Durante los primeros años de la república, Roma fue invadida, conquistada, y ocupada por el rey etrusco Lars Porsena. Hubo héroes y hubo cobardes. Tambien veremos lo que dice la leyenda romana acerca del rey de Clusium.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 15 — El Rey Porsena.
La semana pasada nos habíamos quedado en que Tarquinio el Soberbio logró convencer al rey de la ciudad de Clusium, un rey llamado Lars Porsena, a invadir Roma con sus fuerzas.
Clusium, una de las ciudades más poderosas de la confederación de las doce ciudades etruscas, se encontraba sobre una colina y al margen de un rio llamado Clanis, al nor-noroeste de Roma.
La palabra Clusium era una modificación de la palabra latina cludere, que significa “cerca” ya que la ciudad se encontraba dentro de la esfera de influencia directa de Roma.
Si bien no era tan cercana como la ciudad de Veyes, llegar a Clusium desde Roma no era algo difícil en aquellos tiempos.
Los etruscos mismos la llamaban Clevsin.
Hoy en día, la ciudad italiana de Chiusi, en la región de Toscana se encuentra parcialmente construida sobre lo que en la antigüedad era Clevsin, o Clusium.
La población de Chiusi, según fuentes actuales en el sitio web de la misma ciudad, anda por los diez mil habitantes.
Llegar a Chiusi es muy fácil desde Roma, ya que la autopista A1 conecta a ambas ciudades. Naturalmente tambien hay formas de visitar Chiusi por tren, y en los tiempos del rey Porsena, el rio Clanis era perfectamente navegable entre Clevsin y Roma.
He puesto una foto de como se ve la pequeña ciudad de Chiusi hoy, en el sitio web.
Como mencioné, Chiusi es una atracción turística de renombre en esa región central de Italia hoy, tanto por su rica historia como por sus atracciones turísticas.
Si bien no hay muchas, entre las que vale mencionar el laberinto de Chiusi. Ese laberinto fue parte del sistema de las cloacas de desagüe públicas, construidas en el tiempo de los etruscos, y el recorrido de esas cloacas generalmente comienza en el lugar donde hoy se encuentra la catedral de Chiusi, que por supuesto fue construida siglos más tarde.
¡Se recomienda usar un guía turístico para entrar a laberinto!
Así que. Si van a Toscana, y si tienen tiempo de visitar Chiusi, no se pierdan esa reliquia del pasado.
En Cuanto a Toscana…
Los Apeninos a lo largo del este de la región le dan un sabor un tanto nostálgico a toda esa región, y aparte de la parte de historia romana, Toscana siempre representó unos de los cimientos de la cultura e idiosincrasia de los italianos.
Bueno, volvamos a nuestra época, y veamos qué andaba pasando en Roma y en Clusium, y antes de eso, vamos por un minuto y medio, a la palabra de la semana.
OK, la semana pasada tuvimos la palabra DEPUGIS.
Depugis en Latin significa flaco, en dos sentidos de la palabra, un tanto similares.
UNO, como flaco en si, como una persona no gorda.
DOS, como pobre y delgado debido a la falta de comida.
Así que hoy lo hacemos muy simple. Depugis es flaco, delgado de hambriento, y pálido.
Y ahora La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es IN SITU.
Así es, otra vez una pequeña frase de dos palabras.
Junio Bruto, padre de la republica de Roma. Vengador de Lucrecia. Algunos misterios resueltos, y algunas preguntas sin respuestas. Roma se puso de luto por él por un año entero.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 14 — Vida y Muerte de Junio Bruto.
Hace dos semanas nos habíamos quedado en el medio de la batalla de la Selva Arsia.
Por un lado, las fuerzas del ex rey Tarquino, junto a fuerzas de la ciudad etrusca de Veyes, y por el otro lado las fuerzas de Roma, dirigidas por Junio Bruto y Publio Valerio.
Cuando Arrunte vió que el ejército de Roma iba comandado por Bruto, exclamó
“¡Ese es el hombre que nos echó de Roma!
¡Miren como avanza orgullosamente, adornado con la insignia nuestra!
¡O dioses, vengadores de reyes, ayúdenme!
Como era costumbre y honor en esa época, tanto Arrunte como Junio Bruto echaron a sus caballos al galope, uno hacia el otro, sabiendo que si conseguían tan solo herir al otro, la batalla se inclinaría para un lado como la balanza de un vendedor de sal en el foro.
Pero, ambos lograron hundir las lanzas y penetrar al escudo del otro, y ambos cayeron de sus caballos en el instante.
Murieron al instante siguiente, lanzas clavadas en sus torsos.
Históricamente hablando, aunque estos tipos de duelos probablemente contienen un fuerte elemento mítico, expertos de estudios de Roma antigua dicen que este tipo de combate personal representaba un aspecto muy común de la guerra dentro del sistema militar romano y no debía descontarse como puro cuento.
La larga tradición de la tal llamada spolia opima, que involucra al comandante romano derrotando a un comandante enemigo en combate mano a mano, insinúa que este tipo de eventos si sabía suceder.
OK, ahora vamos a La Palabra de la Semana. Hace dos semanas tuvimos la palabra PINGUIS.
Pinguis es una palabra que tiene varios significados en Latin. En realidad, esa palabra tiene tres significados, pero todos están un tanto relacionados y el sentido lo da el contexto de su uso.
Entonces, PINGUIS puede significar gordo y espeso, cuando se habla de la apariencia física de una persona.
Puede significar estúpido o espeso en la cabeza cuando el tema es el nivel intelectual de una persona.
Y finalmente, puede significar fértil y rico, cuando el tema es tierra, en el sentido de tierra arable.
Bueno, ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es DEPUGIS
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 13 — Estado de la Unión – 509 AC.
Este es nuestro primer episodio de El Estado de la Unión, y tal como muchas cosas que sucedieron en Roma por primera vez, este episodio tendrá el honor y el deber de establecer normas, estilos, y otros precedentes para futuras ediciones de episodios de El Estado de la Unión.
Si escuchó el episodio pasado, sabrá que esta semana tendemos un episodio un poquito más largo, y no tendemos el corte usual de la Palabra de la Semana, en Latin.
Así que empecemos ya mismo, porque no tenemos todo el día, y tenemos un vuelo de águila de muchos kilómetros de circunferencia.
Nuestro vuelo de águila va a empezar en Roma misma. Vemos qué pasa en Roma, Etruria, y Grecia Magna.
De ahí vemos las tres islas grandes cerca de Roma. Sicilia, Córcega, y Cerdeña.
Luego vamos para el norte, y cuando lleguemos a los Alpes, vamos a dar un gigantesco círculo en el sentido del reloj que nos llevará por todas las partes que tarde o temprano tendrán influencia en la historia de Roma.
Así que vamos a ver Dalmacia, Macedonia, el Epiro, y Grecia.
De ahí a Asia Menor, y entonces a las tierras de Siria, Palestina, y Egipto, que en ese momento estaban bajo el yugo de los persas.
Entonces nuestro vuelo tomará un rumbo hacia la puesta del sol, hacia Cartago y la costa norte de África, para luego sobrevolar las columnas del Gibraltar, que según la leyenda fueron abiertas, o cerradas por Hércules mismo—dependiendo de cuya versión ha escuchado.
Esto nos llevará de regreso a Europa, donde veremos a los pueblos que habitaban lo que hoy es España y Portugal, y las Galias. Haremos un pequeño desvío para mencionar a las Islas Británicas, y de ahí volveremos hacia Roma, sobrevolando a los pueblos de los Países Bajos y Germania.
Por último, dos tiritos de penal más, puramente honoríficos: India y China.
¿Qué les parece?
Bien. Ahora, Roma.
En el año 509 AC, el dominio de Roma se estrechaba desde el pie de los Apeninos en el este, hasta el mar Mediterráneo en el oeste. Iba desde el rio Tiber en el norte, hasta la ciudad de Capua, en las cercanías de lo que hoy seria Nápoles.
En ese entonces, los vecinos de Roma eran los Samnitas. De ellos vamos a escuchar un montón, más tarde.
Alrededor del comienzo de la república, Roma contaba con unas 130,000 personas, en total.
Pero, aquí cabe la pregunta.
¿Eran los romanos un hormiguero de gente que iban y venían al unisón de los intereses de la ciudad, como una mansa masa, sin voluntad propia?
No, por el contrario.
La Roma de ese entonces ya tenía un tono cosmopolita, y era difícil distinguir por las calles, quien era un romano y quien era un etrusco, o un griego asentado en Roma.
La ciudad hervía con diferentes colores y olores, vestidos y sonidos.
Las calles de Roma estaban repletas de hombres y mujeres, ancianos y niños, esclavos y nobles, gladiadores y soldados, profesores y mendigos, y todo el mundo solamente se preocupaba de su propio bienestar, y solamente luchaba por control, o por la libertad del control ejercido por otros.
Roma tenia mercaderes y maestros, trabajadores y vagos, gente de literatura y gente iliterata, prostitutas y vírgenes vestales, deudores y colectores de deudas, gente que se despertaba con el sol y gente que se iba a dormir a esa hora.
Las dos diferentes clases sociales más numerosas de Roma nunca se ponían de acuerdo en nada, y si bien la nueva república aparecía como la solución a todos los problemas de Roma, para la gente de las clases más bajas, la diferencia entre tener un rey o tener un cónsul, era igual a cero.
Prontamente Roma se verá entroncada en revueltas y huelgas, y luchas internas entre aquellos que tenían el poder, y aquellos que no lo tenían y consideraban que se lo merecían.
Miles de plebeyos, especialmente aquellos que se habían enriquecido durante las generaciones, lloraban en las plazoletas y los fórum, demandando justicia y el derecho al voto, o a un voto más de acuerdo a las realidades numéricas de Roma.
Pero esos mismos plebeyos se hubiesen rebelado totalmente si el gobierno hubiese decidido darles esos mismos derechos a las mujeres, o a los esclavos, o a los inmigrantes.
Esta última capa de la sociedad, presente pero ignorada, no tenía ni voz ni voto, pero sostenía el futuro de Roma.
Imagínese a los blancos pobres de los EEUU en el tiempo de antes de Lincoln, y lo que hubieran hecho si el gobierno les hubiese dado más derechos a mujeres, esclavos e inmigrantes.
Y fíjese que la tal llamada democracia de Roma no era un acto de restricciones al estilo de las democracias de hoy, donde es posible impugnar a un presidente, o botar a un primer ministro de su oficina.
No. Aquí no se trataba de limitar el poder que un cónsul ejercía. Los poderes de un cónsul no diferían en nada del poder que los reyes tenían antes.
La diferencia era que al cabo de un año, el cónsul tenía que devolver ese poder.
Punto y aparte, y así de simple.
La otra característica de Roma era que cuando amenazas aparecían por el horizonte, todas las diferencias entre patricios y plebeyos se esfumaban, y todo el mundo se unía a la defensa de la patria. Los ricos, porque de ellos eran las tierras. Los pobres, porque en cualquier otro sitio, estarían en cadenas por haber perdido la batalla. O peor aún.
Pero apenas esa amenaza desparecería, las dos partes reanudaban con sus rencillas y peleas, en el lugar exacto donde habían parado la música, antes de ir a defender Roma.
Veremos mucho más de las dos clases sociales de Roma muy pronto, pero cabe decir que la gran mayoría de los romanos, y cuando digo gran mayoría, estoy diciendo más del 90% de la población, no vestían togas, no iban al teatro, y no comían de platos de cerámica hechos en Grecia.
Roma cambió mucho en los 250 años de su existencia. De un pueblo de pastores y ladrones que no tenían ni libros ni comercio, se convirtieron a un pueblo de agricultores y terratenientes, que tenían libros, comercio, y un ejército extremadamente disciplinado.
Para darles una perspectiva del tiempo, quiero decirles esto antes de echar a nuestra águila a volar:
Los romanos de aquel tiempo sabían perfectamente de las leyendas de Eneas, y su llegada a Italia, y de todas las historias de Albalonga, y todo eso.
Pero eso era algo que pasó hace siglos. En un podcast, esto se escucha como un cuento, pero aquí hay un gran precipicio. Un precipicio de siete siglos, entre Eneas y la república.
Los romanos hablar de Albalonga, es como nosotros hablar de La Española, el primer asentamiento fundado por Colón. El tiempo pasó, y el mundo cambió.
Y ahora veamos cómo exactamente cambió ese mundo.
Etruria.
De Etruria vamos a escuchar mucho más en el futuro cercano, así que aquí solamente quiero destacar dos cosas que vienen a la mente, cuando hablamos de las relaciones entre Roma y Etruria. Si bien existían rutas y envíos oficiales entre las ciudades etruscas y las localidades romanas, la relación siempre fue una relación comparable a la Guerra Fría de nuestro siglo pasado.
Un enorme porcentaje de la populación romana era de origen etrusco, y las culturas y los pueblos se entremezclaron tanto que era difícil distinguir entre los dos.
Las lenguas no se parecían, y eso si marcaba una línea muy clara en la arena.
El idioma Latin todavía estaba en su época de desarrollo—sintácticamente hablando, pero aun así, los etruscos lo hablaban con un acento bien pesado, mientras que la gran mayoría de romanos no hablaban el etrusco, a no ser que eran mercaderes que iban y venían entre las dos regiones, y a no ser que eran miembros de familias bilingües.
Tambien puede imaginarse algo como Alemania y los EEUU, hoy.
El 99% de los alemanes y austríacos habla inglés perfectamente, pero se los reconoce en menos de un minuto cuando abren la boca.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 12 — Los dos Primeros Cónsules.
La semana pasada vimos—por fin, el fin de la monarquía.
Vimos como Tarquinio el Soberbio se quedó afuera de la ciudad cuando salió a buscar a sus tropas para apaciguar la revuelta iniciada por Bruto y Colatino.
Sin soldados, y sabiendo que las puertas de Roma seguramente le estaban bloqueadas, tanto él como su estúpido hijo Sexto, se fueron al exilio.
Hoy vamos a ver cómo le fue con ese exilio, y que pasó dentro de la ciudad, durante aquellas primeras horas de Roma liberada.
La primerísima orden del Senado fue proclamar a Tarquino enemigo del estado, y que Roma jamás volvería a ser gobernada por un rey.
Tanto el rey como su esposa Tulia nunca podrán volver a la ciudad, y aquí quiero añadir que Tulia recibió un lugar muy especial en la memoria de la gente de Roma, como una persona non grata. Tambien recibió una maldición de parte de los augures de la ciudad, particularmente porque fue ella la que terminó de matar a su propio padre, décadas atrás.
Como segundo acto, el Senado votó por los dos hombres que deberían manejar los destinos de Roma por el primer año de la república.
La elección fue un tanto alborotada, pero los senadores no necesitaron demasiado tiempo en decidir que Lucio Tarquinio Colatino y Lucio Junio Bruto fueran los dos primeros Cónsules.
Lucio Tarquinio, porque fue su esposa la que se mató frente a su propio padre, marido, y a Junio Bruto, llena de vergüenza después de la violación.
Y Junio Bruto por sus acciones cuando era la hora de unir fuerzas en contra del rey dentro y fuera de Roma, y por convencer a las tropas en contra del rey.
Hay que mantener en cuenta que Junio Bruto tambien era el mandamás de los famosos céleres en aquellos tiempos, lo que resultaba en una doble ventaja para el senado, tenerlo como un aliado. Pero eso tambien le hizo el trabajo de convencer a las tropas mucho más fácil.
Y aquí les quiero dar una gran alerta roja, y no sé si se dieron cuenta de esto. ¡Ambos cónsules eran parientes del rey!
Lucio Tarquinio era primo de Tarquinio el Soberbio, y Junio Bruto era su sobrino.
Pero estos dos cónsules no gobernarían Roma por mucho tiempo.
En realidad, lo harían por menos del año por el cual fueron elegidos.
OK, vamos a ver esto en un minuto, porque…
… primero vamos a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra OB.
Ob es una palabra que tiene varios significados en Latin. En realidad, la palabra ob puede ir sola como tal, o puede convertirse en un prefijo de otra palabra, en cuyo caso se convierte en un modificador de la palabra en cuestión.
Veamos un par de ejemplos donde OB viene solo.
“Ob industriam” significa “a propósito”
Al parecer aquí la palabra industriam no tiene relación con industria alguna, sino con el hecho de alguien crear una situación con cierto propósito, o sea, industriosamente.
Ob industriam.
Otro ejemplo es “Ob eam causam,” lo que se puede traducir como “por tal causa” en Latin.
Ob eam causam.
Ahora, a veces ob viene como un prefijo de otra palabra, y aquí tenemos un montón de ejemplos en castellano.
Obstruir, obstáculo, obligación, obvio, obstinado, y tantas palabras más. Bueno, ¡obelisco no es una de esas palabras!
Casi en todos los casos, el prefijo “ob” viene a significar “en contra” de algo o alguien. Un obstáculo está puesto en contra de los que tienen que pasar por alguna ruta.
Obstinado es aquel que se pone en contra de la opinión de otros.
Obligación es un deber en contra de las ligaduras, por ende—ligación, por las cuales uno puede sentirse atado.
¿Ve la lógica ahí?
Bueno, ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es PINGUIS
P – I – N – G – U – I – S
Como siempre, puede ver el significado en mi sitio web en www.abelakay.com/roma, o puede esperar hasta el episodio que viene.
La idiotez de Sexto Tarquinio. El asedio de Ardea. El fin del reino de Tarquinio el Soberbio. Pero no es el fin de su vida, y no es el fin de los dolores de cabeza de Roma. Tambien veremos como Roma le va ganando a Atenas, cuando se trata de una palabrita muy interesante: la democracia.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 11 — Roma 1 – Atenas 0.
El título de este episodio—un tanto futbolístico, se debe a que Roma dice; repito: Roma dice que la Republica de Roma empezó en el año 509 antes de Cristo.
Personalmente, no creo ni por un minuto que eso sea cierto, pero como solamente tenemos a historiadores y escritores romanos en quienes basarnos, y siendo que no poseemos una máquina del tiempo, nos tenemos que conformar con esa fecha.
Al los romanos no les gustaba ser segundos en nada, y especialmente no en algo que les daba tanto orgullo: la democracia.
Resulta que en el año 508 antes de Cristo, según algunas fuentes, en el año 507 antes de Cristo, en Atenas, un hombre llamado Clístenes hizo reformas democráticas en Grecia, de tal manera que la tiranía que había asechado a los atenienses por varias generaciones, no podía retornar al poder.
Así que—muy simple.
Firmemente considero que los romanos modificaron el año exacto de la llegada de la república y que pusieron que la democracia llegó a Roma un año antes que a Atenas.
Un buen gol.
Resultado parcial del partido: Roma 1 – Atenas 0.
Y fíjese que he dicho “resultado parcial,” porque ese partido entre Roma y Atenas está muy, muy lejos del silbato final.
La semana pasada vimos como Tarquinio el Soberbio maltrataba a su gente, en Roma y fuera de Roma, de clase alta y baja, y a todos los que estaban en el medio. Y quedamos en el momento en que el rey estaba ocupado poniéndole un asedio a la ciudad de Ardea.
Antes que nos vayamos a la Palabra de la Semana, quiero que se imaginen por un minuto, esto:
Primavera en Roma, temprano… antes de la salida del sol.
Las nieves de las montañas en el este y en el norte llenaban ríos y riachuelos, causando torrentes, y a veces pequeños puentes de madera eran arrastrados por la quieta fuerza de la naturaleza.
A través de esa naturaleza, en las afueras de Roma, un hombre iba cabalgando a todo galope. En el cielo, un color lapislázuli anunciaba la llegada de un nuevo día. Los romanos se levantaban temprano, y el hombre cortaba caminos, evitando pantanos y tratando de no ser visto.
Alejándose de Roma, el hombre cabalgaba hacia el sur.
Ese hombre era Sexto Tarquinio, el hijo del rey, y él acababa de violar a una mujer.
Y ahora sí, vamos a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra PANIS.
Panis significa pan. ¿Pude haberlo hecho más simple, esta vez? No lo creo. ¿Quién en el mundo latino, no es familiar con la frase Panem et Circenses?
Esa frase era el símbolo de la Roma que todavía tenemos en el futuro, por ahora. Era una locución latina—una forma peyorativa de la práctica que el gobierno de Roma ejercía con su gente, manteniendo a las masas tranquilas con entretenimientos y alimentos de baja calidad. Económicamente hablando, el costo de esos entretenimientos y esos alimentos venia directamente de los bolsillos de los súper-ricos de Roma. Los terratenientes. Los Patricios. Aquellos que podían unir sus líneas genealógicas con los primeros 100 senadores, elegidos por Rómulo.
En sí, ese costo no representaban ni la mugre debajo de las uñas de aquellos verdaderamente ricos, en Roma.
Panem et Circenses tambien nos muestra que ambos sustantivos cambian en el caso acusativo singular, ya que pan es panis en Latin, tal como lo dije en el episodio anterior.
En Latin, los sustantivos cambiaban mucho de acuerdo con el caso, especialmente con los casos acusativo y dativo.
Finalmente quiero añadir que los intelectuales españoles de los siglos 19 y 20 solían quejarse de manera similar, usando la frase “pan y toros.”
Y ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es OB.
El fin de los reyes en El Cuento de Roma. Una misteriosa profeta Sibila le ofreció nueve libros al rey Tarquinio. La república más famosa del mundo está a punto de llegar.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 10 — El Tirano y la Sibila.
La semana pasada vimos el final de la vida de Servio Tulio, y como su yerno se apoderó del trono. Antes de comenzar el capítulo de hoy quiero hacer una pequeña aclaración en cuanto al episodio de la semana pasada. Yo había dicho que un buen día, cuando Servio Tulio estaba afuera de la ciudad, Lucio Tarquinio entró al Senado y tomó el asiento reservado para el rey, y ordenó a todos los senadores de rodillas.
Después dije que cuando el rey volvió a la ciudad, y se enteró de lo que andaba pasando, inmediatamente fue al Senado a demandar una explicación.
Pero, en la grabación, yo dije ” En ese momento, Lucio volvió a la ciudad, y habiendo oído del tumulto que andaba pasando, se fue a verlo…”
Por supuesto que no fue Lucio quien volvió a la ciudad, sino Servio Tulio. Pero la grabación ya está en el aire, y bueno, uso esta oportunidad para hacer la corrección.
Quiero darle las gracias a un oyente muy atento por esto: ¡Gracias, Martin, desde Quito, Ecuador!
Bueno, asunto arreglado. Esta semana, veremos los primeros años del gobierno del último rey de Roma, aptamente apodado “el Soberbio” y a quien describí un poco en la parte final del episodio de la semana pasada.
Hablando de la semana pasada, vamos ahora a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra LAETUS.
Laetus significa feliz o próspero, y se refiere a toda persona que disfruta de prosperidad en su vida. Obviamente, en este caso, la palabra está muy ligada al estado económico de dicha persona. Sabemos que los romanos le daban mucha importancia al bienestar económico como un parámetro con el cual medían sus vidas.
Pero, diferente de lo que sucede hoy en día, los romanos no medían ese bienestar con gente alrededor de ellos, sino que se comparaban a sus propios antepasados. Provenir de un cónsul, y no llegar a ser cónsul uno mismo, era algo malo.
A veces, gente hasta se sabía burlar discretamente de una persona, que perteneciendo a una familia noble, no tenían más que un pretor, o un cónsul entre todos sus antepasados, y ese pretor o ese cónsul era de hace unos dos siglos y medio. Esa persona vivía de la gloria de antepasados lejanos.
Laetus, por lo tanto, simplemente significa felicidad, en un sentido un tanto especifico.
Y ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es panis.
Me imagino que ya se están muriendo de la risa, de lo fácil que es esta palabra.
Ni murallas, ni censos, ni cambios en el ejército romano pudieron salvar al sexto rey romano Servio Tulio. Al final, su hija Tulia lo mató, por la más común de las razones, y con el más incomún de los acómplices.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 9 — Asesinado por su propia hija.
La semana pasada vimos el fin de la vida del rey Tarquinio el Viejo, y como Servio Tulio se convirtió en el sexto de Roma.
Esta semana, veremos cómo esa historia continúa.
El resultado obvio de todo esto es que los últimos tres reyes eran el padre (Tarquinio el Viejo), seguido por el hijo adoptado (Servio Tulio), y finalmente seguido por el hijo verdadero de ese padre (Tarquinio el Soberbio).
Pero primero vamos a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra, mejor dicho la frase, oblitus sum.
Oblitus sum en Latin era una frase de uso cotidiano. Gramaticalmente hablando, es una oración, y simplemente significa “me olvidé.”
Como pueden ver, oraciones simples en Latin no contienen pronombres, que es una de las características de lenguas de origen latino. En castellano no sería incorrecto decir “yo me olvidé,” pero la palabra “yo” no es necesaria. En el mejor de los casos, suena raro. Suena extranjero. Mientras en lenguas de otros países europeos, como el inglés, el alemán, o el sueco, el pronombre es necesario en la oración, en castellano, la conjugación del verbo ya nos indica la persona.
Y ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es laetus.
Hijo de un refugiado. Conocedor de las matemáticas y de filosofía. Educado en Grecia. Despilfarrador y gran urbanista. Guerrero y diplomático. Tarquinio “el Viejo” fue de todo. Y hasta fue el primer rey de la dinastía Tarquinia de Roma.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast. El Cuento de Roma, Episodio 8 — Tarquinio el Viejo.
La semana pasada vimos la vida de Anco Marcio, y la expansión de Roma hasta las orillas del Mar Mediterráneo.
Esta semana, veremos la vida del Tarquinio, prontamente apodado “el viejo” después de haber enviado a los hijos de Anco Marcio fuera de Roma, y después de haber sido elegido rey por el senado romano.
Podemos decir que los siete reyes de Roma se pueden dividir en dos secciones generales.
La primera parte consistió de Rómulo, Numa Pompilio, Tulo Hostilio y Anco Marcio.
Primero un luchador, luego un pacifista, luego otro luchador, y finalmente otro pacifista que se vió forzado a ir a la guerra.
Entonces, hoy empezamos con la segunda parte de la monarquía romana, ya que los tres reyes que nos faltan, pertenecían a una misma familia. Los Tarquinos.
Primero Lucio Tarquinio Prisco, el primero de ellos.
Luego su hijo adoptado Servio Tulio, y finalmente su hijo verdadero, Tarquinio el Soberbio, quien usurpó el trono, y quien fue un rey tan malo, que los romanos decidieron echarlo de la ciudad, y nunca más tener reyes.
Pero primero vamos a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra galea.
Galea significa yelmo en Latin, y era lo que los soldados romanos usaban para la protección de la cabeza.
A medida que los siglos pasaron, la forma de la galea romana cambió varias veces, pero sabemos que en los tiempos de la monarquía de Roma, los romanos copiaron el diseño de la galea de los etruscos y de los griegos, al sur de la península italiana.
Siglos después, la galea adoptaría la forma de los yelmos de origen galo, y la característica más importante de la galea romana era que siempre tenía algún tipo de decoración en la cresta.
A veces era un simple casco con una punta o esfera en la parte superior del casco mismo.
Otras veces una galea llevaba plumas u otras decoraciones de animales—eso era el caso de los centuriones y generales del ejército romano, y los gladiadores, muy a menudo tenían galeas con crestas de un pez de bronce sobre sus yelmos.
Y ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es oblitus sum. Así es, esta vez tenemos dos palabras:
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast. El Cuento de Roma, Episodio 7 — El nieto quieto.
La semana pasada vimos la vida de Tulo Hostilio, y como Roma volvió a ser sinónimo de guerra y odio.
Esta semana, veremos la vida del cuarto rey de Roma, un nieto de Numa Pompilio, quien—como se acordará, fue el segundo rey de Roma.
Pero primero vamos a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra qúo.
Y me acuerdo que les pregunté si sabían de una película llamada Quo Vadis?
La frase QUO VADIS fue introducida al lenguaje cotidiano de la generación de los americanos de los cincuenta, casi de un día al otro.
Y eso se debía a una película de ese mismo nombre, basada en una novela de ese mismo nombre, escrita por el escritor polaco Henryk Sienkiewicz, Premio Nobel de Literatura en el año 1905.
No solo fue una de las mejores películas del año 1951, sino que tambien fue creada usando una tecnología llamada Technicolor, que era algo muy nuevo en Hollywood, en aquellos días.
Y si bien la película no ganó ni un solo Oscar de sus ocho nominaciones, obtuvo muy buenas críticas. La película relata la vida de los primeros cristianos en Roma, en los tiempos de las primeras persecuciones.
El nombre de la película, que en Latin significa “¿A dónde vas?” se refiere a la pregunta que el apóstol Pedro le hizo a Jesús cuando lo vió en una aparición, caminando por la Vía Apia, mientras que él intentaba escaparse de Roma.
Cuando Jesús le respondió a Pedro que iba a Roma a ser crucificado de nuevo, Pedro se sintió avergonzado del hecho de que él estaba huyendo del emperador Nerón.
Inmediatamente Pedro volvió a Roma, y continuó con su ministerio, últimamente siendo crucificado cabeza para abajo por los romanos.
Entonces, la palabra qúo significa donde, o hacia dónde, y Quo Vadis significa ¿A dónde vas?
Y ahora vamos a La Palabra de la Semana de esta semana. La Palabra de la Semana de esta Semana es galea.
Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 6 — Por culpa de una vaca.
La semana pasada vimos cómo—después de cuarenta años de paz, Roma volvió a sus virtudes marciales. De la mano de Tulo Hostilio, Roma se hizo a la guerra, y no me parece raro que hoy la palabra “hostil” provenga de su apellido.
Antes de realmente comenzar con el resto de la vida de Tulo Hostilio, quiero añadir una pequeña anécdota aquí. Cuando los Sabinos atacaron a los romanos en el año 752 antes de Cristo por el tema de las mujeres secuestradas, Rómulo organizó un contraataque, el cual fue últimamente resuelto por las mujeres sabinas, como se acordará.
Aquel día—al lado de Rómulo peleó un guerrero llamado Hosto Hostilio, y según nuestras fuentes, Hosto, en un dado momento, se lanzó a correr hacia los sabinos, totalmente solo, y gritando a todo pulmón, revoloteando su espada por encima de la cabeza, hasta que sus compañeros se le unieron en el ataque.
Si bien eso no resultó en una victoria aquel día, la corrida de Hosto causó que los sabinos retrocedieran por un momento. Pero ese acto de coraje no cambio el resultado de la batalla, si bien Rómulo honró a Hosto en un discurso, días más tarde. Eso fue porque Hosto Hostilio fue uno de los pocos caídos en batalla, aquel día.
¿Por qué menciono esto?
Hosto Hostilio fue el abuelo de Tulo. Al parecer, la picazón para pelear andaba en los genes dentro de la familia Hostilio.
En cuanto al nombre y apellido del tercer rey de Roma, si bien el primer nombre Tulo era extremadamente raro en Roma, “Hostilio” no era tan raro como un apellido, y por muchos siglos, senadores romanos se reunían en un edificio llamado Curia Hostilia, cuya construcción le es atribuida al rey Tulo.
Ahora vamos a La Palabra de la Semana. La semana pasada tuvimos la palabra turpis.
Y esta vez lo vamos a hacer muy simple. Turpis significa asqueroso, o disgustaste, o turbio.
No voy a dar ningunas notas al lado, y sin más, y sin menos, voy a ir para adelante, porque tenemos mucho de qué hablar.