Episodio 58 – Otra Victoria Pírrica

La segunda batalla entre Roma y Pirro de Epiro. Al final, en Ásculo, Pirro ganó. Pero fue una victoria tan costosa, que fue ahí que la famosa frase “una victoria pírrica” fue creada.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 58 — Otra Victoria Pírrica.

Estamos en el año 279 AC, y los Cónsules electos para ese año eran Publio Sulpicio Saverrión, y Publio Decio Mus.

Si — ese mismo Publio Decio Mus, que era el hijo de Publio Decio Mus, y tambien el nieto de Publio Decio Mus.

Y si — tanto su padre como su abuelo, perdieron la vida, en el ya conocido DEVOTIO — (sacrificio en Latín), en el medio de una batalla, y ambas veces, los romanos vencieron en esas batallas, después de esos sacrificios.

En cuanto a Publio Sulpicio Saverrión, sabemos que ya era un hombre de edad, y que sirvió como Cónsul en el año 304 AC, y que tambien fue nombrado Censor, en el año 300 AC, es decir — 21 años atrás.

Y por supuesto que tambien sabemos, que pertenecía a la gens de los Sulpicios, de los cuales tendremos varios descendientes en el futuro, especialmente en España.

Así es, varios de los descendientes — no directos, pero — pertenecientes a esa familia bastante amplia, serán mártires y santos, y hasta habrá uno con el don de curar gente, en el nombre de Jesus, y el Espíritu Santo.

No veo la hora de llegar a esa parte de nuestro cuento, pero — ahora estamos en Heraclea.

Y acabamos de perder en Heraclea.

La Batalla de Heraclea fue importante por dos razones.

Esta era la primera vez en la historia de la antigüedad, que una Falange de tipo griego, se enfrentaba a una legión romana.

La otra razón era que, por primera vez, los romanos se las tuvieron que ver con elefantes.

Ahora, volviendo al tema de la batalla misma, Levino — quien muchas veces tambien es llamado como Lavinio en fuentes históricas, no fue castigado por el Senado de Roma, por haber perdido en Heraclea.

Pero para no hacer un lío en este Episodio, y a través del podcast, yo voy a llamarlo Levino — en vez de Lavinio.

Entonces, Publio Valerio Levino, y ya.

Y en cuanto a la derrota que Publio Valerio Levino sufrió en el sur de Italia, Plutarco escribió que Fabricio Luscino — uno de los Cónsules romanos del año 282 AC, dijo que, en realidad, no fueron los griegos que le vencieron a los romanos, sino mas bien, fue Pirro, quien le venció a Levino.

Y si no se acuerdan bien de este Fabricio Luscino, no se preocupen, que en unos minutos mas, vamos a hablar mas de él.

Y aquí quiero notar que en este año, el año 279 AC, muchos de los participantes de los eventos mas importantes se equivocaron, en varias cosas.

Y cuando digo “equivocación,” estoy hablando de malentendidos, o mal juicio.

Veamos.

Voy a listar tres cosas, por ahora, y veremos si aparecen otras situaciones así — mas tarde, en este Episodio.

UNO — Cuando los romanos se fueron corriendo del campo de batalla, después de haber estado varias veces, muy cerca de vencerles a los griegos, y después de que los elefantes inclinaron la balanza en favor de Pirro, estos romanos estaban seguros que Pirro, y sus tropas, los iban a perseguir, hasta las puertas del inframundo mismo.

Así que los romanos corrían — a toda velocidad.

Pero no! Los romanos se equivocaron.

Nadie siguió a los romanos. Si bien los romanos perdieron muchos soldados — ya vimos las cifras durante nuestro episodio pasado, nadie mas murió, cuando se fueron corriendo hacia Apulia.

Y la razón de este error fue que, dos de los elefantes de Pirro, al ver a los romanos salir corriendo, se dieron vuelta, y comenzaron a hacer destrozos en las hileras de los guerreros griegos.

Vaya!

Y hasta que esos elefantes fueron calmados, ya era muy tarde, para empezar a perseguir a las tropas de Levino.

DOS — Pirro tenía esperanzas de que mas pueblos de Italia se le irían a unir, cuando él atacó Roma.

Por lógica, pueblos que estaban firmemente bajo el yugo de la república, tendrían que haberse rebelado en contra de Roma. Y se tendrían que haber unido a Pirro, en menos de lo que canta un gallo, como dicen en el campo.

Pero no! Pirro se equivocó.

[…]