Episodio 73 – Sicilia, Córcega, y Cerdeña

La situación entre Roma y Cartago, después de la captura de Régulo, y antes del sitio de Lilibea.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 73 – Sicilia, Córcega, y Cerdeña.

Lo que sucedió en Capua la primera noche de las Neptunalias, estremeció a la ciudad entera.

Si bien Capua — como cuidad — no le daba tanta atención al dios Neptuno como por ejemplo — Heraclea, aquí tenemos que mantener en cuenta, que Capua ya era una ciudad grande, y muy cosmopolita.

De hecho — para cuando la Segunda Guerra Púnica comience, Capua será capaz de alistar mas de 30 mil unidades de infantería, y 4 mil unidades de caballería.

Y como para resaltar la importancia de Capua un poco mas, en este momento — recordemos — estamos en el 254 AC — Capua es solo un poco mas pequeña que Roma y Siracusa, y un poco mas grande que Cartago.

Así que cuando el relato de un crimen — o cualquier otro chisme — comenzaba a andar por las calles de Capua — bueno — eso significaba, que no eran pocas, las personas que hablaban de ese tema.

Y en este caso tenemos un crimen que lo tenía todo.

Vicio.

Sexo.

Un juramento de venganza.

Un juez corrupto.

Una esclava acusada de algo que ella no cometió.

Guerra y patriotismo.

Religión y sacrificio.

Y para hacerlo mas interesante aún, la mitad de Capua odiaba a la víctima de ese crimen, mientras que la otra mitad lo defendía a muerte.

Se trataba de un hombre llamado Tacio. Un viejo de origen Sabino que vivió en Capua desde los tiempos de la Gran Guerra.

Pero jueces, magistrados, y muchas otras personas de alto nivel en la ciudad, tenían muchos intereses en asegurarse que nadie se vaya a olvidar de lo que sucedió, esa noche, la noche del primer día de las Neptunalias.

Fue un crimen tan macabro, tan violento, y sobre todo — tan atrevido — que ciudadanos de Capua hablaron del tema, por un largo, largo tiempo.

La víctima?

Un hombre de alta sociedad, conectado con miembros de la familia de Apio Claudio, pero a su vez, un hombre muy vicioso y perverso.

El criminal, o los criminales?

Entraron a la casa de Tacio mientras la ciudad festejaba y celebraba al dios Neptuno.

Primero forzaron a que el viejo les dijera donde se encontraba Aemilia, o el cuerpo de ella. Al final encontraron el cuerpo de la muchacha, lejos — bien lejos, al fondo del terreno de la propiedad.

Estaba parcialmente enterrado, y parcialmente quemado, y pudriéndose — mitad al aire libre.

Probablemente llevaba tres o cuatro semanas, de estar ahí.

Y ahí fue que la furia — de tanto Bruto, como Mamerco Publio — se desató.

Mientras Domicio no participó en lo que viene a continuación, los dos muchachos realmente se pasaron, en la crueldad del acto.

Al final de ese acto, el cuerpo de Tacio fue encontrado, atado cabeza para abajo, junto a tres cerdos.

Tanto los cerdos como el anciano — mas un esclavo que vivía con el viejo — todos estaban parcialmente carbonizados — el olor nauseabundo, de carne humana quemada, perforando el aire.

Y era obvio que Tacio fue torturado, y maniatado mientras aún estaba vivo. Partes de su cuerpo faltaban, y no eran las piernas.

Una nota fue hallada en una vasija, y esa nota simplemente decía “Némesis.”

El nombre de la diosa griega de la venganza.

Némesis fue luego adoptada por los romanos, y formó parte de la mitología romana.

Pero — la noche que todo eso sucedió — nadie se dió cuenta, de nada.

Para cuando vecinos notaron las llamas, la casa entera estaba siendo devorada por el fuego. El olor a brea líquida, por todos lados — era la primera pista, de que esto era un crimen premeditado.

Bueno — de ese crimen, y de las consecuencias del ese crimen — vamos a hablar al final de este Episodio.

Por supuesto — nosotros sabemos, que los asesinos eran nadie mas y nadie menos que Domicio, Mamerco Publio, y Bruto, de nuestra Saga Familiar.

Y que lo que hicieron en Capua, fue en venganza por Aemilia, y por todo lo que ella sufrió en los últimos años.

Bueno. Ahora — vamos a la parte de historia.

Pero como este es el Episodio mas largo del podcast, hasta aquí, quiero brevemente darles a saber el orden de las cosas, en el cuento de hoy.

Primero, un análisis de lo que pasó durante nuestro Episodio pasado, y una lista de grandes perdidas de marineros y tropas en general, como para poner todo esto en perspectiva.

Luego, un breve paréntesis para hablar de clientes y patrones en antigua Roma.

Como tercero, lo que sucedió a continuación en Sicilia, seguido por la Palabra en Latin.

Después de eso, la caída de Agrigento en manos de Cartago, seguido por la reacción de los romanos a ese evento, incluyendo el intento de sitiar a Lilibea.

En quinto lugar, el relato de la segunda pérdida de una flota romana.

Después de eso, la conquista romana de Palermo y los eventos del año 252 AC.

En séptimo lugar, el Cónsul Lucio Cecilio Metelo logra defender Palermo.

Luego, y un breve vistazo de Córcega y Cerdeña, desde el punto de vista de miembros de nuestra Saga Familiar.

Y por último, anuncios, música de salida, y saludos personales.

Listo! Empecemos!

Durante nuestro Episodio pasado, vimos la batalla en la cual Marco Atilio Régulo fue tomado prisionero de guerra.

Y si creyeron que en este Episodio — es decir, un Episodio mas tarde, lo dejaríamos en libertad, pues — se equivocaron, mis queridos oyentes.

Régulo vivió en cautiverio — dentro de los muros de Cartago, por cinco años enteros, y eso significa que no lo vamos a ver, volver a Roma, hasta nuestro Episodio 75 — La Batalla de Drépano.

Ahora, entonces, empecemos con nuestro Episodio en sí.

[…]

 

Episodio 45 – Fabio Ruliano y Papirio Cursor

Un vistazo a los dos héroes de las guerras samnitas, y un encuentro un tanto cómico entre ellos, frente al senado de Roma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 45 — Fabio Ruliano y Papirio Cursor.

La Selva Ciminia era el bosque primitivo — creado en tiempos de antes de dioses y humanos, que separaba Roma antigua de Etruria.

No existían caminos a través de esa selva, y hasta en los bordes de la misma, la imagen que la misma daba, causaban pavor entre la población de Roma.

Nadie se atrevió a entrar en la selva, hasta el siglo cuatro antes de Cristo.

Es mas — cuando en el año 310 AC el Senado de Roma le dió ordenes al entonces Cónsul Fabio Máximo Ruliano de NO entrar a esa selva, y cuando este sí entró a perseguir a los etruscos, y cuando salió de la selva sin perder su vida o la de sus soldados, los romanos sintieron miedo y pánico, pues creían que demonios de la selva misma, se habían poseído de las almas de estos legionarios.

Así, por lo menos, lo cuenta nuestro querido Tito Livio.

Esa selva — en parte fosilizada, y en parte, tan densa que la luz del sol, incapaz de penetrar el follaje espeso, creaba zonas de permafrost donde animales se hundían y quedaban atrapados, se extendía desde el noroeste de Roma antigua hasta casi los Apeninos al este, y llegaba casi al río Tiber en el sur.

En una sola oración, esa selva era el perfecto borde natural entre los romanos y los etruscos por la mayor parte de cuatro siglos.

Pero no estamos aquí para hablar del cruce de esa selva de parte de Fabio Ruliano, aun si fue desobedeciendo al Senado mismo de Roma.

Porque — al final y al cabo, esa incursion a la selva Ciminia fue en el año 310 AC, y aun no estamos ahí.

O sea que todavía tenemos la tercera guerra Samnita por delante, y si no fuera que los Samnitas recibieron una paliza tan grande de parte de los romanos, en la batalla de Sutrium, capaz que Ruliano no los hubiera perseguido a través de la selva.

Eso se debía a que la ciudad de Sutrium estaba literalmente pegada a esa selva Ciminia, y cuando los etruscos empezaron a correr selva-adentro, los romanos — o tenían que seguirlos, o iban a perderlos.

Bueno.

Entonces…

Estamos aquí para hablar de otra de las desobediencias de ese mismo hombre, una desobediencia que Ruliano hizo frente a un dictador de Roma, y que en nuestro caso no era nadie menos que Lucio Papirio Cursor.

Y digo “nadie menos” porque ese Papirio Cursor, no solo era un dictador de gran estatura, pero tambien provenía de una de las familias mas conocidas de Roma antigua.

Los Papirios.

Entonces primero veamos una breve descripción de estos dos hombres, Fabio Máximo Ruliano, y Lucio Papirio Cursor, porque en este episodio estamos cerrando las historias y los cuentos de la gran guerra, y no podemos cerrar ese cuento si no hablamos de los dos indiscutibles héroes de la misma.

Pero antes de darles una breve biografía de estos dos hombres, vayamos a ver rápidamente lo que pasa en la casa de Lucio, el nieto de aquel Lucio y Aeliana, que sobrevivieron el saqueo de Roma, y luego vamos a nuestra Palabra de la Semana en Latin.

En la casa de nuestro nuevo Lucio todo iba bien, la familia crecía y el negocio de escudos no daba abasto.

Este Lucio era un hombre de buen carácter, y de un talento para negocios.

De hecho, y económicamente hablando, la familia prosperó de tal manera que algunos miembros de familias Patricias ya los empezaban a notar, y la familia recibió dos ofertas de adopción para así ser parte de una de las tal llamadas tribus de Roma, y para de esa manera convertirse en Patricios romanos.

En total, Roma tenia mas de treinta tribus ahora, y ser adoptado por una familia de Patricios traía tanto nuevos derechos y placeres, como nuevos riesgos y peligros.

En general, familias de origen puramente Patricio, adoptaban a un plebeyo que se destacaba militarmente o económicamente, y eso se podía deber a dos causas principales:

UNO — El pater familias de la casa de los Patricios no tenía ningún hijo varón, y entonces buscaba de esa manera, conseguir tener un miembro de familia varón que siguiese la linea hereditaria.

O DOS — La familia de origin Patricio estaba endeudada o empobrecida por un mal manejo de dinero, y entonces esperaban rellenar sus cofres familiares por medio de esa adopción. En ese caso, los Patricios generalmente buscaban a plebeyos que se habían enriquecido en granjas o talleres artesanales.

Existía un tercer método de convertirse en patricio, y eso era por medio de matrimonio directo con la hija de un patricio, pero en ese caso, solamente los hijos — es decir, la generación siguiente, sería considerada patricia.

Pero ese día, la más pequeña de la familia, una niña de apenas cuatro años llamada Julia, fue corriendo a su madre, al parecer muy enfadada.

[…]