Episodio 74 – El Primer Pontífice Plebeyo

Un detallado estudio del cargo de Pontífice Máximo, durante la república romana, y la vida de Tiberio Corunciano.


[spreaker type=player resource=”episode_id=17183492″ width=”90%” height=”80px” theme=”dark” playlist=”false” playlist-continuous=”false” autoplay=”false” live-autoplay=”false” chapters-image=”true” episode-image-position=”left” hide-logo=”true” hide-likes=”true” hide-comments=”true” hide-sharing=”true” hide-download=”true”]


Transcripción Parcial

Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.

El Cuento de Roma, Episodio 74 – El Primer Pontífice Plebeyo.

El crujido de la puerta hizo que los ocho hombres, sentados en una habitación demasiado oscura para la hora del día, se dieran vuelta.

— “Otra vez llegas tarde, Cornelio,” murmuró uno de los Pontífices entre dientes.

Y era cierto.

El más joven de los Pontífices — de apenas 27 años de edad — llegaba tarde a la reunión, y los demás ya estaban enojados. El olor pútrido de la caja de madera, no muy lejos de ellos, hacía que todo el mundo se quería deshacer de esta reunión, lo mas rápidamente posible.

— “Pido disculpas,” respondió el joven.

— “Llegaste tarde el año pasado también,” respondió otro, obviamente enfadado. “Crees que esto es placer? Estar encerrados aquí, hasta que votemos a uno de nosotros?”

— “Es que anoche tuve que estar en la Curia Calabra,” respondió Cornelio en su propia defensa.

A lo que Cornelio se refería, era la obligación que algunos de los sacerdotes romanos tenían, de mensualmente pasarse una noche entera dentro de la tal llamada Curia Calabra — que estaba en el Capitolino.

Y esa noche, el sacerdote se iba a pasar el tiempo, observando la luna.

Y bueno — al parecer, ese sacerdote, de tanto observar la luna dentro de esa Curia Calabra, terminó durmiéndose — y para cuando se despertó, bueno — sus colegas en la sala de sufragios, ya lo esperaban con ansiedad.

El Pontífice Máximo de Roma había fallecido, y había que elegir a uno nuevo.

Y entre los nueve hombres — todos ellos pontífices menores, y todos sentados en esa cámara oscura, tenemos que uno de ellos, era un miembro de nuestra Saga Familiar.

Era Espurio Atio — el mas viejo de los nueve, y el único representante de la familia de los Emilios.

Y Espurio Atio — junto a los otros ocho hombres, estaban a punto de votar al próximo Pontífice Máximo de Roma.

— “Bueno, empecemos de una vez,” dijo Léntulo Caudino, otro de los Cornelios en esa habitación.

Un esclavo — al cual le faltaba la lengua para que no pudiese hablar, se puso a repartir cinceles de madera, de pino de alepo, y tablillas de cera, entre los candidatos.

Y bueno — mientras ellos votarán por el nuevo Pontífice Máximo, nosotros — empezamos así.

Según Jeremy Rifkin…

A ver — empiezo otra vez…

Según el economista, sociólogo, asesor político — del gobierno chino, estadounidense, y alemán, escritor y orador Jeremy Rifkin, el mundo no se encuentra en un lugar muy bonito.

Y si Usted ha visto uno de los tantos discursos públicos que ese hombre ha dado, se van a dar cuenta que el hombre casi siempre comienza sus discursos con la misma oración.

— “El PBIen inglés, GDP — se está desacelerando en todo el mundo. Y la razón, es que la productividad, ha estado disminuyendo en todo el mundo, en estos últimos 20 años. Sin excepción.”

Luego, durante su discurso, Rifkin habla de los cambios económicos y sociológicos durante la historia de la humanidad, y en un momento dado, Rifkin nunca falla en mencionar las palabras “La Tercera Revolución Industrial.”

Unos minutos mas tarde, el hombre hablará de la revolución de Gran Bretaña en el siglo 19, y de los EEUU en el siglo 20, y el por qué, esos dos movimientos fueron importantes en nuestra historia colectiva.

Y ese por qué, es lo que nos interesa a nosotros, aquí.

Según Rifkin, un cambio de paradigma, un cambio de aquellos — grandes — solo sucede cuando tres cosas — digamos — tres campos de estudios — crean una convergencia — o una unión, como si fueran tres vías de ferrocarriles, uniéndose en un solo carril.

Y aquí Rifkin nos da la primera pista.

Esos tres campos — son — transporte, energía, y comunicación.

En otras palabras, cuando — dentro de mas o menos — un mismo siglo, y bajo el amparo de mas o menos — una misma civilización, esos tres campos crean un cambio, bueno — ahí es cuando nosotros — como humanos — vemos lo que se conoce como un cambio de paradigma.

Un cambio enorme!

Y en el caso de Gran Bretaña del siglo 19, esos cambios eran…

Carbón — y la extracción masiva de ese elemento sucio y negro, de las montañas de Inglaterra y Gales, en el campo de la energía.

La prensa a vapor, o sea la fuerza de la máquina de vapor, en el campo de la comunicación. Imprimían diarios de a miles, en cuestión de minutos.

Y finalmente, el tren — tambien propulsado a vapor, en el campo del transporte. El primer medio de transporte por tierra, que no era basado en fuerza animal, o fuerza humana.

Super interesante.

Y en el caso de los EEUU del siglo 20, esos cambios eran…

Electricidad, en el campo de la energía. Ese medio de energía fue grandemente mejorado cuando filamentos de mas de 1000 horas de duración, fueron finalmente descubiertos. Muy pronto, enormes diques eran erigidos en ríos por todo el mundo, para la producción y el almacenamiento de ese medio.

El automóvil, en el campo del transporte. Luego, vendrían camiones, tanques, y hasta cohetes, pero todos mas o menos basados en el principio de combustión interna.

Y finalmente el teléfono, en el campo de la comunicación. Si vosotros — mis queridos oyentes, creéis que el internet fue importante, yo les tengo noticias. El teléfono fue verdaderamente importante. Luego, la radio, y ya mucho más tarde, la televisión.

Energía — transporte — comunicación.

Los tres ingredientes, para un cambio de paradigma.

[…]