir, ahora que se quiere casar.

Y así tenemos que entre Marco el Alto, sus dos nietos — primos entre ellos, y Emilia Mínima, vivieron sin poder conseguir dinero, materiales, y todo lo demás necesario para poder salir adelante.

En lugar de ello, los dos jóvenes hacían pequeños escudos decorativos, cuando algún cliente lo pedía, y eso tampoco sucedía a menudo.

Bruto, por su lado, se había dado una misión un tanto peculiar, pero de eso vamos a hablar un poco más tarde, cuando lo manden a embarcarse a Iliria, a luchar contra una reina que no sabía ni de merced, ni de dolor.

Esa reina se llamaba Teuta — T — E — U — T — A, y ella era la viuda del rey Agrón, el que les había comentado durante nuestro episodio pasado, se murió de pleuresía aguda.

[…]

Episodio 78 – Estado de la Unión – 244 AC

El mundo en el año 244 AC. Desde China hasta Hispania, y desde Numidia hasta las tribus de Iliria.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 78 – Estado de la Unión – 244 AC.

Cinco veces tuvimos nuestro Episodio del Estado de la Unión, y hoy vamos el por el numero seis.

Cinco veces echamos a nuestra águila al vuelo, y cinco veces hicimos una enorme vuelta a la Cuenca del Mediterráneo, el epicentro natural del mundo de Roma.

Hoy — nuestra águila tomará vuelo por sexta vez, pero esta vez le añadimos un pequeño sonido.

(música de águila)

Personalmente no se mucho de música, pero creo que este sonido no está tan mal.

Alas agitándose — el cielo abierto — un segundo de música atmosférica — y luego, el llamado, el sonido, del animal que siempre gobernó los cielos. Un águila.

Bueno, como ya saben — estamos en el año 244 AC, y estamos a exactamente tres años de finalizar con el tema de la Primera Guerra Púnica. Y en nuestro podcast, eso va a suceder en nuestro episodio siguiente, llamado — Episodio 79 — Roma 1 – Cartago 0.

Pero antes de comenzar nuestro vuela de águila, quiero ver qué exactamente, hicimos en nuestros cinco vuelos de águilas anteriores.

Entonces, para eso, tenemos una muy breve lista, de — obviamente — cinco puntos.

UNO — En nuestro Episodio 13 estuvimos en el año 509 AC.

Recién habíamos echado a Tarquino el Soberbio de la ciudad, y tuvimos los dos primeros Cónsules romanos.

Pero — en el sentido más grande del cuadro, en aquel episodio, establecimos una tradición.

La tradición de que cada décimo-tercer episodio, pues — sería un episodio de un vistazo general de la situación de Roma, y del mundo alrededor de Roma, tambien.

DOS — En nuestro Episodio 26 estuvimos en el año 390 AC.

Y estábamos en el medio del tremendo lío, con los galos senones de Breno atacando y saqueando Roma, y con Marco Furio Camilo, estando exiliado, afuera de Roma.

Pero — al final de aquel episodio, tuvimos una lista de todos los Cónsules, Decenviros y Tribunos Militares más importantes, entre los años 509 y 390 AC — es decir, los primeros 119 años de la República de Roma.

Así es — fuimos desde Lucio Junio Bruto hasta aquellos Tribunos Militares llamados Quinto, Numerio y Cesón Fabio Ambusto, que terminaron haciendo un lío en la ciudad de Clusium. Se acuerdan?

TRES — En nuestro Episodio 39 estuvimos en el año 320 AC.

Y estábamos en el medio de las Guerras Samnitas, con personajes como Decio Mus y Marco Valerio Corvo dándonos un sabor de lo que vendrá.

También veníamos escuchando noticias de Alejandro Magno, allá en Grecia, y más tarde — por toda Asia.

En Egipto, la Torre de Alejandría estaba en plena construcción.

Y al final del episodio, tuvimos otra lista de toda la gente que gobernó en Roma. Desde Manlio Capitolino, hasta aquellos famosos Postumio Albino y Venturio Calvino, y todo el tema de las Horcas Caudinas.

CUATRO — En nuestro Episodio 52 estuvimos en el año 286 AC.

En esa época estábamos en el medio de una de las mayores transiciones en la República Temprana. Terminamos de vencer a los Samnitas, y estamos a punto de tener que enfrentarnos a Pirro de Epiro — que surgió precisamente porque Roma y aquellas colonias griegas al sur de Italia, finalmente, se llegaron a ver, cara a cara.

Además de ser el Episodio más largo del podcast, hasta hoy — durante ese episodio tambien tuvimos un vistazo de Roma, los barrios de Roma, y hasta las alturas sobre el nivel del mar, de cada una de las partes de Roma, por el tema de los acueductos romanos.

Y al final del episodio, tuvimos una lista de todas — repito — todas las guerras y batallas que Roma tuvo, desde sus comienzos, y hasta el año 286 AC.

CINCO — En nuestro Episodio 65 estuvimos en el año 268 AC.

Si, lo sé! Es un tanto fácil de confundir.

Episodio 52 — año 286.

Episodio 65 — año 268.

286 — 268 — hasta yo mismo me confundía!

A lo mejor tendría que haber empujado el numero del año, un añito para arriba o para abajo, pero ahora, ya está así.

En aquel episodio estábamos a punto de zambullirnos en las Guerras Púnicas.

Pirro ya era historia, y con los Mamertinos haciendo lo suyo en Mesina, Roma decidió que era hora de salir de la peninsula italiana misma.

Durante ese tiempo, yo me había dado cuenta que la historia se me estaba escapando de las manos.

Y para mantener el hilo del Cuento bajo mi control, comencé a crear cuadros sinópticos, listas detalladas de eventos, y tuve que ajustar todo eso, para que el podcast me quepa en 500 episodios.

No me podía permitir que haya partes demasiado apretadas y llenas de eventos por un lado, y partes demasiado sueltas y sin acción alguna, por el otro lado.

En otras palabras, los 500 episodios tenían que abarcar los años de manera pareja.

Después, había que elegir un título apropiado para cada Episodio.

Por ejemplo, no tenemos un Episodio llamado Anibal cruza los Alpes, pero si tenemos un episodio llamado Asdrúbal cruza los Pirineos, y eso fue a propósito.

Demasiados podcasts hablan de Aníbal cruzando los Alpes, pero quien nombra un episodio del cruce de los Pirineos? Casi nadie!

Y también tuve que ajustar errores entre fechas de las generaciones de la Saga Familiar.

Finalmente, tuve que elegir e insertar a todos los invitados especiales, para todos nuestros episodios de Biografías, cada 22 episodios.

Eso, en sí mismo, era un dolor de cabeza tremendo, porque no quería dejar a algún historiador importante afuera de la serie, y tampoco quería poner a personas que no tenían absolutamente nada en común, juntos en un mismo episodio.

Y después de eso venía el enorme trabajo de diseñar todas las cubiertas.

500 cubiertas en formato rectangular (para YouTube y el sitio web), y luego, 500 cubiertas en formato cuadrado (para iTunes, iVoox y el podcast en sí).

Después de eso, 1000 más para la versión en ingles, y 1000 más para la version en chino, que lo publica mi esposa.

De todas maneras.

El resultado de eso fue que, al final del Episodio 65 les leí (muy contentamente), la lista entera de todos los episodios próximos, desde el Episodio 66, hasta la mitad del podcast, es decir, el Episodio 250.

[…]

 

Episodio 62 – Dentato vence a los Lucanos

La situación de Roma, inmediatamente después de la huida de Pirro de Epiro. Los lucanos, el tema del agua potable, y la tormenta que viene. Las guerras púnicas.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 62 — Dentato vence a los Lucanos.

Durante nuestro episodio pasado vimos el fin de Pirro — en Italia, pero no el fin de su vida.

Parte de lo que sucedió con Pirro, después de haber abandonado Italia, lo veremos hoy.

Pero — tal como lo anunciamos en nuestro episodio pasado, tambien veremos lo que les pasó a los Lucanos, que, como bien sabemos, vivían en el sur de Italia.

Al sur de los Samnitas, y al norte de Tarento.

Por ultimo, veremos qué exactamente le falta a Roma, para que los romanos se puedan dar palmadas en el hombro, felicitándose por la conquista de la península.

Así es — Roma está cerca de conquistar toda Italia, y solo faltan puntos aislados por el mapa, para que ese sueño de los romanos se haga realidad.

Y como un comentario personal — eso me hace acordarme a los libros de comic de Asterix, donde en la introducción decían que en el año 45 AC, Julio César había conquistado toda Galia.

Toda Galia?

Bueno — si, toda Galia, con la excepción de un pueblito de galos indómitos que no se daban por vencidos, y que gracias a la poción mágica de su druida, siempre les ganaban a los romanos.

Así que, aquí — casi que podemos decir lo mismo…

Toda Italia?

Bueno — si, casi toda Italia, con la excepción de un pueblito de lucanos indómitos que no se daban por vencidos, y que gracias a la poción mágica de un druida…

Ah, no, no, no!

Los lucanos no tenían druidas, y tampoco tenían pociones mágicas!

Los Lucanos provenían del grupo de pueblos itálicos llamados los Oscanos — al igual que los Samnitas, los Auruncios, obviamente, los Oscanos mismos, y los Sidicinos, y entre ellos — pues, tenían lenguajes un tanto similares, pero ese lenguaje difería mucho del idioma Latin.

Ahora, aquí necesito resaltar que el hecho de estar hablando de los Lucanos — por obligación, nos va a llevar a hablar de las famosas 35 tribus romanas, y ese va a ser otro de los “temitas” de hoy.

Creo que sabéis que para ese entonces, Roma ya tenía sus 35 tribus, bien establecidas, y veremos como eso se ajusta, después de la conquista de los Lucanos.

Entonces.

Hoy vamos a hablar de los Lucanos, y de como Dentato, nuestro héroe — ya desde los tiempos de aquel Marco Valerio Corvo, finalmente logra vencerlos.

Ah, y dicho sea de paso, ese Marco Valerio Corvo aun sigue vivo, y este año, cumple 96 años de edad!

Se acuerdan de él?

Bueno, yo creo que si…

Ya!

Estamos en el año 274 AC, y comenzamos así!

Cuando Pirro abandonó Italia, y cuando sus barcos salieron de la protección del golfo de Tarento, su flota volvió a tener que enfrentarse a una tormenta.

No era una tormenta perfecta, pero al parecer, el dios griego Poseidon no llevaba una imagen muy amigable de Pirro en su mente.

Casi todos los cruces por mar que Pirro hacía — hubo tormentas, y uno se tiene que preguntar si eso no era una simple fabricación de los historiadores y escritores de aquellos tiempos, como para pintar un cuadro, un tanto mas sombrío, de Pirro mismo.

Por qué?

Pues, simplemente porque Pirro nunca logró hacer realidad su sueño, de un imperio al oeste de Grecia.

Bueno.

Después de tocar tierra firme en Grecia, Pirro recibió ayuda económica para su conquista siguiente.

Según historiadores, Pirro invadió Macedonia ese año.

Lo hizo con éxito, y logró expulsar al hombre que gobernaba Macedonia en ese tiempo.

Antígono II Gónatas.

[…]

 

 

Episodio 61 – La Batalla de Beneventum

No es el fin de Pirro, pero sí es el fin de las guerras pírricas, en cuanto a Roma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 61 — La Batalla de Beneventum.

Primeramente, quiero contarles que mi ausencia de cinco semanas no se debió a una sola razón, sino a la combinación de tres razones principales.

Estoy hablando de tres eventos que, si hubiesen estado aislados, no hubieran causado ningún tipo de interrupción en nuestro podcast, pero al unirse — pues, crearon lo que algunos llaman la tormenta perfecta.

Pero — para no desperdiciar tiempo con estos eventos de índole personal, simplemente les quiero dar a saber que en el sitio de patreon podrán leer lo que nos está sucediendo aquí, en China, y el por qué de toda esa demora.

Repito esa dirección: www.patreon.com/elcuentoderoma y ahí simplemente busquen el capitulo llamado

“LA TORMENTA PERFECTA”

Ahora…

Lo que sí quisiera mencionar aquí, son cinco cositas que sucedieron durante estas cinco semanas (que estuve alejado del micrófono), y que sí considero importantes como un análisis, de la historia de Roma.

Entonces.

UNO — En España, un nuevo gobierno. Un nuevo Primer Ministro. Mariano Rajoy ya no está, y ahora, un hombre llamado Pedro Sanchez está a cargo de los quehaceres en el Palacio de Moncloa. Y por supuesto que no voy a entrar en detalles de eso, cada uno de vosotros sabéis de qué lado estáis, y no hace falta que yo le vaya metiendo mas leña al asado de política global.

Ya bien “asado” está el asado global, me parece.

En punto de lo que quiero decir es que cambios vienen apareciendo en el horizonte por todos lados. Grandes cambios. Para bien o para mal, eso lo veremos, mas pronto de lo que queremos verlo. Alemania. El Reino Unido. China. Russia. Francia. Todo el mundo.

Y, por supuesto, España no es la excepción. Es como si las placas tectónicas del mundo entero, se hubiesen tragado píldoras de esteroides, y ahora, andamos a mil por hora.

Como otro ejemplo, esta ultima semana, un barco llamado Aquarius, con unos 800 refugiados de Africa ancló en Valencia, después de que el gobierno de Italia — otro gobierno nuevo, les prohibió tocar la costa italiana.

Me pregunto si los romanos hubiesen podio hacer eso con los buques de Pirro…

DOS — En Guatemala, muchísima gente sufrió a causa de la naturaleza, que decidió mostrar su fuerza en la forma de fuego.

Así es, el volcán — aptamente llamado, el Volcán del Fuego, tuvo otra erupción durante estas ultimas cinco semanas, y muchas almas perdieron sus cuerpos.

Ubicado a solo 18 kilómetros de Antigua, este volcán supo tener numerosas erupciones durante los tiempos de la conquista de America.

Este ultimo 3 de Junio, al menos 100 personas fallecieron, y unas 2,000 personas, todavía no sabemos dónde están.

Por su lado, Roma tambien tendrá su propio desastre volcánico, y solo estamos a un poco más de tres siglos de eso.

TRES — El presidente de los EEUU y el dictados de Korea del Norte decidieron verse las caras, en lo que ahora es la famosa Cumbre de Singapur.

Y aquí hay que no olvidarse que ese mismo Presidente de los EEUU, al mismo tiempo, decidió iniciar una guerra de tarifas económicas, hasta con las naciones que — históricamente hablando, son aliados y amigos.

A modo de comparación, eso sería algo así como si Caligula, o Nerón, o el emperador Cómodo, hubiesen decidido ir a ver al emperador o rey de algún reino bien pequeño, en una ciudad un tanto neutral, para mantener una cumbre.

Y — por supuesto, la gran noticia no sería el hecho, de que ese reino (bien chiquito) representaba algún peligro directo para Roma, sino que ese reino, estaba perfectamente alineado con las agendas políticas de enemigos de Roma, digamos — el Imperio de los Partos.

Obviamente, la Cumbre de Singapur provocó olas de repercusiones por todo el mundo, pero eso no sería nada si no fuese por el punto siguiente.

CUATRO — Mientras toda esa farsa sigue capturando nuestra atención diaria, otras cosas más importantes se nos escapan de la mente.

La crisis de Venezuela — sigo sin entender como eso pudo haber pasado. Yo estuve tantas veces en Caracas y en La Guaira en los ’90, y Venezuela era como una superpotencia en materias primas, recursos naturales, y hasta en libertades civiles y derechos humanos.

Luego, tenemos la aparente e inminente caída económica de Argentina, que ya muchos analistas vienen anunciando como algo imposible de evitar en un futuro muy cercano.

[…]

 

Episodio 60 – Alianza con Cartago

Roma y Cartago firman tratados. Pirro se pasea por Sicilia, y finalmente falla en la conquista de una ciudad llamada Lilibeo. Luego, regresa a Italia.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 60 — Alianza con Cartago.

Hoy vamos ver — mas en detalle, los tratados entre Roma y Cartago, en los tiempos de las guerras Pírricas.

Durante nuestro Episodio pasado vimos como Pirro termina conquistando las ciudades de Tauromenio, Catana, y muchos otros poblados entre esas localidades y Siracusa.

Y luego vemos como los cartaginenses, a pesar de tener superioridad numérica, deciden retirarse de Siracusa y abandonar el asedio a esa ciudad.

Pirro se había convertido en una máquina

que arrasaba con todo lo que se le enfrentaba,

y quizás,

eso fue la causa del error de juicio

mas grande que Pirro cometió,

en toda su vida.

Hoy, vamos a ver eso.

Tras ocupar Siracusa, Pirro se fue a Leontini.

Ocupó Leontini sin lucha alguna.

Después se dirigió a Agrigento, que en ese entonces se llamaba Akragas.

Ahí encontró con Sóstrato, nuevamente.

Sóstrato — en una ceremonia bastante elaborada, le regaló una treintena de villas y pueblos a Pirro, como territorio personal del nuevo rey de Sicilia.

Ahí, Pirro obtuvo 8,000 infantes más, y unas 800 unidades de caballería.

De ahí, salió para el oeste.

Y apenas salió, otra noticia buena…

Resulta que los ciudadanos de una localidad llamada Enna habían degollado a la totalidad de la guarnición cartaginesa, y esperaban a Pirro, para aliarse oficialmente con él.

Con los refuerzos conseguidos, el ejercito de Pirro ahora tenía mas de 30,000 soldados de infantería, 2,500 de caballería, y sus casi 30 elefantes. Dos elefantes, habían nacido en Sicilia misma, y eso era un evento que nadie en Sicilia, jamás había visto, antes.

Bueno.

Después, lugares como Selinus, Segesta, y otras ciudades seguían cayendo bajo el dominio de Pirro.

Los mercenarios de Cartago, ya sabiendo del desastre que los elefantes podían causar, seguían retirándose, a medida que Pirro avanzaba.

Pero a medida que venían retirándose, la gente local de los pueblos por los que pasaban, los venían persiguiendo y matando.

Las bajas púnicas eran numerosas, a pesar de que — por meses, no hubo batallas campales.

Bueno.

Antes de ver el error garrafal de Pirro de Epiro — algo que realmente pudo haber cambiado la historia de Roma entera, y quizás la historia del mundo, vayamos rápidamente a nuestro segmento de la Palabra de la Semana, en Latin.

[…]

 

Episodio 59 – El Sitio de Siracusa

Pirro de Epiro abandona Italia. Y por tres años, todos los frentes de batalla, lo siguen a Sicilia. Pirro libera Siracusa.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 59 — El Sitio de Siracusa.

El viento, tan omnipresente en Tarento, desapareció — y Pirro sentía el calor y la presión del aire, a pesar de que ya era de noche.

Reclinado en una hamaca, Pirro pensaba en Sicilia, y todo lo que sucedió en estos últimos dos meses.

La desastrosa victoria en Ásculo.

La pérdida de tres de sus mejores amigos, en esa misma batalla. Sobre todo, porque esos amigos tambien eran tres de los mejores oficiales que Pirro tenía.

En realidad, Pirro perdió mucho mas que tres de sus oficiales. Y reemplazarlos era imposible, porque su patria se encontraba en problemas con invasiones gálicas.

Así es — los Galos, otra vez.

Bajo el comando de un tal Breno, galos avanzaron desde Europa Central hacia Macedonia, Grecia, y Asia Menor.

Y no estoy hablando de aquel Breno que destruyó Roma, allá por el año 390 AC.

De este Breno — vamos a hablar en unos minutos.

Y mientras Pirro navegaba por el mar de su vida en su mente, una muchacha que estaba a su lado, comenzó a acariciarlo, quizás recordándole que ya era muy de noche, y que a la mañana siguiente, había mucho que hacer.

Pero Pirro no tenía ganas de dormir.

O de devolverle la atención prestada, a esa muchacha. 

Al final y al cabo, Lanassa era tanto mejor. Y tanto mas hermosa.

A pesar de que Lanassa odiaba a Pirro por mantener un estilo de vida que hoy conocemos como poligamía, Pirro siempre pensó que Lanassa — hija de Agatocles de Siracusa, era la mejor de sus esposas.

A pesar de su carácter explosivo.

A pesar de que se fue a dormir con el enemigo de Pirro, años mas tarde.

A pesar de que tambien se llevó consigo su dote, el día que se fue. La isla de Corcira.

Lanassa abandonó a Pirro, diciendo que él le prestaba mas atención a sus mujeres de origen bárbaro, que a sus mujeres de raza refinada.

Así es.

Lanassa era mejor que Antígona de Egipto, la primera de sus esposas, quien — según historiadores, había muerto dando a luz.

Y Lanassa era mejor de Bircena de Iliria, quien le había dado al hijo, que ahora lo acompañaba en Italia. En realidad, Pirro nunca amó, o quiso a Bircena. Ella solo representaba una necesidad diplomática, con los fuertes Ilirios.

Al parecer, Lanassa, tenía un poder mágico sobre la mente de Pirro. En total, Pirro tuvo cinco.

Y — por supuesto, Lanassa era mucho mejor que esta muchacha de origen desconocido, sentada a su lado, y que no paraba de provocarlo con suspiros y caricias.

Golpes en la puerta arrancaron a Pirro de sus meditaciones.

[…]

Episodio 39 – Estado de la Unión – 320 AC

Un vistazo del mundo alrededor de Roma, a tres años de la muerte de Alejandro Magno, y en medio de las dos derrotas mas aplastantes de la Gran Guerra Samnita.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 39 — Estado de la Unión – 320 AC.

Este es nuestro tercer Episodio del Estado de la Unión, y tal como lo dije en nuestro episodio 13, en este momento ya tenemos muchas de las normas, estilos, y otros precedentes bien establecidos para este tipo de eventos.

Nos encontramos en el año 320 AC, justo después de la vergonzosa derrota de las legiones de Roma, en las ya famosas Horcas Caudinas.

Así que durante este episodio vamos a dividir nuestro tiempo en tres secciones, a saber.

UNO — Vamos a ver qué le pasó a esas tropas en camino a Roma, y cuales fueron los siguientes eventos antes del cierre el ese año.

DOS — Vamos a dar nuestro típico vuelo de águila alrededor del mundo de Roma, tal como lo hicimos en nuestros episodios 13 y 26.

Y TRES — Vamos a hacer un rápido repaso de la gente que gobernó los destinos de Roma, entre los años 390 y 320 antes de Cristo, igual como lo hicimos la última vez.

Y como siempre, durante este episodio no tenemos nuestro segmento de la Palabra de la Semana, así que eso va a quedar para nuestro episodio que viene.

Bueno. Empezamos ya!

Cuando las tropas romanas se fueron caminado de las Horcas, ellos utilizaron el camino que pasaba cerca de Capua, pero — tal como lo dije durante nuestro episodio pasado, a nadie se le ocurrió ir a Capua, y pedirles ayuda a la gente de Capua.

Era demasiada vergüenza, y los romanos no sabían como los recibirían porque la gente de Capua — bueno… digamos que no eran muy famosos por su hospitalidad y honestidad.

Pero cuando noticias de lo que pasó llegaron a Capua, la gente de la ciudad salió de la ciudad, a buscarlos.

Trajeron comida, agua, ropas, y hasta armas, para que los soldados se sintieran más en su propio elemento. El ejército de Capua — que no estaba compuesto de romanos, hasta les obsequió su propio estandarte, o escudo de armas, para que puedan caminar hacia Roma con la frente bien alta.

Pero, según algunos historiadores, todos estos actos de bondad no lograron apaciguar la vergüenza que los romanos sentían, y al día siguiente los nobles de Capua acompañaron a los romanos hasta el camino a Roma.

Uno de los nobles más distinguidos de Capua, un hombre llamado Ofilio Calavio hasta los acompañó hasta el mismo Senado de Roma, donde utilizó su influencia para dirigirse al Senado romano, una vez que los senadores se habían reunido para recibir el reporte de la derrota.

Oiremos mucho más de la familia de los Calavios durante nuestro podcast, porque uno de los descendientes de Ofilio Calavio fue el responsable del incendio de Roma en el año 211 antes de Cristo.

Pero, como ven, estamos lejos de eso, aún.

Este señor Ofilio dijo lo siguiente, cuando los senadores abrieron su sesión para oír lo que pasó en las Horcas Caudinas.

“La verdad está muy lejos de lo que parece.

Ese silencio obstinado, esos ojos fijos en el suelo, esos oídos sordos a toda consolación, esa vergüenza, esa manera de esconderse de la luz, son todas las indicaciones de un resentimiento terrible que fermenta en sus corazones de los legionarios que pasaron por ese evento.

Habrá venganza.

O yo no sé nada del carácter romano, o el silencio que ven aquí, pronto será causa de gritos y gemidos samnitas de angustia.

Recuerden mis palabras, o Senadores!

El recuerdo de la capitulación de las Horcas Caudinas será mucho más amargo para los samnitas, que para los romanos.

Pero Roma seguía sintiendo vergüenza. Hasta los senadores mismos se negaron a tratar leyes y edictos, de la forma habitual, y solamente se reunían cuando las circunstancias verdaderamente los obligaban a eso.

El año siguiente, es decir, nuestro año 320 AC, el senado falló dos veces en la elección de los Cónsules para ese año.

Primero eligieron a dos Cónsules que fueron proclamados mal elegidos por los arúspices de Roma, y luego eligieron a otros dos hombres que se encontraron en la meta — políticamente hablando, de mucha gente poderosa en Roma.

Hasta hubo un interregno, entre estos segundos dos hombres, y la tercera elección, pero cuando a final el Senado eligió a Publilio Filo, y a Papiro Cursor — este último por segunda vez, todo el mundo estuvo de acuerdo.

Roma, en ese momento, no tenía a nadie que fuese mejor.

Durante la primera asamblea de los senadores bajo el mando de Publilio, este inmediatamente mandó a llamar a Espurio Postumio, para que hable de los eventos.

Según anotaciones históricas, Espurio Postumio dijo mas o menos esto:

“Cónsules, estoy muy consciente de que he sido llamado a hablar en primer lugar, no porque soy el primero en honor, sino porque soy el principal en desgracia y no tengo la posición de un senador, sino de un hombre en su juicio que tiene que cumplir con el cargo, no sólo de una guerra fracasada, sino también de una paz humillante.

Ya que, sin embargo, usted no ha introducido la cuestión de nuestra culpa o el castigo, no voy a entrar en una defensa de mi mismo aquí.

Diré en pocas palabras lo que pienso acerca de la pregunta que tenemos ante nosotros, y vosotros podréis juzgarme y a mis legiones.

Esta promesa que tuvimos que hacer frente a los Samnitas, sin embargo, no fue hecha por la orden del pueblo romano, y por lo tanto el pueblo romano no está atado por ella, ni es nada debido al Samnitas bajo sus términos más allá de nuestras propias personas.

Seamos entregados a los sacerdotes fetiales, despojados y atados; liberemos a la gente de sus obligaciones religiosas si es que las hemos involucrado en alguna, de tal modo que  podamos reanudar la guerra en contra de Samnia sin infringir leyes divinas y juramentos dados.

Yo, Espurio Postumio Albino y mi co-comandante Tito Venturio Calvino, estamos dispuestos a dar nuestras cabezas por haber aceptado pasar bajo el yugo, encadenados y desnudos.

Y que sea de acuerdo con vuestra voluntad, que las legiones de Roma — bajo dos Cónsules frescos, marchen en contra de los Samnitas! Estas son mis palabras.”

El senado de derritió con el speech de Postumio, y lejos de castigarlos, le aplaudieron de pié.

Pero, un Tribuno plebeyo llamado Lucio Livio — no creo que haya tenido parentesco alguno con Tito Livio, no estaba de acuerdo con las palabras de Postumio.

Él decía que el pueblo de Roma no se vería liberado del juramento dado por las legiones de Roma en las Horcas Caudinas, a menos que los Samnitas fuesen puestos otra vez, en la misma posición ventajosa que tenían cuando habían atrapado a los soldados.

Tambien decía que el pueblo de Roma no estaba ligado a esos juramentos, porque los Samnitas mismos no pudieron aprovecharlas.

¿Por qué los Samnitas, en su infinita astucia y en la ventaja del momento, no obligaron a Postumio y a Venturio a que Roma enviase sacerdotes fetiales, y que estos sacerdotes ratifiquen la rendición de Roma misma?

Y digo, de toda Roma.

A esto, Postumio respondió:

[…]

Episodio 13 – Estado de la Unión 509 AC

En un episodio especial sobrevolamos a todas las naciones y pueblos que rodean a Roma, y vemos qué pasaba en el mundo en el año 509 antes de Cristo.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 13 — Estado de la Unión – 509 AC.

Este es nuestro primer episodio de El Estado de la Unión, y tal como muchas cosas que sucedieron en Roma por primera vez, este episodio tendrá el honor y el deber de establecer normas, estilos, y otros precedentes para futuras ediciones de episodios de El Estado de la Unión.

Si escuchó el episodio pasado, sabrá que esta semana tendemos un episodio un poquito más largo, y no tendemos el corte usual de la Palabra de la Semana, en Latin.

Así que empecemos ya mismo, porque no tenemos todo el día, y tenemos un vuelo de águila de muchos kilómetros de circunferencia.

Nuestro vuelo de águila va a empezar en Roma misma. Vemos qué pasa en Roma, Etruria, y Grecia Magna.

De ahí vemos las tres islas grandes cerca de Roma. Sicilia, Córcega, y Cerdeña.

Luego vamos para el norte, y cuando lleguemos a los Alpes, vamos a dar un gigantesco círculo en el sentido del reloj que nos llevará por todas las partes que tarde o temprano tendrán influencia en la historia de Roma.

Así que vamos a ver Dalmacia, Macedonia, el Epiro, y Grecia.

De ahí a Asia Menor, y entonces a las tierras de Siria, Palestina, y Egipto, que en ese momento estaban bajo el yugo de los persas.

Entonces nuestro vuelo tomará un rumbo hacia la puesta del sol, hacia Cartago y la costa norte de África, para luego sobrevolar las columnas del Gibraltar, que según la leyenda fueron abiertas, o cerradas por Hércules mismo—dependiendo de cuya versión ha escuchado.

Esto nos llevará de regreso a Europa, donde veremos a los pueblos que habitaban lo que hoy es España y Portugal, y las Galias. Haremos un pequeño desvío para mencionar a las Islas Británicas, y de ahí volveremos hacia Roma, sobrevolando a los pueblos de los Países Bajos y Germania.

Por último, dos tiritos de penal más, puramente honoríficos: India y China.

¿Qué les parece?

Bien. Ahora, Roma.

En el año 509 AC, el dominio de Roma se estrechaba desde el pie de los Apeninos en el este, hasta el mar Mediterráneo en el oeste. Iba desde el rio Tiber en el norte, hasta la ciudad de Capua, en las cercanías de lo que hoy seria Nápoles.

En ese entonces, los vecinos de Roma eran los Samnitas. De ellos vamos a escuchar un montón, más tarde.

Alrededor del comienzo de la república, Roma contaba con unas 130,000 personas, en total.

Pero, aquí cabe la pregunta.

¿Eran los romanos un hormiguero de gente que iban y venían al unisón de los intereses de la ciudad, como una mansa masa, sin voluntad propia?

No, por el contrario.

La Roma de ese entonces ya tenía un tono cosmopolita, y era difícil distinguir por las calles, quien era un romano y quien era un etrusco, o un griego asentado en Roma.

La ciudad hervía con diferentes colores y olores, vestidos y sonidos.

Las calles de Roma estaban repletas de hombres y mujeres, ancianos y niños, esclavos y nobles, gladiadores y soldados, profesores y mendigos, y todo el mundo solamente se preocupaba de su propio bienestar, y solamente luchaba por control, o por la libertad del control ejercido por otros.

Roma tenia mercaderes y maestros, trabajadores y vagos, gente de literatura y gente iliterata, prostitutas y vírgenes vestales, deudores y colectores de deudas, gente que se despertaba con el sol y gente que se iba a dormir a esa hora.

Las dos diferentes clases sociales más numerosas de Roma nunca se ponían de acuerdo en nada, y si bien la nueva república aparecía como la solución a todos los problemas de Roma, para la gente de las clases más bajas, la diferencia entre tener un rey o tener un cónsul, era igual a cero.

Prontamente Roma se verá entroncada en revueltas y huelgas, y luchas internas entre aquellos que tenían el poder, y aquellos que no lo tenían y consideraban que se lo merecían.

Miles de plebeyos, especialmente aquellos que se habían enriquecido durante las generaciones, lloraban en las plazoletas y los fórum, demandando justicia y el derecho al voto, o a un voto más de acuerdo a las realidades numéricas de Roma.

Pero esos mismos plebeyos se hubiesen rebelado totalmente si el gobierno hubiese decidido darles esos mismos derechos a las mujeres, o a los esclavos, o a los inmigrantes.

Esta última capa de la sociedad, presente pero ignorada, no tenía ni voz ni voto, pero sostenía el futuro de Roma.

Imagínese a los blancos pobres de los EEUU en el tiempo de antes de Lincoln, y lo que hubieran hecho si el gobierno les hubiese dado más derechos a mujeres, esclavos e inmigrantes.

 Y fíjese que la tal llamada democracia de Roma no era un acto de restricciones al estilo de las democracias de hoy, donde es posible impugnar a un presidente, o botar a un primer ministro de su oficina.

No. Aquí no se trataba de limitar el poder que un cónsul ejercía. Los poderes de un cónsul no diferían en nada del poder que los reyes tenían antes.

La diferencia era que al cabo de un año, el cónsul tenía que devolver ese poder.

Punto y aparte, y así de simple.

La otra característica de Roma era que cuando amenazas aparecían por el horizonte, todas las diferencias entre patricios y plebeyos se esfumaban, y todo el mundo se unía a la defensa de la patria. Los ricos, porque de ellos eran las tierras. Los pobres, porque en cualquier otro sitio, estarían en cadenas por haber perdido la batalla. O peor aún.

Pero apenas esa amenaza desparecería, las dos partes reanudaban con sus rencillas y peleas, en el lugar exacto donde habían parado la música, antes de ir a defender Roma.

Veremos mucho más de las dos clases sociales de Roma muy pronto, pero cabe decir que la gran mayoría de los romanos, y cuando digo gran mayoría, estoy diciendo más del 90% de la población, no vestían togas, no iban al teatro, y no comían de platos de cerámica hechos en Grecia.

Roma cambió mucho en los 250 años de su existencia. De un pueblo de pastores y ladrones que no tenían ni libros ni comercio, se convirtieron a un pueblo de agricultores y terratenientes, que tenían libros, comercio, y un ejército extremadamente disciplinado.

Para darles una perspectiva del tiempo, quiero decirles esto antes de echar a nuestra águila a volar:

Los romanos de aquel tiempo sabían perfectamente de las leyendas de Eneas, y su llegada a Italia, y de todas las historias de Albalonga, y todo eso.

Pero eso era algo que pasó hace siglos. En un podcast, esto se escucha como un cuento, pero aquí hay un gran precipicio. Un precipicio de siete siglos, entre Eneas y la república.

Los romanos hablar de Albalonga, es como nosotros hablar de La Española, el primer asentamiento fundado por Colón. El tiempo pasó, y el mundo cambió.

Y ahora veamos cómo exactamente cambió ese mundo.

Etruria.

De Etruria vamos a escuchar mucho más en el futuro cercano, así que aquí solamente quiero destacar dos cosas que vienen a la mente, cuando hablamos de las relaciones entre Roma y Etruria. Si bien existían rutas y envíos oficiales entre las ciudades etruscas y las localidades romanas, la relación siempre fue una relación comparable a la Guerra Fría de nuestro siglo pasado.

Un enorme porcentaje de la populación romana era de origen etrusco, y las culturas y los pueblos se entremezclaron tanto que era difícil distinguir entre los dos.

Las lenguas no se parecían, y eso si marcaba una línea muy clara en la arena.

El idioma Latin todavía estaba en su época de desarrollo—sintácticamente hablando, pero aun así, los etruscos lo hablaban con un acento bien pesado, mientras que la gran mayoría de romanos no hablaban el etrusco, a no ser que eran mercaderes que iban y venían entre las dos regiones, y a no ser que eran miembros de familias bilingües.

Tambien puede imaginarse algo como Alemania y los EEUU, hoy.

El 99% de los alemanes y austríacos habla inglés perfectamente, pero se los reconoce en menos de un minuto cuando abren la boca.