Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 76 – Nace el Imperio Parto.
Si Usted, alguna vez ha tomado leche de yegua fermentada, sabrá de su sabor.
Es chocante para el paladar no acostumbrado, y el sabor va de fresco y ácido — a punzante y acre.
Lo conocemos como Kefír — o yogur, pero también como Airag.
Y sus sabor, casi siempre es inolvidable.
Su bajo contenido de alcohol, aumenta, cada vez que el proceso de congelación y deshielo es repetido. Eso hace que uno se embriaga muy lentamente con esa bebida.
Pero un vez borracho — esa borrachera, puede persistir por un largo rato.
Los Mongoles, y los Escitas, más allá del Mar Negro, del Mar Caspio, y del Mar de Aral, sabían de eso muy bien.
(música de Partia)
Año 238 AC.
Partia. Hasta hace unos meses, simplemente una satrapía mas, del Imperio Seléucida.
El sátrapa seléucida llamado Andrágoras, estaba en su palacio circular, pidiendo por piedad.
Alrededor de él, unos 20 guardaespaldas, todos muertos.
Y frente a él, dos hombres.
Arsaces y su hermano menor, Tirídates. Este último, tenía un cuchillo adornado con perlas del Mar Rojo — un mar que él jamás había visto.
Entre los dos hombres, forzaban al sátrapa, a tomar leche de yegua fermentada.
Afuera, el padre de los dos hombres, esperaba a que el sátrapa dejara de implorar por piedad, una vez emborrachado.
Y al cabo de unas horas, cuando el alcohol de esa bebida, finalmente se apoderó del hombre, los ruegos terminaron.
Arsaces le dió una señal a su hermano. Era hora de usar ese cuchillo.
Al final y al cabo — según tradiciones de los Parnos, uno no podía asesinar a un rey, o un sátrapa, mientras éste estaba indefenso, y rogando por su vida.
Pero ahora — el sátrapa estaba callado.
El cuchillo. El choque.
El sátrapa dejó este mundo en menos de dos respiros.
Y con esto, Partia estaba bajo el dominio de Arsaces.
Un gran CAMBIO.
Pero — nosotros, para entender ese CAMBIO, tenemos que rebobinar unos años.
Hola, les habla Abel, desde Sanya, en el Sur de China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 69 – La Primera Guerra Púnica.
264 antes de Cristo.
Si bien la Primera Guerra Púnica ya comenzó durante nuestro Episodio pasado, en este Episodio vamos a hacer un gran cuadro — digamos, una especie de cuadro sinóptico, de esta guerra.
Al final de todo — si una guerra dura 23 años, y si el juego completo de esas guerras dura casi 120 años, sin duda — hay que hacer un cuadro, verdad?
Per antes que nada — lo esencial, y eso, sin siquiera tocar el tema de — de qué año tal cosa, a qué año tal otra cosa, porque personalmente, yo odio aprender historia de esa manera.
Repetir fechas, y aprenderse años de memoria, no sirve, para aprender de historia.
Eso le sirve a abogados y a fiscales, a la hora de dar detalles minuciosos durante un juicio, pero no le sirve para nada a un estudiante de historia.
Entonces, veamos los siguientes SIETE puntos, como a mí me gusta aprender historia.
UNO — Cuantas guerras Púnicas existieron?
Tres.
Si incluimos la Guerra de los Mercenarios — cuatro!
DOS — Y cuánto duraron?
La primera duró 23 años, la segunda duró 17, y la tercera — o ultima, 3 años.
Entonces — repito — 23 — 17 — y tres.
Si bien la primera era la más larga, la más famosa — por lejos, era la segunda.
Y la más brutal — tambien por lejos, era la tercera.
TRES— Hubo otra guerra, o guerras, entre medio de todo eso?
Si, y a montones.
Y lo más importante que hay que considerar aquí, es la guerra llamada “La Guerra de los Mercenarios.” Esa guerra solo duró un año y medio, y comenzó apenas la Primera Guerra Púnica terminó.
Roma tuvo muy poco que ver en esa guerra — de forma directa, pero si tuvo que ver en los resultados de la misma, y pronto verán por qué.
Nuestro Episodio 80 se llama precisamente “La Guerra de los Mercenarios.”
Así que, por supuesto que hoy, no nos vamos a preocupar de eso, pero — sí necesitan saber, que muchos historiadores ponen la Guerra de los Mercenarios — en la misma bolsa, junto a las tres Guerras Púnicas, propiamente dichas.
Cabe notar, que Roma también tuvo otras guerras en otros lados — al mismo tiempo, pero esas guerras no son consideradas parte del lío entre Roma y Cartago.
Entonces — CUATRO — Resultados de esas guerras.
Primera Guerra Púnica — Victoria Romana. Apenitas, en mi opinión.
Guerra de los Mercenarios — Contundente Victoria Cartaginense.
Segunda Guerra Púnica — Victoria Romana.
Tercera Guerra Púnica — Contundente Victoria Romana, y la destrucción de Cartago.
CINCO — Teatros de operaciones.
Primera Guerra Púnica — Principalmente, Sicilia. Tambien, África del Norte, y Cerdeña.
Guerra de los Mercenarios — África del Norte, más que nada.
Segunda Guerra Púnica — Italia, Hispania, África del Norte, y las Galias Cisalpina y Transalpina. También un poco en Grecia y Cerdeña.
Tercera Guerra Púnica — Solamente en Tunisia.
SEIS — Resultados, geográficamente hablando.
Primera Guerra Púnica — Roma recibe Sicilia, menos Siracusa.
Guerra de los Mercenarios — Roma recibe Córcega y Cerdeña.
Segunda Guerra Púnica — Roma recibe la parte Cartaginense de Hispania. El Reino de Numidia es unificado.
Tercera Guerra Púnica — Cartago es borrada del mapa, y todo su territorio se convierte en la provincia romana de África.
Y FINALMENTE SIETE — Cuales fueron los eventos más importantes durante esas guerras, y que no eran parte de las guerras mismas?
Primera Guerra Púnica
Este es el año que durante un funeral en Roma — el funeral de un tal Junio Bruto Pera, tres pares de gladiadores fueron puestos a luchar frente a la gente que participó en el velorio y la procesión funeral.
Si bien, en el sur de Italia, gladiadores ya eran conocidos, en Roma misma, este es el año que empezamos a verlos con regularidad — con más y más regularidad, hasta un punto donde eso va a definir la cultura romana, hoy en día.
Tal como lo vimos en nuestro Episodio 38 — Los Primeros Gladiadores, se acuerdan?
Ah — y si piensan que oyeron hablar de ese Junio Bruto Pera, no estáis equivocados. En nuestro Episodio 67 — La Captura de Brundisium mencionamos a un tal Décimo Junio Pera.
No sabemos qué relación aquel Décimo tenía con este Junio Bruto Pera, pero si sabemos dónde tomaron lugar, esas peleas — ese día.
El primer enfrentamiento directo entre Cartago y Roma. El primer movimiento militar de Roma, fuera de Italia propiamente dicha. El primer sabor de sangre, para demasiados jóvenes romanos.
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El Cuento de Roma, Episodio 68 – La Batalla de Mesina.
Estamos en el año 265 antes de Cristo.
Aquí comienzan las Guerras Púnicas.
Y nuestro cuento — hoy, va a comenzar entre dos lugares, muy cercanos entre sí, y muy peligrosos para todos aquellos navegantes, que se aproximaban al estrecho entre Italia y Sicilia.
De un lado se encontraba el monstruo llamado Escilla — deletreo eso rapidito — E — S — C — I latina — L — L — A, y del otro lado se encontraba la hermosa (pero malvada) ninfa de Caribdis, quien según la mitología griega, tragaba por lo menos 30 olas por día, y luego las vomitaba a la costa, creando un remolino imposible de cruzar.
Deletreo eso rapidito, tambien. C — A — R — I latina — B — D — I latina otra vez — S. Caribdis.
Y esa noche, un bote se deslizaba por las aguas — entre Caribdis y Escilla.
Los seis hombres a bordo — (tres de ellos griegos, y los otros tres de Mesina misma), trataban de mantenerse justo en el medio entre los dos monstruos, porque el estrecho realmente no era ancho.
Un tiro de flecha podía alcanzar de una orilla a la otra, y cualquier bote que se acercaba demasiado a uno de los lados, era tragado sin merced alguna, o por la hermosa Caribdis, o por la feísima Escilla.
Caribdis era hija del dios Poseidón mismo, y fue creada cuando Poseidón — un día, decidió tener una aventura amorosa con la diosa Gea, diosa de la tierra misma.
Caribdis fue transformada en una ninfa malvada por el dios Zeus, quien la colocó del lado opuesto de Escilla, por haber creado una inundación de proporciones catastróficas.
Desde entonces, Caribdis — prisionera en ese lugar, se dedicaba a tragar olas, y a vomitarlas a la costa de Mesina, junto con todo aquello que se encontraba en esas olas.
Por su lado, Escilla tambien fue una hermosa ninfa con cola de pez, cuando era joven. Y según la Odisea de Homero, un pescador llamado Glauco se enamoró de Escilla, el día que la vió.
Se enamoró tan fuerte, que la siguió por todos lados, tratando de conquistarla. Y en sus desventuras, un día una poción mágica le fue dada a ese pescador, con la promesa que si Escilla se bañaba en agua conteniendo esa poción, los deseos carnales de Glauco se convertirían en realidad.
Ni dos por tres — Glauco vertió la poción donde Escilla se bañaba habitualmente, pero — en vez de enamorarse de Glauco, Escilla se convirtió en un monstruo con seis cabezas de perro.
Bueno, para hacer esta historia mas breve, a la mañana siguiente, el bote de los seis marineros fue encontrado totalmente destruido, en la costa de Sicilia, a metros de Mesina.
De los seis hombres, nadie jamas los volvió a ver, y por muchos meses, los habitantes de Mesina miraban hacia la costa al anochecer.
Quizás, en una de sus típicas vomitadas, Caribdis devolvería los restos de alguno de esos desdichados.
Lo que nadie sabía, era que los seis hombres fueron enviados secretamente, para reconocer el terreno entre la piedra de Caribdis, y la llanura frente a Mesina misma.
Fueron enviados por un Senador romano, llamado Manio Otacilio Craso.
De este Manio Otacilio Craso, mucho mas en unos minutos.
Pero por ahora, quiero que sepan que él era la mano derecha de Apio Claudio Cáudex, quien a su vez, era el hombre mas importante — en este momento, de la poderosa familia de los Claudios.
Bueno.
Una breve pausa, aquí, para explicar un poco, un par de cositas, al margen del tema.
Si bien la publicación de este Episodio se verá al aire cuando mis vacaciones ya hayan terminado — y ya va a ser Septiembre, he escrito los primeros cuatro episodios de la Primera Guerra Púnica, lejos de Pekín, y lejos de la contaminación de la capital china.
Sin micrófono a mano, y con semanas de pasarme descansando, y nadando, y tomando sol, con mi familia, lo único que realmente podía hacer, era relajarme, y escribir.
Y comer piñas.
Por ejemplo — ensalada de frutas con piñas.
Pan de piñas por las mañanas, untado con manteca de piñas, o con mermelada de piñas.
Almuerzo, era algo así como carne asada con piñas, puré de piñas, jamón o mortadella con trocitos de piñas, arroz y pollo con piñas super picantes, seguidos por helado de piña, o una sopa caliente de piñas, que adentro tenían — bueno — cubitos de … piñas!
Enfin.
Todo lo demás tendría que esperar — incluyendo mi conexión con Facebook y Twitter.
Así que cuando escuchen eso, sepan que ya estoy de regreso en Pekín, después de pasarla bien en la isla de Hainan, en una ciudad llamada SanYa.