Episodio 67 – La Captura de Brundisium

La caída de la última ciudad en el sur de Italia. Toda Roma, ahora, se prepara para el paso siguiente: Sicilia.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 67 — La Captura de Brundisium.

A veces nos toca que un Episodio de El Estado de la Unión viene seguido por un Episodio de Biografías, y eso hace, que el hilo de nuestro cuento viene un tanto interrumpido — no por un Episodio, sino por dos.

Este fue el caso de nuestros episodios 65 y 66, pero — las buenas noticias de eso, es que ahora tenemos, por lo menos, 11 episodios seguidos, de nuestro Cuento — El Cuento de Roma, antes de que nos toque otro Estado de la Unión.

Así que — sin demoras, vamos al 23 de Enero del año 266 AC.

En Roma — una marcha triunfal.

Esa marcha de debía a la captura de Brundisium, el año anterior.

Con eso, la conquista de Calabria y de Mesapia, estaban completas.

Esta marcha triunfal era en honor a DOS HOMBRES que — pues, hicieron esa captura.

Eran los Cónsules de Roma, del año anterior.

Estoy hablando de Marco Atilio Régulo, y Lucio Julio Libón.

Vamos a tener una palabrita de ellos — Marco Atilio Régulo y Lucio Julio Libón, en unos minutos, pero en este momento, hay algo más importante, y se trata de la marcha misma.

Explico.

A diferencia de otras marchas triunfales, esta marcha fue considerablemente más pequeña, más tenue, y traía muy pocos esclavos en remolque — comparado con otros triunfos romanos.

Y eso se debía a tres factores.

UNOMarco Atilio Régulo se aseguró que su campaña — y su victoria, fuesen bien organizadas, y bien ordenadas, desde el principio hasta el fin.

— hubo derrame de sangre en la ciudad, pero no existió esa avalancha de soldados, sueltos libres como lobos hambrientos, después de la lucha — y, a que hagan lo que quieran por la ciudad.

Atilio Régulo no permitió eso.

DOS — Régulo trajo consigo un enorme cantidad de objetos desde el sur.

Objetos de arte.

Objetos de oro y de plata.

Objetos de fosfato de cobre, hidratado — que hoy es mejor conocido, como turquesa.

Objetos hechos de bronze, piedra calcárea, y hasta esculpidos, de las corazas, de caracoles de mar.

Vasijas — ánforas — para llevar vino y aceite de oliva, con decoraciones de plantas en formas geométricas.

Esas ánforas eran llamadas trozellas. Las dos manijas se extendían muy alto — mucho más alto que el pico de las mismas, algo que los romanos no hacían en su tiempo.

Resulta que Brundisium era famosa por su arte, y Brundisium era un rival natural de la otra gran ciudad de la zona. Tarento.

Bueno — Y TRES — Durante el proceso de esta marcha triunfal, y desde la misma entrada por la puerta del Triunfo, la primera persona, entre los prisioneros, era una mujer.

Así es — marchando en cadenas, y con la cabeza en alto, esa mujer estaba rodeada por 12 soldados Salentinos tambien encadenados — y detrás de ellos, venían 12 lictores romanos, llevando las ya conocidas fasces.

Después, unos mil prisioneros de guerra más, y luego — por supuesto, el fabuloso botín de guerra.

Cuando toda esa procesión entró al Pomerio — siempre entraban desde el oeste, del Campo de Marte, la cola de la procesión misma todavía estaba amontonada fuera de la ciudad, esperando su turno para entrar.

Pero — no es que habíamos dicho que esta marcha era considerablemente pequeña?

Así es — y en realidad, esa fue una de las marchas más pequeñas en historia reciente.

Más tarde veremos, que marchas triunfales, a veces — sabían durar hasta cuatro días, desde una punta a la otra, y no era solamente porque caminaban bien lento.

Si — andaban a paso de los cantos de los sacerdotes, y de las Vírgenes Vestales, pero igual — una procesión así, podía tener más de 20 mil personas.

Siempre entraban desde el Campo de Marte, donde se hacían todos los arreglos de ultimo momento, y mucho antes de que saliera el sol.

De ahí, iban por la Vía Triumfalis, hasta el Senado, o sea que pasaban cerca del Mercado y el Foro, y a lo largo del futuro Circo Flaminio.

Cuando llegaban al Senado, los Senadores se unían a la procesión, y eso era otra demora de una hora — por lo menos.

De ahí, iban hacia el sur, hasta el Circo Máximo, y daban una vuelta ahí.

Luego — dependiendo del estado de las calles, y dependiendo si había zonas en construcción, daban media vuelta, hacia el norte, hacia donde — en el futuro, tendremos el Coliseo.

Ahí es, donde la gran mayoría de los miembros de nuestra Saga Familiar, observaban la lenta marcha de toda esa gente. Hoy existía una razón muy especial, por la que estaban presenciando esa marcha, y vamos a explicar eso, en un minuto más.

Y por ultimo — la procesión daba otra media vuelta.

De ahí, subían por las escalinatas del Monte Capitolino, hasta el templo de Jupiter — el corazón de Roma.

Así que — como ven, eso era, no menos de unos 4 kilómetros y medio, pero a ese paso, duraba por lo menos un día.

Además, si había esclavos que iban a ser decapitados al cabo de la marcha, esos condenados no tenían el derecho de subir al Monte Capitolino.

En lugar de eso, se los dejaba en una plaza situada entre el Capitolino, y la prisión Mamertina, donde la gente se podía dar el gusto, de ver a esos prisioneros, bien de cerquita.

Ahí podían tirarles frutas podridas, pan mimado con vinagre — o peor aun, calabazas llenas de orina.

Y como un dato de futuro — cuando lleguemos a la época del emperador Augusto, verán que el botín de guerra, y la cantidad de esclavos, traídos desde Egipto, provocaron una caída en las tasas de interés, una caída en los precios de esclavos, y un enorme aumento de los precios de la tierra, por casi cinco años.

Y antes de dejar el tema de las marchas triunfales quisiera añadir estos detalles:

La persona, o personas en cuyo honor, esa marcha se hacía, llevaban una toga de color púrpura, con franjas doradas, y botas de color rojo. Esa toga se denominaba la “toga picta.”

Y contrario a la creencia popular, esa persona o personas, no iban adelante, sino atrás de todo el mundo.

Detrás de él, o ellos, solo iban su familia, y algunos soldados especialmente elegidos por él — por supuesto, por algún buen desempeño, durante la batalla.

Y después de esa gente, venían dos bueyes, totalmente blancos, adornados con flores y cintas, de color rojo-sangre.

Esos bueyes, iban a ser sacrificados al final de la procesión, frente al templo de Júpiter mismo.

Y por quién?

Pues, por los sacerdotes de Roma, con la ayuda de los dos Cónsules actuales, si es que andaban por la ciudad, y por un elegido de honor, de Marco Atilio Régulo, y un elegido de honor, de Lucio Julio Libón.

Así es — un elegido de honor, de cada uno de los — tal llamados, hombres de triunfo.

Y todo eso, bajo el estricto control, del Pontífice Máximo de Roma, quien los esperaba sentado en su gran silla, frente al templo de Júpiter Capitolino.

Ah — y dicho sea de paso, nuestros Cónsules de este año son Décimo Junio Pera, y Numerio Fabio Píctor.

Así es — otro Píctor!

Este hombre — Numerio Fabio Píctor, es hijo del artista Cayo Fabio Píctor, y por ende — tío de nuestro invitado especial de nuestro Episodio pasado.

Qué chiquito que es el mundo de Roma,

cuando uno comienza a conocer a la gente,

por nombre y apellido!

Y van a ver, lo que este Numerio Fabio Píctor va a hacer en nuestro proximo Episodio, durante un debate en el Senado, y en contra de otro senador, uno de los Claudios!

Bueno — ahí tenemos una marcha triunfal.

[…]

Episodio 64 – Los Mamertinos

Un análisis de los Mamertinos, la rendición de Tarento y los años entre las Guerras Pírricas y las Guerras Púnicas.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 64 — Los Mamertinos.

Estamos en el año 272 AC, y en este Episodio vamos a recorrer nada menos que cuatro años de historia, y de lo que pasó en Roma, y alrededor de Roma.

Pero para comenzar con estos cuatro años — del 272 al 269 AC, tenemos que dar un salto hacia atrás primero.

Un salto — en tiempo, y en espacio.

Así que, vayamos muy rápidamente, al año 317 AC, y a la isla de Sicilia.

O sea, que vamos 45 años hacia atrás — en tiempo, y cientos de millas al sur de Roma — en espacio.

Para mas exactitud, vamos a la ciudad de Siracusa, el día del nacimiento de un hombre llamado Agatocles.

Agatocles nació cerca de la ciudad de Siracusa, y era hijo de un alfarero, o ceramista.

Y para mas detalles, el padre de Agatocles era un especialista en cerámica, sobre todo, en vasijas y cántaros con una sola asa grande de un lado, y una salida bien larga y chiquita del otro lado, para servir cantidades muy pequeñas de liquido — como por ejemplo… aceite.

Si bien Agatocles aprendió el oficio de su padre, el joven prontamente se unió al ejército, junto a su hermano Antander.

Dos veces fue expulsado de la ciudad de Siracusa, por haber tratado de crear una sublevación en contra del gobierno de oligarcas de la ciudad, y ambas veces, esa derrota solo le terminó dando mas fuerza.

Agatocles terminó tomando por esposa a la viuda de su propio patrón, lo cual le dió una gran ventaja, financieramente hablando.

Bueno.

Para hacer esta historia mas breve, lo que tenemos que saber, es — que este Agatocles fue el hombre que trajo — o mejor dicho, atrajo, gente de la region italiana llamada Campania, unos tal llamados Mamertinos.

Esos Mamertinos, guerreros jóvenes, provenientes de la región de Neapolis, se convirtieron en su guardia personal, su brazo derecho, y su brazo largo a la hora de impartir justicia en Siracusa.

Algunos de esos Mamertinos eran de origen Samnita, y otros de pueblos tales como los Brucios, pero la gran mayoría provenían de Campania.

Se llamaban así porque se consideraban los hijos de Marte.

Resulta que en la lengua de los Oscos, mamertini significa “los descendientes de Marte,” así que los romanos, una vez que se familiarizaron con ese nombre, pues — los llamaban así.

Bueno, ahora sí — podemos ir — de otro salto, al año 289 AC, que fue el año cuando nuestro Agatocles murió en Siracusa.

Habiéndoles pagado a los Mamertinos, el gobierno de Siracusa les dijo que — bueno — que se fueran a casa, y que la ciudad de Siracusa ya no necesitaba de sus servicios.

Y nosotros muy bien sabemos como nos encanta cuando nos dicen eso — que ya no nos necesitan, y que — bueno, que vayamos a buscar otro trabajo.

Y si bien, en el primer mundo — es decir, en el mundo desarrollado, ese problema ya se ha resuelto con empleo fijo, o empleo a través de contratistas, y sobre todo, empleo garantizado por el estado, muchísima gente hoy en día, sobre todo en Latinoamérica, oye estas palabras muy a menudo.

— “Muchísimas gracias por sus servicios prestados, y aquí tiene su salario! Por favor, firme aquí.”

Y en los EEUU, eso generalmente viene acompañado por un papelito color rosado — llamado “PINK SLIP” para que con ese papelito podamos ir a la Bolsa de Trabajo, a ver como resolvemos el tema del pan y el techo, para el mes que viene.

Por supuesto que en otros países — ni eso le dan a uno.

Y, volviendo al tema de los Mamertinos que acababan se recibir su ultimo salario — sin papelito color rosado, la mayoría de ellos sí se fueron de regreso a Campania, y la mayoría de ellos sí reanudaron sus vidas normales, al cabo de años de servicio prestados, en Sicilia.

Pero lógicamente, cuando digo “LA MAYORÍA,” no digo todos.

Así es.

Un grupo de estos Mamertinos decidió que lo que el gobierno de Siracusa hizo, no era justo, y — ni dos por tres, decidieron quedarse en Sicilia.

Como ya no tenían donde vivir, primero pasaron un invierno en las cavernas de Sicilia, y según la leyenda, pasaron tiempo en una caverna llamada “la oreja de Dionisio.”

Esa caverna tenía la característica de que acústicamente hablando, uno podía percibir sonidos desde muy lejos, y dicen que el tirano — precisamente llamado Dionisio (no nuestro Dionisio de Halicarnaso), — él solía escuchar conversaciones de gente en esas cavernas, porque el eco era de primera calidad.

Y hablando de cavernas, quisiera mencionar aquí en una breve oración, que me encuentro muy feliz del modo como el tema de los doce chicos y su entrenador de futbol, se resolvió, allá en el norte de Tailandia.

Hace tres días, terminaron de extraer al ultimo de los chicos de la caverna, y al entrenador del grupo.

Y una verdadera saga de audiencia mundial, llegó a ver un final muy, muy feliz.

Fue increible, como gente de todo el mundo, de pronto, siguió ese evento por los medios sociales — eso es algo que realmente habla del espíritu humano.

Y claro está, que no podría mencionar el tema de Tailandia, sin también mencionar el tema de Chile, allá en el 2010, cuando 33 mineros quedaron atrapados en la mina de San José, en Copiapó.

Atrapados por mas de 60 días, al final lograron sacarlos, uno por uno. Yo me acuerdo que en esos días yo andaba pendiente de cada noticia, de ese tema.

Bueno.

Volviendo a nuestros Mamertinos, ellos decidieron tomar por asalto la ciudad de Mesana.

Y esto fue mas o menos así.

La entonces pequeña banda de renegados dieron con el asentamiento amurallado griego de Mesana (hoy en día Mesina).

Mesana era un punto estratégico, ya que estaba en el extremo noroeste de Sicilia, y justo frente al continente, donde se hallaba la ciudad romana de Regio.

La gente de Mesana, siendo un pueblo pacífico, primero les permitieron a los mercenarios entrar a sus casas.

Pero — tras un tiempo, las cosas se venían poniendo — digamos, feas.

Una noche, los Mamertinos traicionaron a sus anfitriones, y mataron por sorpresa a la mayoría de la población, reclamando de esta forma la ciudad para sí.

Los que sobrevivieron fueron desterrados, vendidos como esclavos, y las propiedades y las mujeres fueron repartidas entre los Mamertinos.

Así que…

Los Mamertinos se quedaron en Mesana, y nadie en los alrededores, los podía sacar de ahí.

Asechaban a viajeros por tierra y por mar. Abusaban de poblados en las cercanías, y muy pronto fueron declarados como la peste de Sicilia.

Pero bueno.

Así pasaron casi 15 años, hasta que — un tal Hierón II de Siracusa comenzó a formar un ejército para sacarse de encima esa peste.

Hierón los atacó en las cercanías de Siracusa misma, y — tal como lo habíamos oído unos episodios atrás, primero envió a sus propios mercenarios, a que peleasen en contra de esos Mamertinos.

Por supuesto, los Mamertinos acribillaron a esos mercenarios con toda la facilidad del mundo, pero cuando al otro día, Hierón los atacó con sus verdaderos soldados, los Mamertinos perdieron, como — bueno — perdieron como en la guerra.

Se fueron corriendo de vuelta a Mesana, y ahora no ya no podían darse el lujo de andar paseando por toda Sicilia.

Eso significaba menos comida, menos dinero, y menos libertad de movimiento.

Por supuesto que los Mamertinos inmediatamente fueron a llamar ayuda, y se pueden imaginar a quién le fueron a pedir ayuda.

No — no a los romanos, sino a los cartaginenses!

[…]

 

Episodio 63 – A dónde fueres, haz lo que vieres

Roma. Amo y señor de casi toda Italia. Los Juegos Capitolinos. La muerte de Pirro en Argos.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 63 — A donde fueres, haz lo que vieres.

Después de la lucha, el joven Publio Lucio — el mayor de todos los nietos de Publio Emilio Eugenio, volvió a casa tarde.

Los huesos le dolían como si él hubiese estado en la lucha, y Publio abrió el portón con cuidado, tratando de no despertar a su padre.

Pasó por el patio central de la casa, y se fue derechito a la habitación de su abuelo.

Abuelo Publio estaba recostado en la cama, pero despierto. Su silla de ruedas estaba al lado de la cama, y una pequeña lampara de aceite iluminaba la habitación.

— “Abuelo,” exclamó el joven.

El viejo sonreía, y le señaló al joven de no hacer ruido, con un dedo cruzando los labios.

— “No despiertes a tu padre!”

Publio Lucio sonrió tambien. Entre abuelo y nieto, eran como cómplices en las desventuras del joven. Y como patriarca de la familia, el viejo muchas veces apoyaba y defendía las travesuras de su nieto.

— “Cómo te fue con los juegos?” preguntó el viejo.

— “Bien,” respondió el joven, en voz baja. “Un espectáculo! Tal como lo dijo, abuelo. Por Júpiter! El mamertino le ganó al sabino. Le rompió huesos, como si fuesen ramas secas.”

Y mientras el nieto le contaba los eventos del día a su abuelo que ya no podía caminar, el padre del joven apareció por el marco dela puerta.

— “Otra vez tarde? Y otra vez, despertando a tu abuelo?”

El joven, que estaba sentado en la cama, al lado del viejo, se dió vuelta en un susto. Estaba a punto de pararse de un salto, pero el viejo lo agarró de una muñeca.

— “Publio,” gritó el viejo. “Tu hijo no me despertó! Estábamos hablando de la final!”

— “Pero padre! Eso no es excusa de volver a casa, a esta hora,” respondió Publio — el padre, indicando la lámpara de aceite.

El padre estaba furioso. Cada que que el viejo lo defendía — frente al nieto mismo, el padre perdía autoridad sobre su propio hijo.

Pero, la verdad era que los romanos vivían en una sociedad patriarcal, y mientras el viejo estuviese vivo, las leyes las dictaba él, y no el padre.

— “Ah… Por Mercurio! Tranquilízate, hijo,” dijo el viejo, tratando de calmar la situación. “Mañana es la final! Y — si hubiese podido, yo tambien hubiese ido a ver esa pelea!”

Publio — el padre, suspiró.

Resignado.

Y dentro suyo, Publio — el nieto — tambien suspiró con alivio. Su padre no le podía hacer nada, mientras abuelo estuviese ahí.

Y además… 

Eran los Juegos Capitolinos.

Publio — abuelo, padre, e hijo — mandaron a un esclavo, a traer mas vino. Mañana era la final del Pancracio, y la producción de 13,000 escudos no se iban a retrasar, por un día o dos.

Luego, tambien mandaron buscar a tres esclavas, traer uvas, jamón, y a tocar el arpa, mientras los tres debatían quien iba a ganar mañana.

En realidad, todo el mundo en Roma, se volvía un poco loco, durante los Juegos Capitolinos.

Y este año era un tanto especial, porque una camada de atletas nuevos en las varias disciplinas de los juegos, prometían espectáculos, drama, tensión, y la venta de mucho vino, por toda Roma.

Así que — de los Juegos Capitolinos vamos a hablar un poco mas — en unos minutos.

Ahora, a nuestro tema principal de hoy.

Estamos en el año 273 AC.

Los Cónsules electos el este año, son dos Cayos, de dos familias opuestas.

Cayo Fabio Dorsón Luscino, y Cayo Claudio Canina.

Mientras uno de los Cayos era de los Fabios, el otro era de los Claudios.

Así es.

Con solo escuchar los nombres, ya pueden saber a qué familia pertenecían, y por ende — a qué tribus representaban.

A medida que el tiempo avance, vamos a hablar mas de eso, porque esa parte de la política en Roma nos da un entendimiento mucho mejor, en un tiempo cuando todo el mundo piensa — WOW! Qué lío! Cónsules cambiaban cada año! Como uno puede aprenderse la historia de la república romana?

Pero van a ver, que si lo miran desde el punto de vista de las tribus romanas, todo se hace mas fácil.

Y ademas, la historia de Roma se convierte en un verdadero Cuento de Roma.

Mas interesante.

Mas lógico.

Mas Cuento.

Bueno.

Durante nuestro Episodio pasado, vimos la primera parte del resto de la vida de Pirro de Epiro.

Hoy veremos el resto.

Luego veremos el tema de los Juegos Capitolinos, con mas detalle, y después de eso, vamos a hablar de los eventos del año 273 AC, que en realidad no fueron pocos, a pesar de que no hubo guerras declaradas.

Esos eventos los dividí en tres partes, a saber:

UNO — La visita de otra embajada de Egipto. Y — por supuesto, el año proximo tendremos la visita recíproca de Roma a Alejandría, tal como sucedió antes.

DOS — La muerte del viejo Apio Claudio, el Ciego.

Y TRES — Pirro de Epiro llama a su hijo, al cual había dejado en Tarento con una pequeña guarnición militar, a que vuelva a Grecia, y que le ayude en sus campañas militares.

Obviamente, eso nos va a llevar a la próxima muerte de Pirro.

Bueno.

[…]

 

Episodio 62 – Dentato vence a los Lucanos

La situación de Roma, inmediatamente después de la huida de Pirro de Epiro. Los lucanos, el tema del agua potable, y la tormenta que viene. Las guerras púnicas.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 62 — Dentato vence a los Lucanos.

Durante nuestro episodio pasado vimos el fin de Pirro — en Italia, pero no el fin de su vida.

Parte de lo que sucedió con Pirro, después de haber abandonado Italia, lo veremos hoy.

Pero — tal como lo anunciamos en nuestro episodio pasado, tambien veremos lo que les pasó a los Lucanos, que, como bien sabemos, vivían en el sur de Italia.

Al sur de los Samnitas, y al norte de Tarento.

Por ultimo, veremos qué exactamente le falta a Roma, para que los romanos se puedan dar palmadas en el hombro, felicitándose por la conquista de la península.

Así es — Roma está cerca de conquistar toda Italia, y solo faltan puntos aislados por el mapa, para que ese sueño de los romanos se haga realidad.

Y como un comentario personal — eso me hace acordarme a los libros de comic de Asterix, donde en la introducción decían que en el año 45 AC, Julio César había conquistado toda Galia.

Toda Galia?

Bueno — si, toda Galia, con la excepción de un pueblito de galos indómitos que no se daban por vencidos, y que gracias a la poción mágica de su druida, siempre les ganaban a los romanos.

Así que, aquí — casi que podemos decir lo mismo…

Toda Italia?

Bueno — si, casi toda Italia, con la excepción de un pueblito de lucanos indómitos que no se daban por vencidos, y que gracias a la poción mágica de un druida…

Ah, no, no, no!

Los lucanos no tenían druidas, y tampoco tenían pociones mágicas!

Los Lucanos provenían del grupo de pueblos itálicos llamados los Oscanos — al igual que los Samnitas, los Auruncios, obviamente, los Oscanos mismos, y los Sidicinos, y entre ellos — pues, tenían lenguajes un tanto similares, pero ese lenguaje difería mucho del idioma Latin.

Ahora, aquí necesito resaltar que el hecho de estar hablando de los Lucanos — por obligación, nos va a llevar a hablar de las famosas 35 tribus romanas, y ese va a ser otro de los “temitas” de hoy.

Creo que sabéis que para ese entonces, Roma ya tenía sus 35 tribus, bien establecidas, y veremos como eso se ajusta, después de la conquista de los Lucanos.

Entonces.

Hoy vamos a hablar de los Lucanos, y de como Dentato, nuestro héroe — ya desde los tiempos de aquel Marco Valerio Corvo, finalmente logra vencerlos.

Ah, y dicho sea de paso, ese Marco Valerio Corvo aun sigue vivo, y este año, cumple 96 años de edad!

Se acuerdan de él?

Bueno, yo creo que si…

Ya!

Estamos en el año 274 AC, y comenzamos así!

Cuando Pirro abandonó Italia, y cuando sus barcos salieron de la protección del golfo de Tarento, su flota volvió a tener que enfrentarse a una tormenta.

No era una tormenta perfecta, pero al parecer, el dios griego Poseidon no llevaba una imagen muy amigable de Pirro en su mente.

Casi todos los cruces por mar que Pirro hacía — hubo tormentas, y uno se tiene que preguntar si eso no era una simple fabricación de los historiadores y escritores de aquellos tiempos, como para pintar un cuadro, un tanto mas sombrío, de Pirro mismo.

Por qué?

Pues, simplemente porque Pirro nunca logró hacer realidad su sueño, de un imperio al oeste de Grecia.

Bueno.

Después de tocar tierra firme en Grecia, Pirro recibió ayuda económica para su conquista siguiente.

Según historiadores, Pirro invadió Macedonia ese año.

Lo hizo con éxito, y logró expulsar al hombre que gobernaba Macedonia en ese tiempo.

Antígono II Gónatas.

[…]

 

 

Episodio 61 – La Batalla de Beneventum

No es el fin de Pirro, pero sí es el fin de las guerras pírricas, en cuanto a Roma.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 61 — La Batalla de Beneventum.

Primeramente, quiero contarles que mi ausencia de cinco semanas no se debió a una sola razón, sino a la combinación de tres razones principales.

Estoy hablando de tres eventos que, si hubiesen estado aislados, no hubieran causado ningún tipo de interrupción en nuestro podcast, pero al unirse — pues, crearon lo que algunos llaman la tormenta perfecta.

Pero — para no desperdiciar tiempo con estos eventos de índole personal, simplemente les quiero dar a saber que en el sitio de patreon podrán leer lo que nos está sucediendo aquí, en China, y el por qué de toda esa demora.

Repito esa dirección: www.patreon.com/elcuentoderoma y ahí simplemente busquen el capitulo llamado

“LA TORMENTA PERFECTA”

Ahora…

Lo que sí quisiera mencionar aquí, son cinco cositas que sucedieron durante estas cinco semanas (que estuve alejado del micrófono), y que sí considero importantes como un análisis, de la historia de Roma.

Entonces.

UNO — En España, un nuevo gobierno. Un nuevo Primer Ministro. Mariano Rajoy ya no está, y ahora, un hombre llamado Pedro Sanchez está a cargo de los quehaceres en el Palacio de Moncloa. Y por supuesto que no voy a entrar en detalles de eso, cada uno de vosotros sabéis de qué lado estáis, y no hace falta que yo le vaya metiendo mas leña al asado de política global.

Ya bien “asado” está el asado global, me parece.

En punto de lo que quiero decir es que cambios vienen apareciendo en el horizonte por todos lados. Grandes cambios. Para bien o para mal, eso lo veremos, mas pronto de lo que queremos verlo. Alemania. El Reino Unido. China. Russia. Francia. Todo el mundo.

Y, por supuesto, España no es la excepción. Es como si las placas tectónicas del mundo entero, se hubiesen tragado píldoras de esteroides, y ahora, andamos a mil por hora.

Como otro ejemplo, esta ultima semana, un barco llamado Aquarius, con unos 800 refugiados de Africa ancló en Valencia, después de que el gobierno de Italia — otro gobierno nuevo, les prohibió tocar la costa italiana.

Me pregunto si los romanos hubiesen podio hacer eso con los buques de Pirro…

DOS — En Guatemala, muchísima gente sufrió a causa de la naturaleza, que decidió mostrar su fuerza en la forma de fuego.

Así es, el volcán — aptamente llamado, el Volcán del Fuego, tuvo otra erupción durante estas ultimas cinco semanas, y muchas almas perdieron sus cuerpos.

Ubicado a solo 18 kilómetros de Antigua, este volcán supo tener numerosas erupciones durante los tiempos de la conquista de America.

Este ultimo 3 de Junio, al menos 100 personas fallecieron, y unas 2,000 personas, todavía no sabemos dónde están.

Por su lado, Roma tambien tendrá su propio desastre volcánico, y solo estamos a un poco más de tres siglos de eso.

TRES — El presidente de los EEUU y el dictados de Korea del Norte decidieron verse las caras, en lo que ahora es la famosa Cumbre de Singapur.

Y aquí hay que no olvidarse que ese mismo Presidente de los EEUU, al mismo tiempo, decidió iniciar una guerra de tarifas económicas, hasta con las naciones que — históricamente hablando, son aliados y amigos.

A modo de comparación, eso sería algo así como si Caligula, o Nerón, o el emperador Cómodo, hubiesen decidido ir a ver al emperador o rey de algún reino bien pequeño, en una ciudad un tanto neutral, para mantener una cumbre.

Y — por supuesto, la gran noticia no sería el hecho, de que ese reino (bien chiquito) representaba algún peligro directo para Roma, sino que ese reino, estaba perfectamente alineado con las agendas políticas de enemigos de Roma, digamos — el Imperio de los Partos.

Obviamente, la Cumbre de Singapur provocó olas de repercusiones por todo el mundo, pero eso no sería nada si no fuese por el punto siguiente.

CUATRO — Mientras toda esa farsa sigue capturando nuestra atención diaria, otras cosas más importantes se nos escapan de la mente.

La crisis de Venezuela — sigo sin entender como eso pudo haber pasado. Yo estuve tantas veces en Caracas y en La Guaira en los ’90, y Venezuela era como una superpotencia en materias primas, recursos naturales, y hasta en libertades civiles y derechos humanos.

Luego, tenemos la aparente e inminente caída económica de Argentina, que ya muchos analistas vienen anunciando como algo imposible de evitar en un futuro muy cercano.

[…]

 

Episodio 59 – El Sitio de Siracusa

Pirro de Epiro abandona Italia. Y por tres años, todos los frentes de batalla, lo siguen a Sicilia. Pirro libera Siracusa.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 59 — El Sitio de Siracusa.

El viento, tan omnipresente en Tarento, desapareció — y Pirro sentía el calor y la presión del aire, a pesar de que ya era de noche.

Reclinado en una hamaca, Pirro pensaba en Sicilia, y todo lo que sucedió en estos últimos dos meses.

La desastrosa victoria en Ásculo.

La pérdida de tres de sus mejores amigos, en esa misma batalla. Sobre todo, porque esos amigos tambien eran tres de los mejores oficiales que Pirro tenía.

En realidad, Pirro perdió mucho mas que tres de sus oficiales. Y reemplazarlos era imposible, porque su patria se encontraba en problemas con invasiones gálicas.

Así es — los Galos, otra vez.

Bajo el comando de un tal Breno, galos avanzaron desde Europa Central hacia Macedonia, Grecia, y Asia Menor.

Y no estoy hablando de aquel Breno que destruyó Roma, allá por el año 390 AC.

De este Breno — vamos a hablar en unos minutos.

Y mientras Pirro navegaba por el mar de su vida en su mente, una muchacha que estaba a su lado, comenzó a acariciarlo, quizás recordándole que ya era muy de noche, y que a la mañana siguiente, había mucho que hacer.

Pero Pirro no tenía ganas de dormir.

O de devolverle la atención prestada, a esa muchacha. 

Al final y al cabo, Lanassa era tanto mejor. Y tanto mas hermosa.

A pesar de que Lanassa odiaba a Pirro por mantener un estilo de vida que hoy conocemos como poligamía, Pirro siempre pensó que Lanassa — hija de Agatocles de Siracusa, era la mejor de sus esposas.

A pesar de su carácter explosivo.

A pesar de que se fue a dormir con el enemigo de Pirro, años mas tarde.

A pesar de que tambien se llevó consigo su dote, el día que se fue. La isla de Corcira.

Lanassa abandonó a Pirro, diciendo que él le prestaba mas atención a sus mujeres de origen bárbaro, que a sus mujeres de raza refinada.

Así es.

Lanassa era mejor que Antígona de Egipto, la primera de sus esposas, quien — según historiadores, había muerto dando a luz.

Y Lanassa era mejor de Bircena de Iliria, quien le había dado al hijo, que ahora lo acompañaba en Italia. En realidad, Pirro nunca amó, o quiso a Bircena. Ella solo representaba una necesidad diplomática, con los fuertes Ilirios.

Al parecer, Lanassa, tenía un poder mágico sobre la mente de Pirro. En total, Pirro tuvo cinco.

Y — por supuesto, Lanassa era mucho mejor que esta muchacha de origen desconocido, sentada a su lado, y que no paraba de provocarlo con suspiros y caricias.

Golpes en la puerta arrancaron a Pirro de sus meditaciones.

[…]

Episodio 58 – Otra Victoria Pírrica

La segunda batalla entre Roma y Pirro de Epiro. Al final, en Ásculo, Pirro ganó. Pero fue una victoria tan costosa, que fue ahí que la famosa frase “una victoria pírrica” fue creada.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 58 — Otra Victoria Pírrica.

Estamos en el año 279 AC, y los Cónsules electos para ese año eran Publio Sulpicio Saverrión, y Publio Decio Mus.

Si — ese mismo Publio Decio Mus, que era el hijo de Publio Decio Mus, y tambien el nieto de Publio Decio Mus.

Y si — tanto su padre como su abuelo, perdieron la vida, en el ya conocido DEVOTIO — (sacrificio en Latín), en el medio de una batalla, y ambas veces, los romanos vencieron en esas batallas, después de esos sacrificios.

En cuanto a Publio Sulpicio Saverrión, sabemos que ya era un hombre de edad, y que sirvió como Cónsul en el año 304 AC, y que tambien fue nombrado Censor, en el año 300 AC, es decir — 21 años atrás.

Y por supuesto que tambien sabemos, que pertenecía a la gens de los Sulpicios, de los cuales tendremos varios descendientes en el futuro, especialmente en España.

Así es, varios de los descendientes — no directos, pero — pertenecientes a esa familia bastante amplia, serán mártires y santos, y hasta habrá uno con el don de curar gente, en el nombre de Jesus, y el Espíritu Santo.

No veo la hora de llegar a esa parte de nuestro cuento, pero — ahora estamos en Heraclea.

Y acabamos de perder en Heraclea.

La Batalla de Heraclea fue importante por dos razones.

Esta era la primera vez en la historia de la antigüedad, que una Falange de tipo griego, se enfrentaba a una legión romana.

La otra razón era que, por primera vez, los romanos se las tuvieron que ver con elefantes.

Ahora, volviendo al tema de la batalla misma, Levino — quien muchas veces tambien es llamado como Lavinio en fuentes históricas, no fue castigado por el Senado de Roma, por haber perdido en Heraclea.

Pero para no hacer un lío en este Episodio, y a través del podcast, yo voy a llamarlo Levino — en vez de Lavinio.

Entonces, Publio Valerio Levino, y ya.

Y en cuanto a la derrota que Publio Valerio Levino sufrió en el sur de Italia, Plutarco escribió que Fabricio Luscino — uno de los Cónsules romanos del año 282 AC, dijo que, en realidad, no fueron los griegos que le vencieron a los romanos, sino mas bien, fue Pirro, quien le venció a Levino.

Y si no se acuerdan bien de este Fabricio Luscino, no se preocupen, que en unos minutos mas, vamos a hablar mas de él.

Y aquí quiero notar que en este año, el año 279 AC, muchos de los participantes de los eventos mas importantes se equivocaron, en varias cosas.

Y cuando digo “equivocación,” estoy hablando de malentendidos, o mal juicio.

Veamos.

Voy a listar tres cosas, por ahora, y veremos si aparecen otras situaciones así — mas tarde, en este Episodio.

UNO — Cuando los romanos se fueron corriendo del campo de batalla, después de haber estado varias veces, muy cerca de vencerles a los griegos, y después de que los elefantes inclinaron la balanza en favor de Pirro, estos romanos estaban seguros que Pirro, y sus tropas, los iban a perseguir, hasta las puertas del inframundo mismo.

Así que los romanos corrían — a toda velocidad.

Pero no! Los romanos se equivocaron.

Nadie siguió a los romanos. Si bien los romanos perdieron muchos soldados — ya vimos las cifras durante nuestro episodio pasado, nadie mas murió, cuando se fueron corriendo hacia Apulia.

Y la razón de este error fue que, dos de los elefantes de Pirro, al ver a los romanos salir corriendo, se dieron vuelta, y comenzaron a hacer destrozos en las hileras de los guerreros griegos.

Vaya!

Y hasta que esos elefantes fueron calmados, ya era muy tarde, para empezar a perseguir a las tropas de Levino.

DOS — Pirro tenía esperanzas de que mas pueblos de Italia se le irían a unir, cuando él atacó Roma.

Por lógica, pueblos que estaban firmemente bajo el yugo de la república, tendrían que haberse rebelado en contra de Roma. Y se tendrían que haber unido a Pirro, en menos de lo que canta un gallo, como dicen en el campo.

Pero no! Pirro se equivocó.

[…]

Episodio 55 – Las Naves hundidas de Tarento

El preludio de las guerras Pírricas. Una ciudad pide ayuda. Roma acude. Tarento se ofende, y hunde naves romanas. Roma declara la guerra. Un verdadero ping-pong de eventos.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 55 — Las Naves hundidas de Tarento.

Si bien en este Episodio tratamos de problemas que ocurren en el sur de Italia, nuestra historia comienza en el norte.

Al norte de Roma.

Así es — a unos dos días a caballo desde Roma, se situaba una ciudad etrusca fortificada, llamada Populonia.

Bueno, hoy en día se llama así, pero en aquellos tiempos no era así.

Porque esa ciudad — Populonia, era parte del mundo Etrusco, hasta que toda Etruria cayó — de a poco, bajo el poder de los romanos.

En ese entonces, Populonia se llamaba Pupluna, o Fufluna, pero siendo que ese era el nombre que los etruscos le daban a la ciudad, y siendo que los romanos, ya en ese entonces, la llamaban, pues — Populonia, bueno — nosotros tambien la vamos a llamar…

Populonia.

Pegada a la costa del Mar Mediterráneo, y a muy poca distancia de la isla Elba, esa ciudad formó parte de las 12 ciudades que conocemos como la Confederación Etrusca.

Y de esas 12 ciudades, solo Populonia y otra ciudad mas, tenían acceso directo al mar.

Ah — y ademas de eso, Populonia tenía riquezas minerales casi ilimitadas de hierro y de cobre.

Y finalmente, como una nota de al lado muy interesante, Virgilio afirma que ciudadanos de Populonia mandaron soldados, y hierro crudo en grandes cantidades, para darle una ayuda a los romanos, cuando Eneas había desembarcado en Italia, allá por el año 1150 AC, y mucho, mucho antes de que Populonia formara parte de los Etruscos, y claro — mucho antes de que Roma existiera.

Muy interesante, eso!

Y por qué estamos diciendo todo esto?

Porque en nuestro año, el año 282 AC, Populonia fue el lugar de la verdaderamente última, última batalla, de la larga lucha entre romanos y etruscos.

Así es — me escuchó bien.

No hace ni dos años, que Roma acababa de darle una paliza a los galos y etruscos en la Batalla del Lago Vadimo, pero — ahí lo tenemos…

El Senado, otra vez tiene que mandar a uno de sus Cónsules, a volver a darles otra paliza.

Ah! Estos chicos, que no aprenden la lección!

Entonces vamos a ver esa batalla — la Batalla de Populonia, en unos minutos mas, pero ahora tenemos que prestarle atención al sur de Italia.

Grecia Magna.

Y aquí hay que mantener en mente una cosa muy, muy en claro.

Las ciudades que los griegos sembraron por toda la costa del sur de Italia, no funcionaban como un grupo homogéneo.

En realidad — la gran mayoría de esas ciudades se odiaban entre ellas, y cada una de ellas consideraba que era la mejor, la mas hermosa, la mas rica, la mas destacada en su cultura e historia, y — sobre todo, la mas importante en los ojos de TODA GRECIA.

Repito — TODA GRECIA.

Dorios, Jonios, y Corintios.

Y si no han visto un mapa de como esas colonias estaban repartidas, por toda la costa de la bota de Italia, bueno — se están perdiendo un buen momento de risa.

Mas que un conglomerado, o un bloque, de digamos, ciudades fundadas por los Jonios aquí, por los Dorios allá, y por los Corintios mas allá, la distribución de las ciudades me recuerda de un mapa de Roma misma.

Pero — por supuesto, sabemos que Roma era un desastre, urbanísticamente hablando, por el tema del saqueo, que vimos en nuestros episodios 25, 26 y 27.

Pero aquí, no existió un motivo así.

Si bien, en las ultimas décadas, no les iba muy bien a estas ciudades, por las incursiones de los Lucanos, y los Brutios, o Brucios — en general, las colonias griegas vivieron en relativa estabilidad, ya por muchos siglos.

Y como para darles una perspectiva de como esa distribución de ciudades de diferentes orígenes realmente se veía, les quiero decir esto:

Si uno tomaba un caballo en la ciudad de Tarento, que se sitúa en la parte mas profunda de la bahía del mismo nombre, y si uno empieza a cabalgar hacia el oeste bordeando la costa, uno va a pasar por unos diez diferentes pueblos, en menos de un día.

Pero, ni siquiera dos de esas ciudades tenían vecinos de los mismos colores.

[…]

 

Episodio 54 – El Desastre de Arretium

Una pelea entre romanos y galos. Arretium y el Lago Vadimo. Pero esta vez, nos es muy difícil describir qué fue lo que realmente sucedió.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 54 — El Desastre de Arretium.

La gran pregunta de este Episodio de nuestro podcast es “por qué.”

No es qué, o dónde, o cuándo, sino por qué.

Porque al fin y al cabo, sabemos el qué.

Roma tuvo que enfrentarse a galos senones.

Tambien sabemos el dónde.

Al norte de Roma.

Y en cuanto al cuándo, historiadores pusieron la Batalla de Arretium entre los años 284 y 283 antes de Cristo, o sea que esa pregunta tambien está resuelta.

Y aquí viene el por qué.

Pero en este caso no me refiero al por qué de la batalla misma, eso sería un tanto infantil — gente pelea por recursos naturales, territorios, y cosas por el estilo, y sí — a veces gente pelea por el amor de una doncella.

Pero.

Yo aquí me refiero a… POR QUÉ el libro de Tito Livio, que describe esa batalla, se fue a perder?

Así es — ese libro se perdió, y ahí tenemos nuestra tarea — nuestro “homework,” como dicen estudiantes en las escuelas de habla inglesa.

Yo estoy seguro, que todo el mundo se acuerda como yo me quejaba, de que esto no está muy en claro, o que aquello no está muy bien corroborado, y siempre le echaba la culpa al hecho de que los galos senones de Breno habían quemado un montón de libros, allá por el 390 AC, cuando saquearon Roma.

Eso — por supuesto, lo tenemos todo en nuestros episodios 25, 26, y 27 de este podcast.

Y viendo ahora — mientras venía re-leyendo mis episodios de aquellos tiempos, wow! Realmente me quejaba mucho del asunto.

Pero ahora, no existe esta excusa.

Y ahí es, que surge mi “por qué”.

Entonces, primero vamos a ver lo que sucedió en esa batalla, que — como ya se podrán imaginar, no les fue muy bien a los romanos, y entonces volvemos a investigar el tema de la pérdida de ese libro.

Y dicho sea de paso, aquí tambien existe otra pequeña pregunta, y esa pregunta es, por qué he decidido llamar esa batalla, como la Batalla de Arretium, en lugar de utilizar la adaptación castellana de “Arretio.”

La respuesta breve es que prefiero usar el nombre Latin para este evento, ya que existen tan pocos datos acerca del mismo.

Si bien — en general, me van a oír usar palabras de lugares, en idioma castellano, a través de este podcast, en este caso en particular — voy a usar la palabra Arretium.

Ya.

Una cosita mas, antes de lanzarnos al tema de la Batalla.

Si no tenemos a Tito Livio, a quién tenemos para estudiar este evento tan oscuro?

La respuesta es que tenemos tres versiones diferentes de esta batalla, y aquí las voy a nombrar — muy brevemente, y simplemente voy a darles una comparación de cuándo, los escritores de esas tres versiones vivían.

Entonces.

UNOPolibio.

Polibio vivió entre los años 200  y 118 AC. Siendo un historiador griego, y siendo considerado uno de los historiadores más importantes de sus tiempos — bueno, eso debido a que Polibio fue el primero en  escribir una historia universal, su verdadero propósito era explicar cómo pudo imponerse la hegemonía romana en la cuenca del Mediterráneo.

DOS — Los tal llamados autores analistas. Aquí tenemos a varios autores que vivían en un futuro mucho mas distante, y a veces hasta después de la separación entre Roma y Constantinopla. Entre ellos contamos a Floro, Orosio, y Eutropio.

Y TRESApiano.

Apiano fue un historiador romano de origen griego, quien vivió en el segundo siglo después de Cristo. Fue autor de una obra llamada Historia Romana, que trata todo lo que sucedió en Roma, desde la monarquía, hasta mas o menos la vida y muerte de Trajano, en 24 tomos.

Bueno.

Ahora tenemos a nuestros autores, y ya sabemos que entre los tres nos dan cuentos muy diferentes.

Ahora, vamos a esa batalla.

[…]

 

Episodio 43 – La Vía Apia – Segunda Parte

La segunda parte de la Vía Apia. Con detalles como los romanos hallaban aguas subterráneas, y las herramientas que utilizaban.


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Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 43 — La Vía Apia – Segunda Parte.

— “Un paso más a tu izquierda!”

El muchacho, a 23 pasos y medio del agrimensor, no oyó la orden, y por lo tanto, no se movió.

— “A la izquierda, te he dicho,” gritó el agrimensor.

El muchacho, ahora asustado, se movió a la izquierda. El pobre aprendiz no podía oír ni una sola palabra, con el viento del mar Tirreno, soplando en la dirección del viejo enojado.

— “Un solo paso, te dije,” volvió a gritar el topógrafo romano. “Que stulte, ese muchacho,” pensó el viejo.

Stulte era la palabra que los romanos usaban cuando estaban verdaderamente enfadados por la incapacidad o estupidez de algún aprendiz, o un estudiante un tanto “lento.”

Traducido al castellano, “stulte” equivale a algo así como “idiota.”

Cuando el muchacho se trató se poner en el lugar correcto, pisó una piedra y en un movimiento que solo duró un segundo, la groma, más alta que el muchacho mismo, se cayó de entre sus brazos, y se fue al piso.

El brazo de soporte de la groma se quebró, y hasta el mismo mástil, el centro del instrumento, con su punta de hierro aguda, se torció en la tierra hacia un lado.

La groma, así, ya no servía para nada.

Entre maestro y aprendiz, habían logrado poner dos gromas en su lugar, y faltaban dos más.

El cuadrado que formarían con las lineas de las gromas, serian el mas básico de los quehaceres de un aparejador romano.

Asi es.

Nada era mas simple que crear el plano para una ruta, o un campo militar romano, o — en este caso, un campo donde en menos de un mes, mil obreros — esclavos, libertos y artesanos libres, trabajarían sin parar.

Establecer un cuadrado de lineas perfectamente rectas, y con ángulos en 90 grados, con nada mas que herramientas como palas, cierras, martillos, cinceles, clavos, divisores, cuadrados, y un nivel que se parecía a un banquillo de cuatro a siete pies — un tanto rudimentario, llamado el chorobate, todo eso era el deber de un agrimensor romano.

Tornillos no se habían inventado aun en Roma.

Y tampoco había brújulas, o carretillas para llevar toneladas y toneladas de tierra y rocas de un lugar a otro.

Mientras en China antigua, la brújula fue inventada alrededor de este mismo tiempo; la carretilla fue dibujada en los edificios funerarios de un gobernante de la dinastía de los Han, en el año 118 AC.

Increíblemente, la carretilla común no aparece en Europa hasta el siglo diez, ya en la Edad Media.

Bueno — sí existen teorías de que en Constantinopla sí se usaba un forma de carretilla con una sola rueda alrededor del siglo tres de nuestra era, pero hasta el día de hoy, no existen pruebas de esto.

Pero, volviendo a nuestro muchacho y al agrimensor, el día de trabajo entero — y esa groma, con su base torcida, estaban completamente perdidos.

El muchacho que acababa de romper la groma era el nieto de Falvio, aquel Falvio que haba elegido vivir en Tusculum, después de haber visitado Roma por primera vez a la edad de quince años, en los tiempos cuando Lucio y Aeliana aun estaban vivos.

Ese nieto, llamado Hanno, fue llamado así, en honor a un tío suyo, pero el nombre siempre le causaba ser ridiculizado en la sociedad super-romanizada de Tusculum, porque era obviamente un nombre de origen fenicio.

El joven Hanno no quería estar en Italia, y mas de una vez, le pidió a su padre que fuesen a Cartago, donde su tío vivía.

Ese tío recientemente volvió de Italia a Cartago, y comenzó un negocio de excavación y producción de alquitrán — tambien conocido como brea egipcia, la cual, él vendía con mucho éxito, a todas las colonias a lo largo de la costa de Africa del Norte, y hasta en algunas de las colonias, en lo que hoy conocemos como España.

En la mente de Hanno, en Cartago, la vida valía la pena ser vivida.

Tal vez en Roma la vida era mejor, pero aquí en Tusculum, los días se mezclaban entre sí, en una aburrida secuencia de memorias — todas de color gris.

Y eso era verdad.

Al contrario de Roma, ciudades como Tusculum no florecían.

Menos trabajo, menos oportunidades, y menos gente vivía en Tusculum que cien años antes.

Lentamente, la ciudad caía en un manto de desuso, desinterés, y desdicha.

Ya no existían poderosos senadores como el viejo Anio, que pudiesen impresionar al Senado de Roma, y si no hubiese sido por los puestos de trabajo, que el censor Apio Claudio creó con la Vía Apia, la situación sería peor aun.

[…]