Episodio 45 – Fabio Ruliano y Papirio Cursor

Un vistazo a los dos héroes de las guerras samnitas, y un encuentro un tanto cómico entre ellos, frente al senado de Roma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 45 — Fabio Ruliano y Papirio Cursor.

La Selva Ciminia era el bosque primitivo — creado en tiempos de antes de dioses y humanos, que separaba Roma antigua de Etruria.

No existían caminos a través de esa selva, y hasta en los bordes de la misma, la imagen que la misma daba, causaban pavor entre la población de Roma.

Nadie se atrevió a entrar en la selva, hasta el siglo cuatro antes de Cristo.

Es mas — cuando en el año 310 AC el Senado de Roma le dió ordenes al entonces Cónsul Fabio Máximo Ruliano de NO entrar a esa selva, y cuando este sí entró a perseguir a los etruscos, y cuando salió de la selva sin perder su vida o la de sus soldados, los romanos sintieron miedo y pánico, pues creían que demonios de la selva misma, se habían poseído de las almas de estos legionarios.

Así, por lo menos, lo cuenta nuestro querido Tito Livio.

Esa selva — en parte fosilizada, y en parte, tan densa que la luz del sol, incapaz de penetrar el follaje espeso, creaba zonas de permafrost donde animales se hundían y quedaban atrapados, se extendía desde el noroeste de Roma antigua hasta casi los Apeninos al este, y llegaba casi al río Tiber en el sur.

En una sola oración, esa selva era el perfecto borde natural entre los romanos y los etruscos por la mayor parte de cuatro siglos.

Pero no estamos aquí para hablar del cruce de esa selva de parte de Fabio Ruliano, aun si fue desobedeciendo al Senado mismo de Roma.

Porque — al final y al cabo, esa incursion a la selva Ciminia fue en el año 310 AC, y aun no estamos ahí.

O sea que todavía tenemos la tercera guerra Samnita por delante, y si no fuera que los Samnitas recibieron una paliza tan grande de parte de los romanos, en la batalla de Sutrium, capaz que Ruliano no los hubiera perseguido a través de la selva.

Eso se debía a que la ciudad de Sutrium estaba literalmente pegada a esa selva Ciminia, y cuando los etruscos empezaron a correr selva-adentro, los romanos — o tenían que seguirlos, o iban a perderlos.

Bueno.

Entonces…

Estamos aquí para hablar de otra de las desobediencias de ese mismo hombre, una desobediencia que Ruliano hizo frente a un dictador de Roma, y que en nuestro caso no era nadie menos que Lucio Papirio Cursor.

Y digo “nadie menos” porque ese Papirio Cursor, no solo era un dictador de gran estatura, pero tambien provenía de una de las familias mas conocidas de Roma antigua.

Los Papirios.

Entonces primero veamos una breve descripción de estos dos hombres, Fabio Máximo Ruliano, y Lucio Papirio Cursor, porque en este episodio estamos cerrando las historias y los cuentos de la gran guerra, y no podemos cerrar ese cuento si no hablamos de los dos indiscutibles héroes de la misma.

Pero antes de darles una breve biografía de estos dos hombres, vayamos a ver rápidamente lo que pasa en la casa de Lucio, el nieto de aquel Lucio y Aeliana, que sobrevivieron el saqueo de Roma, y luego vamos a nuestra Palabra de la Semana en Latin.

En la casa de nuestro nuevo Lucio todo iba bien, la familia crecía y el negocio de escudos no daba abasto.

Este Lucio era un hombre de buen carácter, y de un talento para negocios.

De hecho, y económicamente hablando, la familia prosperó de tal manera que algunos miembros de familias Patricias ya los empezaban a notar, y la familia recibió dos ofertas de adopción para así ser parte de una de las tal llamadas tribus de Roma, y para de esa manera convertirse en Patricios romanos.

En total, Roma tenia mas de treinta tribus ahora, y ser adoptado por una familia de Patricios traía tanto nuevos derechos y placeres, como nuevos riesgos y peligros.

En general, familias de origen puramente Patricio, adoptaban a un plebeyo que se destacaba militarmente o económicamente, y eso se podía deber a dos causas principales:

UNO — El pater familias de la casa de los Patricios no tenía ningún hijo varón, y entonces buscaba de esa manera, conseguir tener un miembro de familia varón que siguiese la linea hereditaria.

O DOS — La familia de origin Patricio estaba endeudada o empobrecida por un mal manejo de dinero, y entonces esperaban rellenar sus cofres familiares por medio de esa adopción. En ese caso, los Patricios generalmente buscaban a plebeyos que se habían enriquecido en granjas o talleres artesanales.

Existía un tercer método de convertirse en patricio, y eso era por medio de matrimonio directo con la hija de un patricio, pero en ese caso, solamente los hijos — es decir, la generación siguiente, sería considerada patricia.

Pero ese día, la más pequeña de la familia, una niña de apenas cuatro años llamada Julia, fue corriendo a su madre, al parecer muy enfadada.

[…]

 

Episodio 41 – El Fin de la Gran Guerra

El fin de la Segunda Guerra Samnita, desde la caída de Apulia, hasta la inspección de Samnia por el Cónsul Publio Sempronio, en Samnia misma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 41 — El Fin de la Gran Guerra.

Estamos en el año 435 de la fundación de la ciudad, lo que equivale al año 319 antes de Cristo.

Día de año nuevo.

Una de las costumbres que los romanos tenían para el primer día del año, era votar por los dos Cónsules para el año en question.

El Senado romano iba a votar.

Mantenga en cuenta, por favor, que todavía estamos utilizando el calendario pre Juliano, es decir que utilizamos el recuento de los meses del año como Rómulo y Numa Pompilio lo habían decidido, y no como Julio César los había ajustado muchos siglos mas tarde.

Pero, sea como sea, los romanos — es decir, los privilegiados en Roma, se dirigían al edificio del Senado para votar por los dos Cónsules nuevos.

Esta vez, los senadores sabían que el voto era muy importante, ya que no solo votaban por los dos Cónsules que iban a vengarse por la humillante derrota de las Horcas Caudinas, sino que tambien iban a cambiar una ley muy importante que no tenía nada que ver con guerra.

Hasta ahora, los Cónsules eran los que tenían el poder de poner o remover a una persona en el Senado romano. Este año, si el voto iba a pasar, ese poder pasaría a ser parte de los poderes de los tal llamados censores.

A aquí quiero destacar seis pequeños detalles de como los senadores votaban, a la ora de promulgar leyes, elegir a senadores nuevos, y demás trivialidades.

UNO — Antes de comenzar una sesión, un senador iba a buscar a uno o dos de los cuatro auspices de Roma, para que este diga si el día era propicio para abrir sesión, y promulgar leyes o no.

En aquel tiempo, Roma poseía cuatro personas con suficiente autoridad para ese tipo de funciones, y un día de estos vamos a hablar de eso en mas profundidad.

DOS — Antes del voto, siempre hubo discursos. Sea un voto importante o no, siempre había un discurso antes de dicho voto.

TRES — A veces esos discursos iban largos… y digo, bien largos, con el propósito de bloquear chances de que el voto se pueda realizar.

El hecho era, que a la puesta del sol, el Senado, por ley, tenia que cerrar la sesión.

Y ese discurso extremadamente largo se hacia a propósito, si alguien se oponía a la promulgación de alguna ley, o la nominación de alguna persona a cierta magistratura.

CUATRO — Después de dar discursos, venía el voto. Al votar por asuntos menores, el voto se hacía levantando la mano, o simplemente diciendo “si” en voz alta. Como el Roma antigua no existían partidos politicos, en el sentido de hoy, generalmente tampoco existían presiones en asuntos menores, de votar de cierta manera.

CINCO — Al votar por asuntos mayores, los senadores se separaban en dos grupos, y tomaban asiento de un lado, o del otro lado de la sala.

Y aquí debo destacar que el senado de Roma no estaba sentado en forma circular, como es representado muchas veces en ilustraciones y gráficos provenientes de la edad media y moderna.

No, el Senado de Roma era — primeramente un edificio muy rectangular, y segundo, no tenia asientos en forma de un circulo, o mesa redonda, o el concilio de seguridad de las Naciones Unidas.

Los asientos de los Senadores eran filas paralelas, de ambos lados de la sala, con un amplio espacio en el medio. Y cuando un voto importante tomaba lugar, bueno — los senadores simplemente se levantaban y se sentaban de uno de los dos lados.

Un lado era SI, el otro lado era NO. Así de simple.

Y SEIS — Después del voto, los auspices tenían que obtener la ratificación de los dioses de una decision hecha por el Senado.

Y créame, esto era tan importante, que muy a menudo un Cónsul tenia que devolver el poder, como a los días de ascender al poder, simplemente porque los augurios de — digamos, el vuelo de alguna águila o alguna lechuza por el cielo de Roma, no era como debía ser.

He mencionado ya, que los romanos sabían ser supersticiosos?

Bueno, ahí tenemos un poco de como los romanos votaban, durante su año nuevo.

Y ahi tenemos que ese año, Lucio Papirio Cursor, y Quinto Aulio Cerretano fueron elegidos Cónsules por el año.

[…]