Episodio 34 – De Creta a Campania

Anunciamos las nuevas formaciones de las legiones romanas, en tres partes. Roma y los Latinos se preparan para una guerra sin cuartel. El hijo de Espurio, el arquero reaparece en nuestra saga familiar.

Y en Grecia, Alejandro Magno ya tiene 16 años de edad.


[spreaker type=player resource=”episode_id=13305973″ width=”90%” height=”80px” theme=”dark” playlist=”false” playlist-continuous=”false” autoplay=”false” live-autoplay=”false” chapters-image=”true” episode-image-position=”left” hide-logo=”true” hide-likes=”true” hide-comments=”true” hide-sharing=”true” hide-download=”true”]


Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 34 — De Creta a Campania.

Si la nave ha de ser salvada, cada hombre debe cumplir con su deber,

mientras la nave se encuentra ilesa.

Los esfuerzos son fútiles cuando la nave se hunde.

Así que en cuanto a Atenas, mis propuestas están listas.

Debemos hacer los preparativos completos para la guerra.

Atenas, al menos, debe cumplir con su deber.

Esto fue parte de la oratoria del Ateniense Demóstenes, durante su discurso en lo que hoy conocemos como la Tercera Filípica, en el año 341 antes de Cristo.

Y no era extraño comparar ciudades a naves, en aquellos tiempos, creo yo.

Ahora, o sea en el año 340 antes de Cristo, Demóstenes seguía incitando a los atenienses con sus provocaciones en contra del padre de Alejandro Magno, el rey Filipo el Segundo.

Bien. Nos encontramos en el año del Consulado de Torcuato y Mus.

Si, estoy hablando de aquel Publio Decio Mus, que se había ganado la corona gramínea, unos años antes.

Como pronto se establecerá casi como una costumbre en nuestro podcast—al menos por un par de décadas, vayamos primero a Ostia a ver lo que nuestro esclavo ha visto y oido, tanto de mercaderes, como de otra gente que llenaba las calles y los muelles del puerto de Roma.

Noticias desde Ostia.

El rey de Macedonia, Filipo II falló en su asedio y conquista de la ciudad del Bizancio, y en parte fue por la ayuda que la ciudad de Atenas envió a esa ciudad, después de los vigorosos discursos de Demóstenes.

Durante este asedio se forjó la leyenda de la intervención de la diosa Hécate Fósforos, una hermosa divinidad que protegía a la ciudad y que—de noche, prendió todas las antorchas en los foros de la ciudad y el puerto, descubriendo así a las naves de Filipo que se venían acercando en silencio.

Los perros de la ciudad, despertados por el milagro de las antorchas prendidas, ladraron hasta que la ciudad entera se puso a ver qué sucedía.

Como resultado de ese evento mitológico, los soldados de Bizancio se defendieron victoriosamente contra el ataque Macedonio.

La otra noticia que nuestro esclavo escuchó era que en Sicilia, otra vez había luchas entre los Cartaginenses y las colonias griegas, cerca de una ciudad llamada Lentini.

Como una nota de al lado, Alejandro—el hijo de Filipo, ya tenía 16 años.

Ese mismo año, su educación bajo el prodigioso maestro Aristóteles llegó a su final.

Y en ese mismo año, Alejandro aplastó una revuelta de una tribu en Tracia, llamada la tribu de los Medios. En realidad, Alejandro los aplastó con tanta eficiencia, que gente ya empezaba a notar su genio militar, mientras que su padre Filipo lo había dejado solo, y como regente del trono.

Bueno, escucharemos de nuestro esclavo en Ostia, la semana que viene.

Bien, volvamos a nuestra ciudad, Roma—y a nuestro cuento de Roma.

Como mencioné,  Tito Manlio Torcuato y Publio Decio Mus eran los Cónsules electos de Roma, el año que una delegación Latina entró por las puertas de la ciudad, pidiendo una audiencia con el Senado romano.

En realidad, los Latinos venían muy preparados para esta audiencia, porque la verdad era que los romanos los habían llamado a Roma, pero no les habían dado las razones exactas por las cuales los senadores Latinos eran requeridos en Roma.

Pero, como los Latinos tampoco se habían caído de un manzano, ellos inmediatamente sabían que los romanos sabían algo de las conversaciones secretas entre los Campanios y los Latinos. Así que, antes de salir para Roma, los Latinos se prepararon para el examen.

—“Y si nos preguntan qué estamos haciendo con tantos enviados a Campania, tan a menudo?”

[…]

 

Episodio 33 – Latinos y Romanos

Latinos y Romanos hablaban el mismo idioma y veneraban a los mismos dioses. Pero después de la primera guerra samnita, los Latinos sintieron que eran más fuertes que Roma. Y empiezan a crear planes, junto a los Campanios.


[spreaker type=player resource=”episode_id=13250529″ width=”90%” height=”80px” theme=”dark” playlist=”false” playlist-continuous=”false” autoplay=”false” live-autoplay=”false” chapters-image=”true” episode-image-position=”left” hide-logo=”true” hide-likes=”true” hide-comments=”true” hide-sharing=”true” hide-download=”true”]


Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 33 — Latinos y Romanos.

Noticias no llegaban a Roma—o a cualquier otra ciudad, como lo hacen hoy en día.

Noticias viajaban con viajeros de aquellos tiempos, y los viajeros más conocidos tradicionalmente eran mercaderes, soldados, y prisioneros de guerra.

Y me animo a decir que era precisamente en ese orden.

Y como ahora estamos entrando a una época pivotal en la historia de Grecia, Persia, y Macedonia, vamos a poner a uno de nuestros empleados a residir en el puerto romano de Ostia. Le alquilaremos un cuarto en uno de los edificios de la calle central de Ostia, la que sale de la ciudad para convertirse en una vía romana, típicamente marcada a cada milla romana con una piedra que denotaba la distancia de Roma.

Bueno—ese empleado vivirá en Ostia por un tiempo, y él tiene una función muy claramente definida—recibir noticias desde afuera.

Cada mañana bajará de su cuarto en el tercer piso—el peor, y se dirigirá a los muelles, donde comerá un desayuno de pan untado en aceite de oliva, con un estofado caliente de legumbres y col. En invierno, ese estofado tambien podrá tener carne, y en verano será más pan y menos estofado.

Nuestro esclavo permanecerá en los muelles hasta horas vespertinas, y estará al pendiente de noticias que barcos traerán.

Más precisamente, de lo que andaba sucediendo entre Alejandro Magno, y el Imperio Persa.

Y como estos años, casi todo el tiempo existían cambios, pues—nuestro empleado en Ostia tendrá mucho trabajo, y su reporte será al comienzo de cada episodio.

O al final, dependiendo de la situación.

—- Música —-

Noticias desde Ostia. El rey Filipo el Segundo de Macedonia invita al filósofo griego Aristóteles a Macedonia, para que eduque a su hijo Alejandro, y lo prepare para ser el heredero del trono de Macedonia.

Esto, en otras circunstancias normales, nunca hubiese llegado a Roma, como una noticia vía barcos, si no hubiese sido que el dominio de Macedonia se hacia más y más obvio, con cada año que pasaba. Felipe el Segundo estaba conquistando y anexando territorios, islas, y provincias de Tracia, la actual Bulgaria, y en nuestro año actual, el 342 AC, la península de Gallipoli fue entregada casi sin lucha.

Atenas estaba cerca de otra de sus fechas negras.

En unos seis años la capital griega caerá bajo el poder de Macedonia.

Nuestro empleado también notó que desde otro barco, noticias de otro de los familiares del rey Felipe de Macedonia llegaban a Roma. Se trata de Alejandro de Epiro, el tío de Alejando Magno, a quien dedicaremos un episodio entero prontamente, por lo que va a suceder en Campania, muy prontamente.

Bueno, escucharemos de nuestro esclavo en Ostia, la semana que viene.

[…]