Por tercera vez, los Samnitas. Y algunos dicen que la tercera es la vencida. En este caso, fue cierto. Samnia nunca se recuperó. También vemos los últimos años de Marco Valerio Corvo.
Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 46 — La Tercera Guerra Samnita.
Paz reinaba en Roma en nuestro año, el año 302 AC, o si queremos decirlo de la manera como los romanos lo decían, estamos en el año del Consulado de Denter y Paulo.
Menos de seis meses antes, tratados de paz fueron ratificados por el Senado, y en este momento Roma era prácticamente el amo y señor del centro de Italia.
Y — tal como lo vimos durante nuestro ultimo episodio, heroes como Fabio Ruliano y Papirio Cursor abundaban en Roma.
Eso sucede a veces, que una nación de pronto sea bendecida durante una generación, y como por obra de un poder mas allá de lo entendible, nace una camada de gente que simplemente es mejor, o hace las cosas mejor, que sus padres y abuelos.
Es como una ola del mar, que cada tanto, es mas alta, mas fuerte, y mas hermosa que las siete, ocho o nueve olas anteriores.
Se repite en ciclos — opino yo.
Bueno, antes de que nos vayamos por la tangente con opiniones, aquí está lo que vamos a ver en este episodio, y para esto hice un muy, muy breve lista a saber:
UNO — Los años 302, 301, y 300 antes de Cristo, porque fue durante esos años que dos leyes muy importantes emergieron. La Lex Ogulnia, y la Lex Valeria.
DOS — Tambien volvemos a ver a Marco Valerio Corvo, que ahora se llama Marco Valerio Máximo Corvo, y quien verdaderamente es el mismo que había tenido esa pelea contra el galo, cuando era joven. Si se acuerdan, Valerio Corvo llegó a vivir 100 años de edad, y en este año anda pisando los setenta, pero aun fuerte para ser nombrado dictador.
TRES — El comienzo de la Tercera y ultima guerra samnita, y el por qué de esa guerra.
CUATRO — La batalla de Camerino, donde galos y samnitas vencieron a los romanos en el año 298 AC.
Y CINCO — El comienzo de la batalla de Tiferno, al año siguiente, donde los romanos vencen.
Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 45 — Fabio Ruliano y Papirio Cursor.
La Selva Ciminia era el bosque primitivo — creado en tiempos de antes de dioses y humanos, que separaba Roma antigua de Etruria.
No existían caminos a través de esa selva, y hasta en los bordes de la misma, la imagen que la misma daba, causaban pavor entre la población de Roma.
Nadie se atrevió a entrar en la selva, hasta el siglo cuatro antes de Cristo.
Es mas — cuando en el año 310 AC el Senado de Roma le dió ordenes al entonces Cónsul Fabio Máximo Ruliano de NO entrar a esa selva, y cuando este sí entró a perseguir a los etruscos, y cuando salió de la selva sin perder su vida o la de sus soldados, los romanos sintieron miedo y pánico, pues creían que demonios de la selva misma, se habían poseído de las almas de estos legionarios.
Así, por lo menos, lo cuenta nuestro querido Tito Livio.
Esa selva — en parte fosilizada, y en parte, tan densa que la luz del sol, incapaz de penetrar el follaje espeso, creaba zonas de permafrost donde animales se hundían y quedaban atrapados, se extendía desde el noroeste de Roma antigua hasta casi los Apeninos al este, y llegaba casi al río Tiber en el sur.
En una sola oración, esa selva era el perfecto borde natural entre los romanos y los etruscos por la mayor parte de cuatro siglos.
Pero no estamos aquí para hablar del cruce de esa selva de parte de Fabio Ruliano, aun si fue desobedeciendo al Senado mismo de Roma.
Porque — al final y al cabo, esa incursion a la selva Ciminia fue en el año 310 AC, y aun no estamos ahí.
O sea que todavía tenemos la tercera guerra Samnita por delante, y si no fuera que los Samnitas recibieron una paliza tan grande de parte de los romanos, en la batalla de Sutrium, capaz que Ruliano no los hubiera perseguido a través de la selva.
Eso se debía a que la ciudad de Sutrium estaba literalmente pegada a esa selva Ciminia, y cuando los etruscos empezaron a correr selva-adentro, los romanos — o tenían que seguirlos, o iban a perderlos.
Bueno.
Entonces…
Estamos aquí para hablar de otra de las desobediencias de ese mismo hombre, una desobediencia que Ruliano hizo frente a un dictador de Roma, y que en nuestro caso no era nadie menos que Lucio Papirio Cursor.
Y digo “nadie menos” porque ese Papirio Cursor, no solo era un dictador de gran estatura, pero tambien provenía de una de las familias mas conocidas de Roma antigua.
Los Papirios.
Entonces primero veamos una breve descripción de estos dos hombres, Fabio Máximo Ruliano, y Lucio Papirio Cursor, porque en este episodio estamos cerrando las historias y los cuentos de la gran guerra, y no podemos cerrar ese cuento si no hablamos de los dos indiscutibles héroes de la misma.
Pero antes de darles una breve biografía de estos dos hombres, vayamos a ver rápidamente lo que pasa en la casa de Lucio, el nieto de aquel Lucio y Aeliana, que sobrevivieron el saqueo de Roma, y luego vamos a nuestra Palabra de la Semana en Latin.
En la casa de nuestro nuevo Lucio todo iba bien, la familia crecía y el negocio de escudos no daba abasto.
Este Lucio era un hombre de buen carácter, y de un talento para negocios.
De hecho, y económicamente hablando, la familia prosperó de tal manera que algunos miembros de familias Patricias ya los empezaban a notar, y la familia recibió dos ofertas de adopción para así ser parte de una de las tal llamadas tribus de Roma, y para de esa manera convertirse en Patricios romanos.
En total, Roma tenia mas de treinta tribus ahora, y ser adoptado por una familia de Patricios traía tanto nuevos derechos y placeres, como nuevos riesgos y peligros.
En general, familias de origen puramente Patricio, adoptaban a un plebeyo que se destacaba militarmente o económicamente, y eso se podía deber a dos causas principales:
UNO — El pater familias de la casa de los Patricios no tenía ningún hijo varón, y entonces buscaba de esa manera, conseguir tener un miembro de familia varón que siguiese la linea hereditaria.
O DOS — La familia de origin Patricio estaba endeudada o empobrecida por un mal manejo de dinero, y entonces esperaban rellenar sus cofres familiares por medio de esa adopción. En ese caso, los Patricios generalmente buscaban a plebeyos que se habían enriquecido en granjas o talleres artesanales.
Existía un tercer método de convertirse en patricio, y eso era por medio de matrimonio directo con la hija de un patricio, pero en ese caso, solamente los hijos — es decir, la generación siguiente, sería considerada patricia.
Pero ese día, la más pequeña de la familia, una niña de apenas cuatro años llamada Julia, fue corriendo a su madre, al parecer muy enfadada.