Episodio 81 – La Península Ibérica

Entre la Guerra de los Mercenarios y la conquista de Hispania de Amílcar Barca.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 81 – La Península Ibérica.

Demás está decir, que este episodio es muy especial, porque el tema es la Península Ibérica.

Bueno.

Esto es lo que vamos a ver en nuestro episodio de hoy:

Primero vamos a cerrar lo que quedó abierto del episodio pasado.

Las dos batallas de la guerra de los Mercenarios.

En otras palabras — la Batalla de la Sierra, y el Bloqueo de Túnez.

Y las consecuencias de todo eso.

Ah! Y el por qué Roma obtuvo Cerdeña, y luego Córcega, a pesar de que Cartago fue el claro vencedor en esa guerra.

Eso tambien nos llevará a ver una parte de nuestra Saga Familiar, en la que — si se acuerdan — unos miembros de nuestra familia se habían escondido (o mejor dicho auto-exiliado) en esas islas.

Bueno, uno de ellos reaparece, y vamos a ver el show, de todo eso!

Luego. El comienzo del año 238. Sus Cónsules.

Y tal como lo anunciamos en nuestro episodio pasado, la vida del un tal Tiberio Sempronio Graco.

Bueno, este es el abuelo y bisabuelo de los Gracos que nosotros conocemos, pero si vale hablar del tema.

Tercero, nuestra palabra en Latin: Alio Intuitu.

Cuarto, la lucha política entre Hannón el Grande y Amílcar, ahora que los mercenarios son parte del pasado.

En quinto lugar, el viaje de Amílcar hacia Hispania.

No, muchachos — no fue en un barco crucero!

Después de eso, el año 237 AC en Roma. Los Cónsules.

En séptimo lugar, los comienzos de los Barca en Gadir, Hispania.

Lo que nos llevará a un vistazo de la Hispania de aquellos tiempos, justo antes de la masiva colonización por parte de los Cartaginenses.

Y eso, a su vez, nos lleva a introducir dos personas que me han ayudado mucho, en la elaboración de este episodio.

Así es.

Uno de ellos — un guerrero, estratega, comandante, y centurión de una de las legiones romanas más famosas que hayan existido en Roma antigua, y el otro — un historiador, ingeniero, topógrafo, y diseñador de lo que sea que haga falta, para el progreso de Roma. Vías, acueductos, puertos, fuertes y castras militares, y mucho más.

Presten atención — mis queridos oyentes, porque esto va a estar divertido.

Los dos personajes que introducimos hoy, ademas de ser amigos del podcast en vida real, lentamente irán a formar parte del podcast mismo, de tres maneras diferentes.

UNO — Como consejeros.

DOS — Como invitados especiales en el show, cada tanto.

Y TRES — Como personas ficticias, que irán haciendo lo suyo, dentro del podcast mismo.

Ellos son…

Por un lado — Marcio Samanio Cornelio Atello.

Obviamente, de la familia de los Cornelios.

Mejor conocido como Centurión Marcio Samanio Atello.

En vida real, es de Huelva, España.

En el Cuento de Roma, será un comandante clave, de una legión romana clave, en Hispania, en un futuro muy, muy cercano.

Ustedes — mis queridos oyentes, pueden ir adivinando de cuál legion estoy hablando.

Y por el otro lado — Cayo Julio Ceretano Rescriptor.

Obviamente, de la familia de los Julios.

Mejor conocido como Cayo Julio Ceretano. El cognomen de Rescriptor lo merecerá en unos años más, y ya verán por qué.

En vida real, es de la región de Gadir, España.

En el Cuento de Roma, será uno de los personajes claves en la transición de Hispania de ser un territorio cartaginés, a convertirse en un territorio romano.

Como un dato más, este Cayo Ceretano Rescriptor aparece en nuestro podcast hoy mismo — es decir, en este mismo episodio.

Más concretamente, en unos 30 minutos mas.

Mientras tanto, centurión Marcio Samanio Atello, aparecerá, apenas los romanos comiencen a formar parte de los destinos de Hispania.

Más concretamente, en nuestro Episodio 86 – El Tratado del Río Ebro.

Aquí va una nota final en cuanto a este tema.

El tema de introducir oyentes, digamos — personas reales, y meterlos dentro de nuestro podcast, y dejar que ellos mismos manejen sus propias vidas, dentro del mundo de Roma (de aquel entonces) — ese es el propósito de este podcast.

Todo lo que tienen que hacer, es elegir sus nombres, sus cognomen, a que tribu quieren pertenecer, y como si fuese una serie televisiva, ellos irán progresando, dentro del Cuento de Roma.

Tendrán sus propias profesiones, sus propios descendientes, y sus destinos.

Y repito — todo eso, es algo que representa la misión más importante de esta Saga — la Saga Familiar.

Porque al final y al cabo, todos nosotros — Usted, yo, sus hijos, y hasta ese vecino suyo — todos provenimos de una sola semilla.

Un mismo DNA.

Una misma Eva — o si prefiere — un mismo Adán, genéticamente hablando.

Todos Ustedes — muchachos (y muchachas) — sin NI UNA SOLA excepción, han tenido bis-bis-bis-abuelos que vivieron, sufrieron, amaron, y rieron, en aquellos tiempos.

Y bueno.

Yo creo que es hora de ver,

qué exactamente hacían esos abuelos suyos,

en los tiempos de Roma antigua.

Finalmente — en octavo lugar, tenemos un vistazo de lo que viene.

Una breve paz, antes de la tormenta.

Vamos a ver que Tito Manlio Torquato hasta logrará hacer algo, que muy pocos comandantes lograron hacer, en cuanto a las puertas del templo de Jano.

Pero bueno, como eso queda para nuestro próximo Episodio, pues no voy dar el spoiler ahora, aunque se perfectamente, que acabo de hacer, justamente ESO. (Jajaja)

Y por último — como siempre, música de cierre, y saludos personales, después de eso.

Como pueden ver, un Episodio largo!

Episodio 59 – El Sitio de Siracusa

Pirro de Epiro abandona Italia. Y por tres años, todos los frentes de batalla, lo siguen a Sicilia. Pirro libera Siracusa.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 59 — El Sitio de Siracusa.

El viento, tan omnipresente en Tarento, desapareció — y Pirro sentía el calor y la presión del aire, a pesar de que ya era de noche.

Reclinado en una hamaca, Pirro pensaba en Sicilia, y todo lo que sucedió en estos últimos dos meses.

La desastrosa victoria en Ásculo.

La pérdida de tres de sus mejores amigos, en esa misma batalla. Sobre todo, porque esos amigos tambien eran tres de los mejores oficiales que Pirro tenía.

En realidad, Pirro perdió mucho mas que tres de sus oficiales. Y reemplazarlos era imposible, porque su patria se encontraba en problemas con invasiones gálicas.

Así es — los Galos, otra vez.

Bajo el comando de un tal Breno, galos avanzaron desde Europa Central hacia Macedonia, Grecia, y Asia Menor.

Y no estoy hablando de aquel Breno que destruyó Roma, allá por el año 390 AC.

De este Breno — vamos a hablar en unos minutos.

Y mientras Pirro navegaba por el mar de su vida en su mente, una muchacha que estaba a su lado, comenzó a acariciarlo, quizás recordándole que ya era muy de noche, y que a la mañana siguiente, había mucho que hacer.

Pero Pirro no tenía ganas de dormir.

O de devolverle la atención prestada, a esa muchacha. 

Al final y al cabo, Lanassa era tanto mejor. Y tanto mas hermosa.

A pesar de que Lanassa odiaba a Pirro por mantener un estilo de vida que hoy conocemos como poligamía, Pirro siempre pensó que Lanassa — hija de Agatocles de Siracusa, era la mejor de sus esposas.

A pesar de su carácter explosivo.

A pesar de que se fue a dormir con el enemigo de Pirro, años mas tarde.

A pesar de que tambien se llevó consigo su dote, el día que se fue. La isla de Corcira.

Lanassa abandonó a Pirro, diciendo que él le prestaba mas atención a sus mujeres de origen bárbaro, que a sus mujeres de raza refinada.

Así es.

Lanassa era mejor que Antígona de Egipto, la primera de sus esposas, quien — según historiadores, había muerto dando a luz.

Y Lanassa era mejor de Bircena de Iliria, quien le había dado al hijo, que ahora lo acompañaba en Italia. En realidad, Pirro nunca amó, o quiso a Bircena. Ella solo representaba una necesidad diplomática, con los fuertes Ilirios.

Al parecer, Lanassa, tenía un poder mágico sobre la mente de Pirro. En total, Pirro tuvo cinco.

Y — por supuesto, Lanassa era mucho mejor que esta muchacha de origen desconocido, sentada a su lado, y que no paraba de provocarlo con suspiros y caricias.

Golpes en la puerta arrancaron a Pirro de sus meditaciones.

[…]

Episodio 53 – La Torre de Alejandría

Nuestro homenaje a la Torre de Alejandría. Tambien vemos preparaciones entre Roma, Cartago, y otros eventos que se avecinan. Es la calma antes de la tormenta.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 53 — La Torre de Alejandría.

Saltemos por unos tres minutos al año 956 del Señor.

No el 956 antes de Cristo, sino después de Cristo.

En ese año, un tal llamado Sancho I de León fue proclamado rey de la región del mismo nombre — León.

Pero como Sancho era tan, tan gordo, la nobleza de León y Castilla decidió destronarlo dos años mas tarde, bajo el comando de un conde, llamado Fernán Gonzalez.

Lo que sucedió con Sancho después de eso, ya es parte de otra historia, y posiblemente de otro podcast, pero sí quiero añadir que Sancho buscaba ayuda de todo tipo por el tema de su gordura.

Y entre los que le ayudaban a Sancho, hasta tenemos al médico personal del califa de la ciudad de Córdoba, un médico llamado Ibn Saprut.

La razón por la que incluyo la asunción al trono de Sancho el I, es que ese mismo año — bueno, para ser más exacto, dos días mas tarde, un terremoto estremeció la cuenca entera del mar Mediterráneo.

Y si bien, ese temblor apenas se sintió en España, a unos 3500 kilómetros mas al este, ese mismo temblor le dió el primer golpe de gracia a una de la siete maravillas del mundo antiguo.

Así es — tres cuartos de la Torre de Alejandría, tambien llamada “el Faro de Alejandría” se derrumbaron sobre la isla en la que ese faro se encontraba por doce siglos.

Dos terremotos mas siguieron, y el terrible temblor del año 1323 fue cuando toda esperanza de reconstruir esa torre, fue abandonada.

Bien.

Hemos visto la muerte de una estructura física, antes de ver su nacimiento.

Ese es el poder de la historia.

Ahora, volvamos a nuestro año, el 285 AC.

Es un año de paz. Relativa paz.

Pero en realidad — es la calma antes de la tormenta.

Una delegación del reino Ptolomeo de Egipto acababa de obtener su audiencia con el Senado de Roma, y los resultados eran de lo mas positivos, para ambos lados — Romanos, y Ptolomeos.

Y no digo Egipcios, porque los egipcios — es decir, la gente oriunda que vivía en esa parte del mundo, no le era de verdadera importancia al reino de los Ptolomeos, mas allá de las cosechas, impuestos, y el mantenimiento anual de las inundaciones del Nilo.

Aparte de eso, los gobernantes helenísticos del Egipto no se andaban preguntando mucho de lo que realmente andaba pasando en Egipto.

Y tampoco tenían el tiempo de preocuparse de eso, porque en Alejandría, había mucho que hacer. La torre — la cual describiremos en detalles en unos minutos mas, estaba lista, y la librería de la misma ciudad ya estaba en los planes de la nobleza de esa ciudad.

A menos de cien años de ser fundada, por ya sabemos muy bien quien, Alejandría se va convertir en la ciudad mas grande del mundo, y mantendrá ese estatus hasta que Roma la pase, allá cuando lleguemos a los últimos años de la vida de Julio César.

Y sabemos muy bien, que no es fácil hacer que una ciudad se convierta en lo que bien podría llamarse CAPUT MUNDIcapital del mundo, si bien personalmente considero que Alejandría nunca llegó a ser una verdadera CAPUT MUNDI.

Así es — ese honor, personalmente solo le doy a Roma, y mas tarde, a Paris, Londres, y Nueva York.

Ni siquiera ciudades como Ur, o Babilonia, Menfis, Atenas, Pekín, Tokio, Moscú, Berlín, o hasta Washington, la capital de los EEUU, se merecen ese titulo.

Bueno, volvamos a la Torre de Alejandría.

Y antes de ver las características físicas de la torre misma, quiero decir muy brevemente que sí existen versiones que dicen que esa torre fue construida entre los años 285 y 247 AC, pero eso — mis queridos oyentes, se lo dejo a cada uno de vosotros.

Lo que verdaderamente importa aquí, es que la Torre existió — y aquí van sus características en una lista de 20 puntos:

1 — La Torre de Alejandría fue construida en una isla frente a la misma, donde cientos de barcos chocaban — y naufragaban, contra las rocas de la isla. La construcción de la torre medía entre 103 y 135 metros de altura.

2 — La Torre fue, por muchos siglos una de las estructuras hechas por humanos mas altas del mundo. Tambien fue — y sigue siendo, el arquetipo de todos los faros del mundo. Así es — ese faro es el plano principal de todos los faros del mundo.

3 — La base de la torre era un cuadrado de 30 metros de cada lado, sobre una isla de unos 100 metros de largo por unos 200 metros de ancho. Cuando la construcción se inició, solo unos náufragos vivían en la isla.

[…]

Episodio 52 – Estado de la Unión – 286 AC

Un gigantesco vuelo de águila alrededor del mundo de Roma, y más allá. También, un homenaje a Piteas, y a la futura Dinastía Qin, en China.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 52 — Estado de la Unión – 286 AC.

Hemos llegado a nuestro cuarto Episodio de “El Estado de la Unión,” y esta vez nos encontramos justo en el medio entre las guerras samnitas y las guerras pírricas.

Los Samnitas ya no nos molestarán en gran medida, y si bien Pirro tratará de hacer que mas pueblos de la península italiana se unan a su causa, en gran medida no lo va a conseguir.

Por otro lado, este es nuestro episodio 52, lo que — según un calendario, equivale a un año de trabajo acumulado.

Un año — 52 semanas.

Y creo que con eso, sale un poco a luz el por qué hice que cada 13 episodios he decidido hacer un episodio — digamos, de repaso.

Si, el numero 13 ha sido un tanto significativo en mi vida, y a veces, hasta digo, que el numero 13 es uno de mis números favoritos.

Pero en este podcast, el numero 13 equivale a un 25% de un año.

O sea, que cada 13 episodios, cuando tenemos un repaso, en realidad tenemos una estación por detrás. Verano. Invierno. Otoño. Primavera.

Y como un dato de futuro, aun nos quedan exactamente 34 episodios de “El Estado de la Unión” en este podcast, y trato de hacer que con el tiempo estos episodios se transformen en un valioso juego didáctico de aprendizaje.

Bueno — hablando de aprender, vamos a trabajar.

Primeramente vamos a ver qué está sucediendo en Roma.

Aquí vamos a incluir 4 partes, a saber:

UNO — Un poco de la vida cotidiana en Roma misma, tanto en la ciudad, como en un cuartel de un ejército romano cualquiera.

DOS — Vamos a leer una breve lista de las altitudes sobre el nivel del mar de cada una de las siete colinas de Roma.

TRES — Vamos a ver la relación entre Roma y tres culturas de ese tiempo.

UNO – Roma y Egipto.

DOS – Roma y Grecia.

Y TRES – China, ahora que estamos a solamente dos generaciones de la fundación de la dinastía Qin, un punto pivotal de la historia de ese país.

Y CUATRO — Veremos tres cosas un tanto extrañas que sucedían en ese tiempo en Roma.

Hombres perdiendo la cordura, y mujeres envenenado a sus maridos.

Luego, viene nuestro vuelo de águila.

Lógicamente, en nuestro ya conocido vuelo de águila, iremos en el sentido del reloj, por todo el mundo que pronto, será parte de Roma y los romanos.

El norte de Italia.

Iliria y Macedonia — como olvidarse de Macedonia esta vez, verdad?

Grecia y Tracia.

De ahí, seguiremos por el Oriente Cercano hasta llegar a ver cómo se ha dividido ese inmenso imperio que Alejandro Magno logró amasar en su breve vida, y que luego fue despedazado en cuatro partes.

Después de ahí — Egipto.

Luego — Cartago.

De ahí cruzamos el estrecho del Gibraltar, e iremos a la futura provincia romana llamada Hispania, donde solamente vamos a listar los pueblos que vivían en esa parte de Europa, ANTES de la llegada de los romanos.

Luego de eso, nuestro homenaje a Piteas, el famoso navegante griego que vivió la mayor parte de su vida en Massilia, en el sur de las Galias.

Y tal como les dije durante nuestro Episodio pasado, en nuestra tercera parte, listaremos todas las guerras de Roma, en orden cronológico, una por una, desde el comienzo hasta hoy — es decir, hasta el año 286 AC.

Ya.

Qué les parece?

[…]

Episodio 47 – La Batalla de Sentino

La batalla más grande de Italia, numéricamente hablando. La batalla más importante de Roma, estratégicamente hablando. Estamos en el comienzo de una nueva era para la ciudad de las Siete Colinas.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 47 — La Batalla de Sentino.

Estamos en el año 295 AC.

Después de mirarse en las caras por dos días, los soldados de ambos lados ya no daban más.

Y algo extraño sucedió al tercer día, en el terreno vacío entre los dos ejércitos.

Alguien puso un ciervo en la zona muerta — en el llano entre las dos fuerzas, y cuando el ciervo se echó a correr por el prado, alguien soltó un lobo a perseguir al cervato.

Los galos, que estaban parados al lado de los Samnitas, se pusieron a lanzar sus jabalinas hasta que el ciervo cayó muerto, mientras que los Romanos permitieron que el lobo se escapara vivo entre sus lineas, ya que representaba la divinidad del Quirinal.

— “Mira lo que han hecho estos bárbaros,” decían los romanos. “Mataron al ciervo, protegido por nuestra diosa Diana! Van a caer!”

Desde ese instante, la mayoría de los romanos estaban firmemente convencidos que los dioses estaban en su favor.

Ahora, antes de seguir con esta batalla de manera cinematográfica, tenemos que analizar los hechos que hicieron que unos 100 mil soldados se encuentren en un llano al noreste de Roma, a punto de decidir quien es dueño de Italia.

Y para llegar a eso, primero tenemos que volver a nuestra batalla de Triferno, que es donde nos habíamos quedado en nuestro Episodio pasado.

Así que, vayamos a Triferno ya!

Vamos dos años para atrás.

Estamos en el año 297 AC.

Ya sabemos de las estadísticas de ese enfrentamiento, pero como para refrescar la memoria, tenemos de un lado 20 mil romanos, y del otro lado unos 25 mil samnitas.

Quinto Fabio Ruliano y Lucio Cornelio Escipión Barbato al mando de los romanos, y un tal Gelio Estacio al mando de los samnitas.

Ambos lados tambien estaban al tanto de Publio Decio Mus estaba en camino, con más tropas a disposición para el lado romano. Obviamente, estamos hablando del hijo de aquel Publio Decio Mus que se sacrificó en la Batalla del Vesubio, en el año 340 AC.

Cuando Ruliano estaba en camino al encuentro de las fuerzas samnitas, estos trataron de poner a las fuerzas romanas en una trampa, algo como lo que sucedió en las Horcas Caudinas, en el año 321, durante la Segunda Guerra Samnita.

Ruliano, demasiado astuto como para caer en esa trampa, simplemente se negó a entrar en el valle, y los samnitas se pusieron nerviosos que los refuerzos romanos llegarían en cualquier momento, y por ende, los Samnitas perderían toda chance de una victoria.

Así que los Samnitas bajaron de los montes alrededor del valle, y le salieron al encuentro a los romanos, en el llano cerca de la localidad de Triferno.

Ruliano aceptó la batalla, y los ejércitos se prepararon para la lucha.

En nuestra saga familiar, quiero mencionar que tres de los descendientes de Aeliana y Lucio, se encontraban envueltos en ese valle, aquel día.

Uno proveniente de Cesón, uno de Julia, y uno de Lucio — todos estaban ahí.

Y creo que ahora es un buen momento para darle nombres a esos seres nuevos en nuestra saga, porque hacerlo ahora o hacerlo mas tarde — cual es la diferencia?

Así que hagamos un breve paréntesis — uno—dos—tres, y veamos esto ahora mismo:

Cesón — Julia — Lucio.

[…]

 

 

Episodio 46 – La Tercera Guerra Samnita

Por tercera vez, los Samnitas. Y algunos dicen que la tercera es la vencida. En este caso, fue cierto. Samnia nunca se recuperó. También vemos los últimos años de Marco Valerio Corvo.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 46 — La Tercera Guerra Samnita.

Paz reinaba en Roma en nuestro año, el año 302 AC, o si queremos decirlo de la manera como los romanos lo decían, estamos en el año del Consulado de Denter y Paulo.

Menos de seis meses antes, tratados de paz fueron ratificados por el Senado, y en este momento Roma era prácticamente el amo y señor del centro de Italia.

Y — tal como lo vimos durante nuestro ultimo episodio, heroes como Fabio Ruliano y Papirio Cursor abundaban en Roma.

Eso sucede a veces, que una nación de pronto sea bendecida durante una generación, y como por obra de un poder mas allá de lo entendible, nace una camada de gente que simplemente es mejor, o hace las cosas mejor, que sus padres y abuelos.

Es como una ola del mar, que cada tanto, es mas alta, mas fuerte, y mas hermosa que las siete, ocho o nueve olas anteriores.

Se repite en ciclos — opino yo.

Bueno, antes de que nos vayamos por la tangente con opiniones, aquí está lo que vamos a ver en este episodio, y para esto hice un muy, muy breve lista a saber:

UNO — Los años 302, 301, y 300 antes de Cristo, porque fue durante esos años que dos leyes muy importantes emergieron. La Lex Ogulnia, y la Lex Valeria.

DOS — Tambien volvemos a ver a Marco Valerio Corvo, que ahora se llama Marco Valerio Máximo Corvo, y quien verdaderamente es el mismo que había tenido esa pelea contra el galo, cuando era joven. Si se acuerdan, Valerio Corvo llegó a vivir 100 años de edad, y en este año anda pisando los setenta, pero aun fuerte para ser nombrado dictador.

TRES — El comienzo de la Tercera y ultima guerra samnita, y el por qué de esa guerra.

CUATRO — La batalla de Camerino, donde galos y samnitas vencieron a los romanos en el año 298 AC.

Y CINCO — El comienzo de la batalla de Tiferno, al año siguiente, donde los romanos vencen.

[…]

 

Episodio 33 – Latinos y Romanos

Latinos y Romanos hablaban el mismo idioma y veneraban a los mismos dioses. Pero después de la primera guerra samnita, los Latinos sintieron que eran más fuertes que Roma. Y empiezan a crear planes, junto a los Campanios.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 33 — Latinos y Romanos.

Noticias no llegaban a Roma—o a cualquier otra ciudad, como lo hacen hoy en día.

Noticias viajaban con viajeros de aquellos tiempos, y los viajeros más conocidos tradicionalmente eran mercaderes, soldados, y prisioneros de guerra.

Y me animo a decir que era precisamente en ese orden.

Y como ahora estamos entrando a una época pivotal en la historia de Grecia, Persia, y Macedonia, vamos a poner a uno de nuestros empleados a residir en el puerto romano de Ostia. Le alquilaremos un cuarto en uno de los edificios de la calle central de Ostia, la que sale de la ciudad para convertirse en una vía romana, típicamente marcada a cada milla romana con una piedra que denotaba la distancia de Roma.

Bueno—ese empleado vivirá en Ostia por un tiempo, y él tiene una función muy claramente definida—recibir noticias desde afuera.

Cada mañana bajará de su cuarto en el tercer piso—el peor, y se dirigirá a los muelles, donde comerá un desayuno de pan untado en aceite de oliva, con un estofado caliente de legumbres y col. En invierno, ese estofado tambien podrá tener carne, y en verano será más pan y menos estofado.

Nuestro esclavo permanecerá en los muelles hasta horas vespertinas, y estará al pendiente de noticias que barcos traerán.

Más precisamente, de lo que andaba sucediendo entre Alejandro Magno, y el Imperio Persa.

Y como estos años, casi todo el tiempo existían cambios, pues—nuestro empleado en Ostia tendrá mucho trabajo, y su reporte será al comienzo de cada episodio.

O al final, dependiendo de la situación.

—- Música —-

Noticias desde Ostia. El rey Filipo el Segundo de Macedonia invita al filósofo griego Aristóteles a Macedonia, para que eduque a su hijo Alejandro, y lo prepare para ser el heredero del trono de Macedonia.

Esto, en otras circunstancias normales, nunca hubiese llegado a Roma, como una noticia vía barcos, si no hubiese sido que el dominio de Macedonia se hacia más y más obvio, con cada año que pasaba. Felipe el Segundo estaba conquistando y anexando territorios, islas, y provincias de Tracia, la actual Bulgaria, y en nuestro año actual, el 342 AC, la península de Gallipoli fue entregada casi sin lucha.

Atenas estaba cerca de otra de sus fechas negras.

En unos seis años la capital griega caerá bajo el poder de Macedonia.

Nuestro empleado también notó que desde otro barco, noticias de otro de los familiares del rey Felipe de Macedonia llegaban a Roma. Se trata de Alejandro de Epiro, el tío de Alejando Magno, a quien dedicaremos un episodio entero prontamente, por lo que va a suceder en Campania, muy prontamente.

Bueno, escucharemos de nuestro esclavo en Ostia, la semana que viene.

[…]

 

Episodio 30 – Las Montañas Samnitas

Roma se enfrenta a los Samnitas cuando estos atacan a la ciudad de Capua. Introducimos a Marco Valerio Corvo, Aulo Cornelio Coso, y a Publio Decio Mus. También, Marcia visita Roma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 30 — Las Montañas Samnitas.

El famoso poeta romano Virgilio a veces escribía tres oraciones en un día entero, y luego las borraba, no contento con su trabajo. Esto fue lo que un día escribió en su obra llamada La Eneida.

Recuerda, Romano, que es para ti gobernar a las naciones. Esta será tu tarea, imponer los caminos de la paz, perdonar a los vencidos, y domar a los orgullosos de la guerra.

Estoy casi seguro que el día que escribió esto, no se sentía mal por lo que logró.

En los próximos cien años veremos como Roma se convertirá, de un centro regional, al poder indiscutido de la península Itálica.

Hace menos de 40 años, todo el mundo se unió a darle patadas a Roma, pensando que los Senones de Breno la dejaron moribunda.

Pero pronto, ninguna tribu el Italia le causará amenazas a los Romanos, y cuando lo vuelvan a hacer en unos 150 años, no será para desafiar el poder de Roma, si no para ser incluidos como ciudadanos de Roma.

Pero, por supuesto, aún no estamos allí, así que vamos paso a paso.

En esta época, Roma estaba preocupada con galos.

Y no estoy hablando de los galos Senones, si no de galos en general.

En la consciencia común de los Romanos, la idea de los galos se había metido muy profundamente, y cada vez que noticias surgían de galos andando perdidos por los Apeninos o por las llanuras de Italia Central, Roma nombraba a un dictador.

La preocupación por los galos fue tan importante en Roma que el Senado decidió enviar mensajeros especiales hacia las montañas al este de Roma, y ponerse en contacto con una de las tribus que vivía en esa zona.

Los Samnitas.

Episodio 25 – Aquí Vienen los Galos

Los Senones atacan Roma, y saquean la ciudad eterna, mientras Marco Furio Camilo se encuentra en su exilio.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 25 — Aquí Vienen los Galos.

La semana pasada vimos como Marco Furio Camilo fue exiliado de Roma, después de haber conquistado Veyes, y después de haber duplicado el territorio de Roma.

En cuanto a Veyes, la ciudad se convirtió en una ciudad fantasma. Los campesinos alrededor de Veyes—quienes inicialmente no fueron molestados por Roma, rápidamente fueron absorbidos por unos pocos senadores patricios.

De hecho, la mayor parte de las tierras nuevas de Roma cayó en manos de un grupo pequeño de Patricios, y Roma se sentía en la cima de su gloria.

Pero como sabemos, cuanto más alto uno vuela, más fuerte uno cae, y ésta no fue una excepción a la regla.

Pero bueno, no nos adelantemos a los hechos y veamos primero como le va a Lucio, después de la muerte de su padre, y después de haber recibido aquel mensaje doble, desde Cartago.

Cuando Lucio abrió el pergamino del senador Papirio, no pudo entender el mensaje. El mensaje mismo provenía de Cartago, pues estaba envuelto y unido al mensaje de Marcia, pero el contenido hablaba de una grave advertencia para Roma, y de una coalición entre dos pueblos cuyos nombres Lucio jamás había oído. Inseguro de cómo proceder, Lucio decidió darse tiempo, y pensar con calma.

Si Marco Furio Camilo no estuviese en exilio, Lucio ya sabría lo que haría, pero ahora se sentía confundido.

Mientras Lucio estaba perdido en esos pensamientos, Aeliana apareció por el marco de la puerta. Ella entendió inmediatamente lo que sucedía, y sin siquiera detenerse en sus tareas de esclava, le dijo de una manera un tanto casual.

“Tu Padre jamás hubiese buscado ayuda de Patricios, aun si ese recado fuese de una situación de vida o muerte para Roma entera.”

“Yo no soy como mi padre,” respondió Lucio, inmediatamente dándose cuenta que había puesto el pie en la trampa. Pero Aeliana tenía razón. Había que buscar ayuda, y había que hacerlo ya, o ese pergamino podía ser la causa de algo verdaderamente siniestro.

Y lo peor era que Lució ni siquiera entendía por qué Marcia, o ese senador llamado Papirio, le enviaban algo así a él, un simple contratista de escudos, cinturones y accesorios para catapultas.

Pero lo que Lucio si entendió era que Aeliana, esa muchacha que ahora era su esclava, no era una esclava, antes del día en el que él la había encontrado, atrapada en una casa en llamas.

De hecho, Lucio hubiese deseado tener el coraje de consultar con ella acerca de asuntos así, pues ella aparentaba saber mucho.

[…]

 

Episodio 24 – Marco Furio Camilo

Cinco veces dictador. Cuatro veces Tribuno Militar. Tres triunfos en Roma. Entonces, por qué lo echaron de Roma?


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 24 — Marco Furio Camilo.

“Padre.”

Si bien la voz de Lucio era firme y bien oíble, el viejo Marco no movió ni un solo músculo, postrado en su cama. Lucio volvió a intentarlo, poniendo una mano sobre el hombro del anciano, muy suavemente, pues temía causarle dolor con su toque.

“¡Padre Marco!”

Levemente, Marco abrió sus ojos, y una sonrisa apareció en su rostro.

“¿Has vencido, hijo?”

“Si, Padre,” respondió Lucio, orgullosamente. “Los destruimos por completo, Padre. Y te he traído esto.”

Lucio levantó unos pergaminos a la altura de los ojos de su padre, para que este las pudiera ver. Sin esperar que el viejo preguntara, Lucio le explicó que los pergaminos eran planos de máquinas para estirar cuero, tales como ellos jamás lo habían visto.

Los etruscos, resultaba ser, eran mucho más avanzados tecnológicamente hablando, que los romanos, y parte del botín de guerra eran de inmenso valor para los ingenieros romanos.

Desde cómo hacer arcos de punta triple, para las salidas de agua sucia al rio Tiber, hasta como izar velas de barcos con la fuerza de un solo hombre, casi todo en Veyes era totalmente nuevo para los ingenieros de Roma de aquellos tiempos.

“¡Padre!  Esta máquina hasta podrá estirar cuero de renos,” exclamó Lucio, entusiasmado. El taller de escudos no dará abasto, se imaginaba el joven.

“Ah, los renos,” respondió el viejo. “No habrá renos en unos años más, hijo. Ya verás…”

Y el viejo tenía razón. En menos de dos generaciones el clima comenzó a volver a temperaturas como las que regían antes en Roma.

Renos, leones alpinos, y los largos inviernos comenzaron a desaparecer de Roma.

Nunca más el rio Tiber se volvió a congelar.

Cabe añadir aquí que leones alpinos eran las flores que hoy conocemos como el Edelweiss, y no estoy hablando de los felinos africanos. Leones, como tales, habían desaparecido de Italia—y casi toda Europa, ya hace más de mil años, y ahora las flores, llamadas leontopodium alpinum, o leones alpinos, desaparecían de las cercanías de Roma.

“Cuéntame, hijo. Con toda esa ciencia, como lograron entrar a Veyes?”

“Si, Padre. Fue por la obra de los dioses mismos, Padre. Yo fui el noveno hombre en pisar el suelo de Veyes. Y para sorpresa de todos, entramos en el mismísimo templo de Juno, Padre. Para cuando yo salí del túnel que el dictador mandó hacer, solo quedaban dos o tres sacerdotes vivos.”

Lucio le contó a su padre como los romanos habían excavado un túnel para entrar a la ciudad, y como, luego de la caída de Veyes, el ejército se llevó la estatua de Juno misma, a Roma.

“Y eso, Padre, fue porque los dioses mismos apaciguaron las aguas del lago Alba. Y gracias al ingenio del dictador,” añadió Lucio.

Cuando Lucio decía “el dictador,” por supuesto que se refería a Marco Furio Camilo.

“No creas en todo lo que oyes, hijo,” suspiró el viejo. “He oído otras versiones, y no fueron los dioses. Tampoco fue porque un sacerdote etrusco fue capturado por los romanos, hijo.”

“Pero, Padre… Los senadores mandaron gente a Delphi, y cuando…”

“¿Delphi? ¡Ja! No me hagas reír, hijo, y no te comportes como un idiota de once años frente a mis ojos,” el viejo casi explotó, y vigor parecía volver a su rostro.

“Esas historias son para gente que no sabe distinguir entre un ganso sagrado y una gallina común. Y si me cuentas eso porque piensas que se me fue el cerebro, estas cometiendo un pecado, Lucio. Y tampoco me digas cosas lindas de ese hijo de una serpiente, Camilo. Camilo es un Patricio. Y un Patricio jamás ayuda a un plebeyo. Punto y aparte. Igual que Cincinato.”

Silencio.

El viejo Marco solo llamaba a su hijo por su nombre cuando estaba verdaderamente enojado.

Lucio, sorprendido, se calló la boca, y profundamente dentro de sí mismo, se preguntaba cómo era que Padre sabía todo eso. Al parecer el joven había subestimado el razonamiento y el espíritu de su anciano padre.

[…]